San Martín en Grand Bourg, Mercedes y Mariano regresan a Europa
Aprovecho la oportunidad del regreso del señor Mariano (Balcarce) para saludar a Usted y felicitarle por el gusto que tendrá de ver a su muy amable Mercedes. Desde los primeros meses de 1829 fui atacado de una grave enfermedad en que tuve que ser operado en la cabeza y me duró hasta fin de 1832. Entretanto, con la seca de 1830, perdí toda mi fortuna que poseía en el Norte de una campaña, de un modo irreparable. Carta de Luzuriaga a San Martín, Buenos Aires 16/3. (1,T19,358)
Aguardo, en todo el mes entrante, a mi hija y su marido; éste, sin otro motivo, que es gobernador Balcarce, se le ha separado del empleo de primer oficial de secretaría de Negocios Extranjeros que obtenía en este caso y siendo su posición sumamente violenta y falsa. Los he hecho venir a mi lado hasta tanto el horizonte de aquel país se aclara y su estabilidad y orden me permiten regresar con toda mi familia. Carta en borrador de San Martín a Ohiggins, Grand Bourg. (1,T20,298)
Tuve el gusto de saber, en meses pasados, por mi señora doña Fermina, que nuestra amada Merceditas, su digna hijita, gozaba de salud con su esposo en Buenos Aires. Dios les conceda la prosperidad que siempre les he deseado. Reciba Usted un millón de expresiones de mi señora Madre y Rosita, que siempre y diariamente se acuerdan de su amado amigo San Martín, y me encargan le salude y le diga no pierden las esperanzas de abrazarle algún día, y ésta es muy particularmente el ansia de su eterno amigo. Carta de Ohiggins a San Martín, Lima 27/5. (4,T9,27)
San Martín y su alegría por la carta de Ohiggins, García del Río es Ministro de Hacienda
Le adjunto el Redactor Peruano en el que encontrará un Decreto del Gobierno que, si bien hace a Usted la juticia debida que otros habían olvidado, también lo restablece al
goce de la pensión íntegra que se le acordó por el Congreso (Peruano), y manda que desde el presente mes, a la par de la lista militar, sin perjuicio del monto de sus ajustes que ofrece luego que lo permitan las circunstancias, se pague su haber corriente a su apoderado. Carta de Ohiggins a San Martín, Lima 27/5. (1,T19,361)
En dicha carta (27/5) manifestaba la complacencia que sentía al adjuntarle el Redactor Peruano que redactaba el
honorífico Decreto de este Gobierno haciendo a Usted la justicia tan merecida y tan olvidada de los envidiosos y de los ingratos. Dicho decreto restablece a Usted el goce de la pensión íntegra que se le acordó por el Congreso, y ordena que se pague desde aquella fecha a la par de la lista militar su haber correspondiente a su apoderado. No me pasará por mucho tiempo el horror y espanto que me conmueve todo al ver en la que contesto y agravio inferido a su respetable
hijo (Mariano) del empleo de 1er oficial de la Secretaría de Negocios Extranjeros, y de la inaudita persecución declarada por el Gobernador de Buenos Aires a toda su distinguida y patriota familia. Si como se dice fuera cierto que el nuevo gobierno del general Santa Cruz conservará en el Ministerio de Hacienda a nuestro amigo
García del Río, y que se nombrará para el de Guerra al general
Rivadeneira, también nuestro constante amigo, no pierdo las esperanzas que se hagan los
pagos mensuales como ordena el Decreto. Carta de Ohiggins a San Martín, Lima 3/8. (1,T19,363-364 y 4,T9,28)
Mi amado amigo y compañero; Usted puede calcular de mi alegría y la de mi familia cuando después del transcurso de más de 4 años sin saber de Usted y en medio de las convulciones que han agitado a ese desgraciado país (Perú), recibí el 1º del corriente su muy apreciable de 27 de mayo de este año, a la que me apresuro contestar para aprovechar la salida de un buque que según aviso de nuestro Cónsul en Bordeaux; debe dar la vela el 1º del entrante. Carta de San Martín a Ohiggins, Grand Bourg a 7 leguas de París 18/10. (1,T20,299-302;1,T19,359 dice contestada 18/11)
Ramón Freire el falso amigo de San Martín y Ohiggins
No se sorprenderá Usted demasiado cuando sepa que el mismo hombre que en el año 23 se sublevó contra mi Gobierno y me entregó en manos de mis enemigos, el
falso amigo nuestro, don Ramón Freire, ha salido furtivamente del Callao en la Monteagudo, el día 8 del corriente, con una gavilla de desesperados, que en unión del bergantín Orbegoso, que había dado la vela 4 días antes, compondrán según dicen, 200 hombres de desembarco.
