La noticia del casamiento de Merceditas llega a una Argentina en paz

He visto como sumo placer la resolución de Usted sobre el matrimonio de Merceditas, no conozco al joven que Usted le destina sino por su reputación bien establecida; creo, sin embargo, que la elección es tan honrosa para Usted por todas circunstancias como favorable a su hija por el porvenir que prometen la honradez y los talentos del joven Balcarce. También me ha sido agradable este enlace porque mediante él me prometo vera Usted este año.

Concluyó de todo punto la guerra civil en este país, el triunfo decisivo de un partido sobre otro anuncia larga tranquilidad si la intolerancia no se erige en sistema y si la división, que ya asoma, no se extiende en el partido preponderante. El señor Rosas es hoy una potencia potencia superior a la de nuestros Gobiernos anteriores. Carta de Guido a San Martín, Buenos Aires 13/2. (1,T19,296)

La chacra de San Martín saqueada. Ohiggins no va a Chile y es saludado por Merceditas

Persuadido como lo anunciaban las noticias de Chile de que se le esperaba a Usted en Santiago, le dirigí a este punto, la comunicación del 14 de octubre próximo pasado. Ahora que ha salido falsa aquella noticia, me felicito más y más de que Usted no se haya movido del Perú, porque a pesar de que en su país natal todos los hombres de bien, sin excepción, hacen Usted la justicia que se merece su honradez y eminentes servicios, ¿ cómo podría Usted mirar con indiferencia otros muchos malvados y desagradecidos, que se le presentarían a cada momento y cuya vista no podría menos que exaltar su bilis hasta el último grado ?. Sí, mi amigo, esto es lo que más temo al regresar a mi patria, a pesar de que mi resolución es de al siguiente día de haber llegado a Buenos Aires irme a una chacra en dónde me sepultaré hasta que la guerra civil que ha desolado a la Provincia de Cuyo haya cesado. Esto es en el caso que hayan dejado en pie de mi chacra de Mendoza, que según carta del mayordomo (Pedro Nuñez) ha sido saqueada y él obligado a emigrar a Chile.

Gracias repetidas por el interés que toma Usted en el asunto de mi pensión. El decreto del gobierno para incluir en el presupuesto mensual mi asignación, es una ventaja, pues habrá más regularidad en el pago, y, con esto mejorará mi situación.

La situación de este continente (Europa) sigue en el mismo estado, con sola la diferencia de que el cólera morbus, se ha declarado en Inglaterra y su capital, y es regular no tarde en aparecerse en ésta.

Si como espero recibo algún auxilio de lo cobrado de la pensión, regresaré a Buenos Aires en todo el presente año. Hablo a Usted con franqueza, si tuviese medios de vivir en Europa yo no regresaría a vivir a mi patria, interín no viese su tranquilidad establecida de un modo sólido y permanente.

Un millón de afectuosos recuerdos a mi señora su madre y Rosita, no hacíendolo de la parte de mi hija, que ya vive en mi compañía, porque me ha suplicado poner a Usted un párrafo al pie de ésta.

Mi querido señor; como sé que es Usted el mejor amigo de mi tatita, yo le he suplicado me permita tomar la libertad de ponerle estos renglones con el solo fin de saludarlo, como igualmente a su señora madre y hermana, a las que deseo vivamente conocer. Se ofrece a su disposición su atenta servidora. Mercedes San Martín.

Aunque en mi anterior puse a Usted el modo de dirigirme sus cartas, lo repito por si aquélla ha padecido extravío:

1º) Por la vía de Buenos Aires, si ésta se halla libre. Al señor Gregorio Gómez.
2º) Por los buques que vengan a Inglaterra a Mesieurs Delisle. Tanvrin et Delisle. Londres.
3º) Por los buques que vengan a Bordeaux a Mr Eugene Santa Calome, Cónsul de la Republique du Río de la Plata.
4º) Por los buques que vengan a Havre de Grace a Mr Hottinger et Ce.

Si ve Usted a mi tía Fermina, hágame el gusto de darle mis más finos recuerdos, lo mismo que a su hija Mercedes y resto de familia. Carta de San Martín a Ohiggins, París 1/3. (1,T20,285-287)

José Godoy certifica la partida de nacimiento de Merceditas

Nos el Señor Licenciado don José Godoy, Abogado Nacional, Examinador Sinodal de la Diócesis de Córdoba, Cura Rector de la Iglesia Matriz de esta Ciudad de Mendoza, Vicario Foráneo, Juez Eclesiástico y de Diesmos de su Provincia, Provisor del Monasterio de la Compañía de María y Subdelegado ¿ App... ?

