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Mendoza Capital General Alvear Godoy Cruz Guaymallén Junín La Paz Las Heras Lavalle Luján de Cuyo Maipú Malargüe Rivadavia San Carlos San Martín San Rafael Santa Rosa Tunuyán TupungatoPublicar Buscar Acerca deSan Martín en París, posible invasión Europea
Las circunstancias o por mejor decir los resultados de la contienda que va a dar principio en Europa decidirá de mi regreso a ésa (Argentina). Confieso a Usted que a no tener esta hija (Merceditas) no me resolvería a dar este paso que sé va a comprometerme en las disensiones que afligen a nuestra desgraciada Patria, sea cual fuese el género de conducta que adopte. En este viejo continente los sucesos se suceden con la rapidez del rayo. La lucha de gigantes que va a emprenderse va a decidir de la más grande cuestión que han presentado los siglos. Si lo que no es de esperar el partido absoluto (monarquía) vence esté Usted seguro se hará una cruzada contra la América. La Inglaterra que puede escudarnos en toda circunstancia no lo hará si el partido de la aristocracia es vencedor; estas consideraciones y el de las ventajas que puede reportar la América de las disensiones del viejo continente nos debería estimular a olvidar todo resentimiento y procurar unirnos íntimamente, pero esto será predicar en desierto; cuando las pasiones hablan todo enmudecen. Mi salud no es buena, peor el humor, pero no los sentimientos de amistad de su eterno amigo. Carta de San Martín a Guido, París 12/3. (1,T20,132-133)San Martín sin noticias de su apoderado Ohiggins
Hace más de 1 año no tengo noticias de Ohiggins. Esto me tiene con cuidado. Yo lo había nombrado mi apoderado para ver si podía cobrar algo de la célebre pensión que se me señaló; yo creo que este buen amigo no querrá escribirme por no darme malas noticias sobre este particular. Si Usted le escribe dele mis recuerdos y dígale que yo sólo deseo saber de él. Carta de San Martín a Guido, París 12/3. (1,T20,134)San Martín y su posible regreso a Buenos Aires a fin de año
Las noticias últimas de Buenos Aires no dejan la menor esperanza de transacción entre federales y unitarios, y la cuestión debe decidirse con ríos de sangre americana. En este estado me veré obligado a regresar a este país de discordia para el próximo diciembre a más tardar, a menos de no recibir algún socorro de Usted del cobro de alguna parte de mi pensión (Perú), que lo creo imposible si es cierta la revolución de Escobedo. Todo cuanto ha estado a mis alcances lo he practicado para evitar este regreso que va a comprometerme en una guerra civil que tanto repugna a mis principios y que mi compromiso es inevitable, sea cual fuere la línea de conducta que me proponga seguir. Si no tuviese esta hija (Merceditas) yo sabría soportar hasta la última necesidad; pero ella me obliga a variar mi plan. Carta de San Martín a Ohiggins, París 20/3. (1,T20,284)San Martín más allá de Unitarios y Federales
El general San Martín puede y debe no mezclarse en la guerra civil de su país porque su nombre y sus servicios pertenecen a una época célebre en recuerdos heroicos y a una causa decidida ya... pero el general San Martín ha subido a una altura tal que cualquier sea el punto de este país que elija para su residencia, y cualquiera sea su empeño en anonadarse, se le divisará de todas partes, y se acudirá a él en los grandes conflictos. ¿ Quiere Usted también negarse a este rol ?. Manténgase Usted en Europa, pues si trasladado a América está en manos de Usted absolutamente a sustraerse a todo cargo público para conservar su reposo, no le será dado mezquinar su inerposición y su consejo en nuestra querellas. ¡ Cuánta sangre y cuánto descrédito se hubiera ahorrado si la voz de Usted hubiese podido ser escuchada a mediados del año 30 !. Carta de Guido a San Martín, Buenos Aires 4/4. (1,T19,289)Éxodo de mendocinos a Chile
Con la entrada de Quiroga (Facundo) a Mendoza ha dado lugar que todo el pipiolaje de aquella provincia haya emigrado a ésta, pues han venido muchísimas familias, y el Gobierno no dio orden a todos los puntos por donde podían pasar se les auxiliase con todo lo que podían necesitar. Carta de Ramón de Aris a Ohiggins, Santiago de Chile 14/4. (4,T33,419)San Martín viaja a los baños de Bagnoles-de-l'Orne (Francia)