También dicen que se dirige a Juan Fernandez a sacar de allí a los presidiarios que por delitos de asesinato, robo y salteos son destinados a la cadena, pues que allí no hay, al presente, reos de Estado, y engrosar así las fuerzas expedicionarias, habiendo variedad de opiniones sobre el punto de invasión sobre las costas de Chile -unos piensan que a Talcahuano, y otros que me parecen calcular mejor, a Chiloé o Valdivia. Los convictos de Juan Fernandez serán como 120 hombres. ¿Qué tal presente regala a su patria el desgraciado don Ramón? Veálo Ud convertido en pirata y en caudillo de bandidos al héroe del año 23, el titulado Capitán General, empleo conferido por sí mismo, habiendo sido preciso borrarme a mi de la lista militar, para que resaltase en él más este título. Carta de Ohiggins a San Martín, Lima 3/8. (4,T9,28)
Nicolás Rodriguez Peña y José Alvarez Condarco perjudicaron a San Martín
A pesar de la experiencia que me asiste de la ingratitud de los hombres, al considerar que mis dos grandes amigos un
Peña y un Alvarez Condarco me han dejado en la indigencia, que las personas que más he favorecido han sido mis más crueles enemigos; que los estados a quien he servido con tanto desinterés (excepto el Perú) me dejan en la vejez en un total abandono, en términos de tener que recurrir a la beneficencia de un español (Alejandro Aguada). Carta de San Martín a Ohiggins, Grand Bourg 18/10. (1,T20,299)
San Martín es abuelo de dos nietas
Dije a Usted en mi anterior que en vista de la falsa posición de mi hijo político en Buenos Aires, le había prevenido viníesen a unírseme; así lo ha verificado con mi hija en fines de julio con buena salud y con el aumento de una niña que dio a luz a los 15 días de su llegada, por consiguiente aquí me tiene Usted con dos nietecitas (María Mercedes 14/10/1833 y Josefa Dominga 14/7/1836) que no dejan de contribuir a hacer más llevaderos mis viejos días. Carta de San Martín a Ohiggins, Grand Bourg 18/10. (1,T20,300)
Mis hijos llegaron con buena salud
a fines de junio, y a los pocos días la mendocina dio a luz una niña muy robusta; aquí me tiene Usted con dos nietecitas, cuyas gracias no dejan de contribuir a hacerme más llevaderos mis viejos días. Carta de San Martín a Pedro Molina. (Grand Bourg 1/2/1837;1,T19,370)
San Martín y el Decreto del 27 de Abril
Doy a Usted las mil gracias por las remesa del Redactor Peruano, del 27 de abril; el Decreto que él contiene me ha dado un día muy satisfactorio, pues al fin hay un gobierno que demuestra que nuestros trabajos son apreciados. En cuanto a lo que dice del pago (pensión) de mis atrasos, estoy seguro no serán satisfechos en mis días, visto el estado en el que debe haber quedado el Perú; pero esto no impide el que yo vea una buena voluntad, y por mi parte un reconocimiento eterno; lo que si puede aliviar mi situación, es la cláusula de que se me satisfaga al igual de los demás empleados del ejército en el presupuesto mensual; si como creo eso se realiza, ruego a Usted mi querido amigo, tenga la bondad de hacerme la remesa por pequeña sea la cantidad, bien sea por letras seguras, o por cualquier buque de guerra francés o inglés, mandándome los conocimientos por triplicado de la cantidad que Usted embarque. Carta de San Martín a Ohiggins, Grand Bourg 16/10. (1,T20,301)
San Martín y la recepción de su correo en Francia e Inglaterra
Suspenda Usted remitirme sus cartas por conducto de los señores Delisle, y sí lo hará en lo sucesivo a los señores DArthez Hermanos, de Londres, esto es por los buques que vengan a Inglaterra; para los que vengan a Bordeaux, a Monsieur Santa Coloma (Eugenio María Santa Coloma, Cónsul General de la República del Río de la Plata (en Bordeaux), y para el Havre de Grace a Mr Peltier - Armateur Havre. Carta de San Martín a Ohiggins, Grand Bourg 16/10. (1,T20,301)
San Martín desconfía del correo en Londres
Mi querido amigo; luego que recibí su apreciable de 18 de marzo del presente año me apresuré a escribir a Londres a fin de que revolviesen si era posible todo el Archivo de cartas rezagadas para ver si existían las dos que Usted me anunciaba haberme dirigido por el Paquete (Barco); diligencia inútil; ellas han sido tragadas cual otro Jonás, ignoro si por ballena o ballenato, lo cierto es que ellas no han sido vomitadas como este Santo Profeta en ninguna de las dos administraciones de París ni Londres. ¡ Qué reposen en paz !