Certificamos en quanto puedo y ha lugar, que en uno de los Libros Parroquiales de esta Vicaría de mi cargo, hecho por el Señor don Domingo García, siendo Cura y Vicario foráneo de esta ciudad, en el que se apuntan los bautizmos y óleos de Españoles y mestizos. Comienza en 17 de agosto de 1812 y acaba en 9 de noviembre de 1816 años. A fojas 196 se encuentra una Partida del tenor siguiente:

En la Ciudad de Mendoza en treinta y un días de mil ochocientos diez y seis, bautizada y oleada por el Vicario General Castrense don Lorenzo Guiraldes, en esta Parroquia, a Mercedes Tomasa de siete días, Española, legítima del señor coronel mayor, General en Jefe del Ejército de los Andes, y Gobernador Intendente de la Provincia de Cuyo don José de San Martín, y la Señora doña María Remedios de Escalada. Fueron Padrinos, el Sargento Mayor don José Antonio Alvares Condarco, y la Señora doña Josefa Alvares. Y para que conste legítimo, Juan Manuel Obredor.

Concuerda esta copia con su original que queda en el Archivo de esta Vicaría, a que me refiero en caso necesario y en fe de ello lo firmo en la Ciudad de Mendoza a 21/4. José Godoy. (Y, sin ubicación)

San Martin en Montmorency debe aclarar algunas cuentas pendientes

Recibí del comisario Juan Gregorio Lemos 42 onzas de oro por cuenta del general San Martín. Firmado por Manuel Escalada, Abril 1818. Esta cantidad fue tomada por mi hermano político (Escalada) para conducirse a Buenos Aires, a donde lo envié con la noticia de la victoria de Maipú (5/4/1818). El Intendente del Ejército (Lemos) me la cargó a mis sueldos, yo debía cargar esta cantidad al Gobierno de Buenos Aires, no lo he hecho, lo mismo que con los sueldos que me pertenecían como general de las Provicias del Plata; 1º, porque a mi regreso del Perú (1823) el gobierno (Rivadavia y Alvear) que existía en Buenos Aires me era notoriamente hostil; y 2º, porque después de ésta época me vine a Europa (1824) y con la guerra del Brasil y la civil han dejado arruinado al país y he tenido repugnancia de hacer alguna gestión. Ya es tarde para hacerla, si después de mi muerte mi hija (esto es si Dios le da hijos) puede presentarse con este documento por si el Gobierno quire abonarle esta cantidad. Documento de San Martín al Gobierno Nacional, Montmorency (a 20 km al norte de París) 23/5. (1,T19,302)

Rosas recibe una bandera de Arenales

Yo conservaba una de las banderas que la División Libertadora, a las órdenes de mi difunto padre el General Arenales, arrebató a los enemigos de la independencia en la célebre campaña de 1820. Su intención, al cederme este trofeo, fue que yo le presentara al Primer Magistrado de Buenos Aires, en testimonio de su particular adhesión a este magnánimo pueblo. Carta de José Arenales a Juan Manuel de Rozas, Buenos Aires 18/5. (10,T7,N24,271)

Junto con un ejemplar de la Memoria que ha publicado V en honor de su finado padre el Sr Brigadier Juan Antonio Alvarez de Arenales, he recibido la bandera que, según me manifiesta en su apreciable carta fecha de ayer, arrebató en la célebre campaña de 1820 a los enemigos de la indpendencia la división libertadora. Carta de Rosas a Arenales, Buenos Aires 19/5. (10,T7,N24,272)

Melián no es de fiar

Don José Melián ha salido para Valparaiso hace dos días, para embarcarse para esa (Perú). Se me ha ofrecido mucho para si le escribía a V, y le contesté que no le escribía, por la completa desconfianza que tengo de lo muy amigo de Freire y enemigo completo de don Joaquín Prieto, y también, quién sabe que haría con la carta y las falsedades que irá hablando. Carta de Ramón de Aris a Ohiggins, Santiago de Chile 6/6. (4,T34,37)

Ohiggins le gira dinero a San Martín desde Lima

Caballeros. Les escribo para informarles que he girado a su cargo a 70 días de la fecha a favor del señor capitán José de San Martín 187,10 libras esterlinas (ciento ochenta y siete con diez chelines) las cuáles serán entregadas en mano. Dicha cantidad que Ustedes me harán el favor de reconocer y pagar se descontará de mi cuenta personal. Permanezco siendo su más obediente servidor. Carta de Ohiggins a Baring Brothers y Cía (Londres), Lima 24/6. (1,T19,303)