Amigo y Señor de todo mi aprecio: Hace tres días me entregaron su favorecida del 31 del pasado, conducida por el Sr. de (?) al que he estado por dos ocasiones a buscarlo en su alojamiento, sin haber tenido el gusto de encontrarlo; esto me es tanto más sensible cuanto me privaré del placer de hacer su conocimiento en razón de marchar esta tarde a los Baños de Baglons, a fin de buscar alivio al reumatismo que me atormenta. Agradezco a V. mucho el folleto que me remite; él conviene con la idea que se me había dado del carácter del Sr. Rosas. Yo no tengo el gusto de conocerlo personalmente, pero me merece el aprecio que se debe tener por un Patriota de su Honradez y mérito. Pienso estar de regreso en esta para mediados del entrante; en el ínterin créame V. mi apreciable Amigo y afectuosísimo Servidor. Carta de San Martín a Manuel Moreno, París 13/6. (Y, Sala 7, Legajo 2080)San Martín se aleja de la revolución Belga, pero teme de la epidemia de cólera en Europa
Dije a Usted en mi anterior que la revolución que estalló en los Paises Bajos me obligaron a dejar mi residencia en Bruselas y conducir a mi hija a ésta (Francia) con el objeto de evitarla de los peligros y temores de que son consecuentes a una inserrucción, cuyos principios acompañados de saqueos e incendios hacían temer sus consecuencias y, al mismo tiempo, dar la última mano a su educación. Los progresos del cólera morbus que ni los cordones sanitarios establecidos por las potencias del Norte, y todas las demás medidas adoptadas de cuarentenas, etc, etc, no han podido establecer hasta el presente detener la marcha a tan espantosa enfermedad. Por mi parte, algo fatalista miraría tranquilo venir este azote pero mi convicción no se entiende hasta el grado de que la existencia de mi única hija pueda ser amenazada; en esta crítica circunstancia me quedaba el partido de embarcarme para Buenos Aires con tanto más motivo cuanto las últimas cartas que he recibido me aseguran la pronta terminación de la guerra fratricida que asola las Provincias del Plata. Carta de San Martín a Rivadeneira, París 30/7. (1,T19,290-291)San Martín estafado por su apoderado en Buenos Aires
Hace 9 meses libré contra mi apoderado de Buenos Aires 3.000 pesos; este malvado en cuyo poder existían los alquileres de 3 años de mis 2 casas ha hecho bancarrota y, por consiguiente, mi letra de cambio de 3.000 pesos fue protestada a su llegada; afortunadamente el honrado comerciante a favor de quien había librado el regreso de la letra protestada, lejos de apremiarme, con una generosidad de que se dan poco ejemplos en Europa, me ha ofrecido todo cuánto necesité, pero repito, que lejos de abusar de la honradez de este hombre singular estoy resuelto a permanecer en ésta hasta haber hecho honor a mi compromiso. Sobre este particular, yo escribo a mi apoderado y amigo (en Lima), el Dr Mariano Alvarez, a fin de que sin perder momentos me remita 4.000 pesos de los que haya cobrado o cobre a cuenta de la pensión de 9.000 anuales que el 1er Congreso tuvo la generosidad de señalarme; 12.000 me es deudor el Gobierno (Perú) por fin del presente año, yo no exijo más, más que 4.000 para poder salir de tan incómoda situación y poder regresar a mi país para ver si no acordándose de mí puedo pasar el resto de mis días en tranquilidad. Carta de San Martín a Rivadeneira, París 31/7. (1,T19,291)Los mendocinos esperan un ataque de los Pincheira
Los mendocinos mandaron aquí (Chile) un comisionado para conseguir se les auxiliase con algunas armas, porque Pincheira los venía a atacar en esta luna que está acabando, y consiguieron que se les diese 200 fusiles, 100 sables y creo 50 tercerolas, 5 quintales de pólvora y 6.000 cartuchos de bala, y que se recogiese todo el armamento que se trajeron los emigrados, que pocos días habían sido derrotados de un ataque que habían tenido unos con otros. Carta de Ramón de Aris a Ohiggins, Santiago de Chile 30/11. (4,T33,560)Merceditas y Mariano prontos a contraer matrimonio
Señora y amiga de todo mi aprecio; antes del nacimiento de mi hija Mercedes, mis votos eran porque fuese un varón; contrariado en mis deseos, mis esperanzas se dirigieron a que algún día se uniese a un americano hombre de bien, y si era posible, el que éste fuese hijo de un militar que hubiese rendido servicios señalados a la independencia de nuestra Patria. Dios ha escuchado mis votos, no sólo encontrando reunidas estas cualidades en su virtuoso hijo, don Mariano, sino también coincidir el serlo de un amigo y compañero de Armas. Si como espero este enlace sea de la aprovación de Usted, será para mi de la más completa satisfacción.Bibliografía
1) Instituto Nacional Sanmartiniano. Documentos para la Historia del Libertador General San Martín, Tomos (T) 1 al 20.