El capitán Soret me remitió a ésta su apreciable del 3 de julio; al día siguiente de su servicio
me fui a París con el objeto de verlo y al mismo tiempo pedirle detalles sobre la interesante salud de Usted. Desgraciadamente había partido para ver a su familia en Bretaña, lo que me privó de tener esta satisfacción.
Veo lo que Usted me dice del doctor Moreno; este hombre feo hasta el grado de la deshonestidad, y tan pícaro y cobarde, como feo no merece el ningún hombre que se respete se ocupe por más tiempo de él; se me ha asegurado ha marchado a ésa, buen provecho les haga a Ustedes esta lagaña.
El día que fui a París a ver al capitán Soret vi al encargado de negocios de Chile, quien me dijo (refiriéndose a carta de Santa María, negociador por parte de México en Madrid) que éste y el general Soublet estaban aburridos de las exageradas pretenciones de los matuchos, que no esperaban más que la reunión de Cortes(que deben verificarse a fines del presente) para largarse lo más pronto posible, si no se da una solución pronta al reconocimiento; a pesar de lo expuesto, yo aconsejaría al señor Don Tomás hiciese fuerza de vela para venir por estas costas, pues por este medio se me proporcionaría el gran placer de ver a esa persona y al mismo tiempo moler con ella algunas fanegas de conversación franca y nutritiva, y con la contracción que siempre se hace por escrito, por temor que algún ballenato no se trague las confianzas, que por inocentes que sean siempre dan lugar a interpretaciones maliciosas.
Antes de ayer he tenido carta de Ohiggins, me incluye un
decreto de Lima, fecha 29 de abril, por el cual se da orden a la Tesorería se me forme el ajuste de mi
pensión íntegra (Gamarra tuvo la bondad de rebajarme la mitad) y que mi alcance (monta 118.000 pesos) será satisfecho cuando las circunstancias del tesoro lo permitan, en el entretanto se me incluirá a la par que los demás del Ejército en el presupuesto mensual; este último párrafo es el más razonable; de todos modos yo les agradezcos sinceramente su buena intención, con tanto más motivo yo no he dado el menor paso sobre el particular.
¡Qué bullanga es la que a ocurrido en Montevideo! Las cortas noticias que dan los papeles son tan confusas que no se puede formar la menor idea; yo no dudo que Fructuoso Rivera no esté metido en esa jarana. Al propósito de la República Oriental, en París se presentó un tal Giró o Girú para levantar un empréstito. Éste se dirigió a
Aguado, quien desechó sus propuestas y sin más antecedentes que saber las relaciones mías con este antiguo amigo, ha esparcido la voz que su repulsa era por los informes contrarios que yo le había dado. Confieso que Aguado no me habló hasta muchos días después de este negocio, pero si me hubiese consultado lo hubiese aconsejado lo mismo que él ha hecho. He aquí que sin comerla ni beberla me veo condenado otra vez a estar en litigio con este señor oriental como me sucedió con el bribón de Moreno y ni el retiro de mi Tebaida me pone a cubierto de la chismografía; qué sería si me hallase en ésa.
Tengo enfrente de mi el retrato de Usted. Es imposible poderse hacer nada más parecido pues el autor no sólo ha sacado toda la expresión, sino también aquella sonrisa cachumbera que Usted emplea tan oportunamente y con tanta gracia cuando se le presenta algún Lancero que sin piedad ni temor de Dios viene a robar el tiempo arrimando una ventosa... sin la menor caridad cristiana. En fin, todo, todo es el señor Don Tomás Guido pintiparado, a quien el Ser Supremo conserve luengos años.
Veo con placer la marcha que sigue nuestra Patria; desengañémonos nuestros países no pueden (a lo menos por muchos años) regirse de otro modo que por gobiernos vigorosos, más claros despóticos; si Santa Cruz en vez de andar con paños calientes de Congresos, soberanía del Pueblo, hubiese dicho francamente sus intenciones (porque estas son bien palpables) yo no desconfiaría del buen éxito, pero los 3 congresos que tiene sobre sí, darán con él en tierra y lo peor de todo harán la ruina del país. No hay otro arbitrio; para salvar un Estado que tiene (como el Perú) muchos Doctores... que un gobierno absoluto.
Escribía a Usted el mes pasado una carta de introducción que puede prescindir de hacerlo por la tenacidad con que me metieron el Lanzón. Ya sabe Usted el valor nominal de tales recomendaciones.