Facundo Quiroga y su admiración por San Martín

Usted hizo muy bien en abandonar Bruselas y pasarse a Francia huyendo del cólera morbus para salvar la vida de su amable hija, mas yo y todos los hombres sensibles y buenos amigos hubiésemos querido que no hubiera parado hasta arribar en Buenos Aires, en donde según las circunstancias del día y por las noticias que me han dado, es Usted allí tan necesario para consolidar un gobierno sea cual fuere, pues sea unitario o sea federal lo que importa es cortar de raíz esa furibunda guerra que ha exterminado todas las Provincias del Plata. Hoy reina la paz, Quiroga llama a Usted redentor político para que haga la felicidad de su Patria; si es así, no debe Usted negarse. Carta de José Rivadeneira (Presidente del Tribunal Militar de Tercera Instancia) a San Martín, Lima 28/6. (1,T19,304)

Salvador Iglesias se presenta con el Poder de San Martín en Lima

Yo ignoraba que hubiese Usted mandado sus poderes a Ohiggins para que cobrase sus 9.000 pesos de la pensión anual y no los sueldos (esta distinción es a Usted favorable como al tiempo de la liquidación lo hice presente en la Tesorería General y al mismo Alvarez), cuyos poderes se habían sustituído en su presente apoderado. Arribó aquí Iglesias y me aseguró traía los poderes para la recaudación de cuanto a Usted se le debía. Yo era ministro, Gamarra se hallaba empapado en el Sur con la guerra de Bolivia, despachaba La Fuente conmigo, fui agente continuo con Iglesias para que se presentara seguro de que haría yo por Usted más que por mí mismo; pues sabe Usted lo que puede un ministro cuando favorece un hecho de justicia, y hallándose La Fuente al frente de los negocios, con quien contaba por muchos aspectos para sacar en bien de Usted cuanto era deseable. Iglesias me entretenía, y como podía ser de otro modo ¿ cuándo no tenía ningunos poderes, ni siquiera me dijo que Alvarez los tenía, con quién pude quedar de acuerdo ? Este silencio a perjudicado a Usted mucho. Carta de Rivadeneira a San Martín, Lima 28/6. (1,T19,305)

El retrato de San Martín en poder de Rivadeneira

Espero con ansia a mi paisano Delgado para recibir cartas suyas, Usted es el hombre que más amo, en mi estudio tengo un retrato suyo, en la sala dos láminas de las batallas de Chacabuco y Maipú, y el retrato grande que estaba en el Palacio (de Gobierno en Lima) me lo he traído y en él diariamente recuerdo los favores y amistad que dispensó al que aún en la eternidad le conservará su gratitud y amor y es su amigo invariable. Carta de Rivadeneira a San Martín, Lima 28/6. (1,T19,307)

Ohiggins y el Congreso chileno

El Diputado que suscribe, tiene el honor de someter a la consideración de la Sala de Representantes, algunas reflexiones en que debe apoyarse un acto de justicia eminentemente nacional, reclamado largo tiempo como una indemnización debida a grandes servicios y a las virtudes relevantes de un hombre público. Hablo señores, de la restitución a su empleo de Capitán General del distinguido ciudadano Bernardo Ohiggins. Moción de Gaspar Marín, Santiago de Chile 6/7. (4,T34,54)

Contestó el Secretario, que es un muchacho, Manuel Camilo Vial, que es gran mequetrefe como su padre, que no era una cosa nacional y que sólo era personal a don Bernardo Ohiggins. Le contestó Marín: "El dictamen de V es personal, porque es el único en la sala y estoy seguro de ella". Entonces calló el pintorcillo y no habló más y se dejó esto así. Carta de Ramón Aris a Ohiggins, Santiago de Chile 14/7. (4,T34,56)

El hijo de Arenales habla mal de San Martín

Verdad es que al manifestar yo mi disgusto a José Arenales (hijo de Arenales), entre otras cosas, por la intempestiva e inncesaria cláusula relativa a la retirada de Usted del Perú, convino de plano en que podría dársele sentido desairoso al carácter de Usted pero, declaró al mismo tiempo, que su ánimo no había sido jamás el de ofender la reputación de Usted; y trepidando entonces sobre enviar o no a Usted un ejemplar (biografía de Juan Alvarez de Arenales), le incité a que lo hiciera para que aprovechase la ocasión de darle las explanaciones que requería su obra en la que se refería al general San Martín. Ignoro lo que habrá escrito sobre esto. Carta de Guido a San Martín, Buenos Aires 15/7. (1,T19,308)

Las correspondencia es interceptada en Santiago de Chile y Buenos Aires

He desconfiado con razón de escribir a Usted por Buenos Aires, digo con razón porque es evidente el empeño que se ha hecho allí, y muy principalmente en Chile, para interceptar nuestra correspondencia, que siempre escrita conforme a los principios que han gobernado y guiado nuestros pasos por el bien de nuestra Patria y compatriotas, lejos de encontrar lo que buscaban han visto lo que ellos no son capaces de imitar, llenándolos de admiración, como me dicen aconteció por una carta mía interceptada y leída en la Logia de Santiago de Chile, donde se reunía la parte más corrompida de la Nación, y donde el honor y tranquilida de distinguidos patriotas son habitualmente sacrificados a las más despreciables pasiones y a los fines de viles facciones. Carta de Ohiggins a San Martín, Lima 17/8. (1,T19,310)

El Presidente del Perú elogia a San Martín

El actual Presidente de la República, general Gamarra, a quien he hablado de Usted, me ha contestado con elogios distinguidos de los eminentes servicios que el Perú reconoce en la persona de Usted. Él me contestó, y creo con sinceridad, que el Perú era la patria del general San Martín. Estas expresiones, casi nunca oídas de los otros Gobiernos anteriores, o más bien hostiles a su mejor amigo, conmovieron mi sensibilidad y me condujeron al silencio que en los profundos pesares guarda al que sufre angustiado. Carta de Ohiggins a San Martín, Lima 17/8. (1,T19,311)

San Martín y sus sueldos en Perú

No solamente los 1.000 pesos anuales que Usted me indica podrá pagarle el Perú por sus sueldos, sino también hasta 4.000 que corresponden a los haberes de gran mariscal de cuartel, que por las escaseses del Erario le tiene declarado, es cierto que hay retardos en los pagos del Ejército pero a fin de año se pagan. Los primeros 1.000 pesos que le pagaron a Usted fueron por cuenta de atrasos; los segundos mil pesos, por sus sueldos corrientes; de ambas sumas recibidas por mí he mandado a Usted por la Casa de los señores Baring Brothers y Cía y la de Messieur Delisle, Janvran, los corrientes libramientos, y el primero de los segundos 1.000 pesos también a los señores Delisle, con carta del señor Alvarez. Carta de Ohiggins a San Martín, Lima 17/8. (1,T19,312)

Ohiggins confía en Melián

La segunda que tengo recibida por el conducto de don José Melián, que me la remitió de Valparaíso, acompañándome dos más de V, una para doña María Gómez y la otra para don José Tomás Ramos, las que entregué en propia mano. Dicho Melián hasta la fecha en Valparaíso, no sé porque motivo. Carta de Ramón de Aris a Ohiggins, Santiago de Chile 27/9. (4,T34,88)

La hacienda de San Martín en Barriales se normaliza

Yo me he propuesto seguir con respecto a Chile igual conducta a la que Usted me indica por lo que hace a las Provincias de Buenos Aires. Me ha venido pasaporte del general Prieto (Presidente de Chile) y cartas en las que me llama a Chile. No pienso hacer uso de él hasta saber con evidencia que Usted (San Martín) haya llegado a Buenos Aires y piensa en venir a su chacra de Mendoza, en donde dicen se goza al presente de tanquilidad, y las haciendas se reestablecen progresivamente; también oigo que la de Usted perdió casi todos sus ganados, pero que en lo demás ha escapado mejor que otras. Si Usted, mi querido amigo, viniese a Mendoza no dude Usted que con mil gustos pasaré los Andes sólo por tener el placer de abrazarlo. CArta de Ohiggins a San Martín, Lima 9/10. (1,T19,315 y 4,T9,22)

San Martín en los baños termales en Aix La Chapelle

Los baños minerales de Aix, en Saboya, que fui a tomar en setiembre pasado me han repuesto y aliviado un tanto. Carta de San Martín a Ohiggins, París 22/12. (1,T19,318)