Un millón de recuerdos a la amable costilla, a la que dirá Usted que aún me recuerdo que la noche que los nigrománticos hicieron desaparecer la maceta de matrimonios que Usted le tenía destinada; en cuanto a sus hijos, me dicen los míos que son jóvenes llenos de educación, gracias y excelente comportación; yo lo felicito por este inapreciable bien, que es cuanto puede desear un padre honrado.
Coraje, mi buen amigo, para soplarce este cartapacio, pues la mano ha corrido sin sentir, lo que no le sucede con frecuencia a su viejo pero constante amigo. Carta de San Martín a Guido, Grand Bourg 26/10. (1,T20,176-179)
San Martín decidido a regresar a la Argentina
Si como es de esperar esta paz sigue, estoy resuelto a regresar a mi Patria, de quien no exijo otra cosa que me dejen vivir con tranquilidad los pocos días de vida que me resten, es decir, que no se acuerden de mi para ningún mando político, y no tomar jamás la menor parte en ningún género de disensiones, porque antes preferiría volverme a expatriar que verme en la necesidad de tomar parte en alguna guerra civil y, a la verdad, que a mi edad no es nada agradable volver a hacer otra vez un viaje a Europa. Carta de San Martín a Pedro Molina, Grand Bourg 27/10. (1,T19,366)
Ramón Freire en problemas con la justicia chilena
El general Freire, que el año 28, que guiado de la inexperiencia y de su fatal fiebre de mandar, que ha infestado a nuestra patria común, y que cortó el hilo de los progresos y glorias que elevaban a Chile tan eminentemente, ya sabrá Ud fue hecho prisionero con toda su expedición sin tirar un solo cartucho; está condenado a muerte por el tribunal que juzgó de su causa y de la de sus compañeros el Coronel Puga, Urbistondo y otros de sus satélites revolucionarios del año 23; pero creo y me compadezco en esperar sea perdonado de la pena de muerte , así como yo también lo he perdonado de todas veras por la revolución y persecuciones que me hizo, y se dice será mandado a San Fernando por 10 años. Carta de Ohiggins a San Martín, Lima 20/12. (4,T9,32)
San Martín y la pensión del Gobierno Peruano
Nuestro amigo, el señor Mariano Alvarez (Apoderado de San Martín en Perú), me dice que ha escrito a Usted lo suficiente sobre las altas y bajas a que está sujeta la pensión de Usted, así como los Gobiernos suben y bajan sin haber nada permanente. Carta de Ohiggins a San Martín, Lima 20/12. (1,T19,368)
Mariano Balcarce sin trabajo
Me ha indignado demasiado la conducta del Gobierno de Buenos Aires, demostrada en la quitada del empleo de su digno hijo político; estos actos de ingratitud y de venganza son casi siempre precursores de la poca estabilidad de los que mandan, porque la opinión pública, aunque sea sofocada por la fuerza, abomina la injusticia y, al fin, triunfa de la barbarie y de la opresión. ¡Quiera Dios que su respetable hija y su esposo regresen con salud a su lado, hasta tanto se establezca el orden en la desgraciada Buenos Aires, fundadora de la Independencia Sudamericana, país que amo como puede quererse todo lo amable en la tierra! Carta de Ohiggins a San Martín, Lima 20/12. (4,T9,34)
Bibliografía
1) Instituto Nacional Sanmartiniano. Documentos para la Historia del Libertador General San Martín, Tomos (T) 1 al 20.
2) Espejo, Gerónimo. El Paso de los Andes.
3) Instituto Nacional Belgraniano. Documentos para la Historia del General Don Manuel Belgrano, Tomo (T) 1 al 7.
4) Instituto Ohigginiano. Archivo de Don Bernardo de Ohiggins, Tomos (T) 1 al 37.
5) Documentos para la Historia de la Bandera Argentina (2001), Guillermo Palomo y Valentín Espinosa.
6) Actas Capitulares de Mendoza, Tomo (T) 1 al 4.
7) El Redactor de la Asamblea 1813-1815.
8) Espinosa, José María. Memorias de Gervasio Antonio de Posadas.
9) Archivo Histórico de Tucumán.
10) Revista de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, Tomos (T) 1 al 25.
11) Registro Oficial y Nacional de la República Argentina.
12) Senado de la Nación Argentina, Biblioteca de Mayo, Tomos (T) 1 al 19.
13) Diario Los Andes.
X) Archivo General de la Provincia de Mendoza: Época Colonial e Independiente (EC,EI), Carpetas y Documentos (C,D), Protocolos (P).
Y) Archivo General de la Nación Argentina: Documentos Escritos.
Z) Archivo Nacional de Chile.