San Martín y Merceditas enfermos en su casa de campo

El cólera (cólera morbus: 4,T9,21) nos invadió a fines del citado mes (octubre) y mi hija fue atacada del modo más terrible, yo caí enfermo de la misma epidemia tres días después, figúrese Usted cuál sería nuestra situación no teniendo por más compañia que una criada. Afortunadamente el día antes de la enfermedad de Mercedes, el hijo mayor de nuestro amigo, el difunto general Balcarce, había llegado de Londres (se hallaba en nuestra compañía y paraba en nuestra casa de campo, en la que estábamos, dos leguas y media de esta Capital), éste fue nuestro redentor y sin sus esmerados cuidados ambos hubiéramos sucumbido. Mercedes se repuso al mes, pero yo fui atacado al principio de la convalecencia por una enfermedad gástrica intestinal que me ha tenido al borde del sepulcro y que me ha hecho sufrir inexplicables padecimientos por el espacio de 7 meses. Carta de San Martín a Ohiggins, París 22/12. (1,T19,318)

Merceditas y Mariano se casan, y se embarcan en el Herminie de Havre a Buenos Aires

He recibido los 3 libramientos de 1.000 pesos cada uno que han sido satisfechos religiosamente por los señores Baring. Un millón de gracias a Usted y al amigo Alvarez por esta oportuna remesa, ella no sólo me ha proporcionado satisfacer parte de los nuevos empeños que había contraído en mi penosa y larga enfermedad, sino que ha contribuído a realizar mis más deseadas esperanzas. Hace 5 años había formado el proyecto de unir a mi hija y al joven Balcarce, hijo mayor de nuestro honrado y difunto amigo ya citado y agregado a la Legación de Buenos Aires en Londres. Su juicio no guarda proporción con su edad de 24 años, amable, instruído y aplicado, ha sabido hacerse amar y respetar de cuantos lo han tratado, él no posee más bienes de fortuna que una honradez a toda prueba. He aquí todo lo que yo he deseado para hacer la felicidad de Mercedes, mi plan era que su unión se realizara a mi regreso a América, o mejor decir de aquí a dos años, pero visto el estado de mi salud la he anticipado a esta época calculando el estado en que quedaría mi hija si llegase a faltar su padre, así es que su enlace se ha realizado hace dos días (hace 9 días;1,T20,289); los dos esposos han partido ayer a embarcarse en el puerto de El Havre con destino a Buenos Aires, yo no he podido acompañarles porque mi actual estado de salud no me permite emprender una navegación dilatada, igualmente que por volver a tomar los baños de Aix que los facultativos me encargan el próximo verano, prescindiendo de las razones expuestas, me acompaña otra no menos poderosa que digo al amigo Alvarez y que comunicará a Usted. Carta de San Martín a Ohiggins, París 22/12. (1,T19,319)

Se dice que San Martín murió

Uno de los que me escriben con más empeño para decidirme a partir, es el mismo que hallándome en Lima, y habiendo corrido en Buenos Aires la noticia de mi fallecimiento, hizo en el célebre papel La Centinela, mi oración fúnebre siguiente: "El general San Martín fue la primera espada de Sudamerica, el primer tirano y el asesion de sus conciudadanos". Yo le he contestado simplemente que un tirano y asesino no era digno de mandar hombres libres. Carta de San Martín a Ohiggins, París 22/12. (4,T9,58)

San Martín viajaría a Buenos Aires en 1833 para reunirse con Merceditas

Como yo debo permanecer en Europa todo el año entrante le prevengo al amigo Alvarez me remita los fondos que pueda haber cobrado por cuenta de mi pensión, y si Usted puede hacer esta remesa por letras sobre la Casa Baring se lo agradeceré pues por otro conducto no presentará la misma seguridad y prontitud. Ya no hay remedio, es preciso unirme a mi hija en aquel país (Argentina), si no encuentro en él o Mendoza las garantías de tranquilidad que deseo me iré con mi familia a otro punto, bien sea Chile, Perú o Guayaquil. Yo continúo viviendo siempre en una casa de campo, a dos leguas y medias de esta ciudad, tanto por razón de salud como por repararme del bullicio inseparable de una gran Capital. Carta de San Martín a Ohiggins, París 22/12. (1,T19,319;1,T20,290)

La humedad es lo que mata, posible viaje de San Martín a Italia

Usted se quejará de no haber recibido ninguna mía por más de 8 meses (carta). Usted tiene razón Don Tomás, pero advierta Usted que si no le he escrito no ha sido por usar de represalia, y si por haberme visto con la maldita guadaña (muerte) cerca de mi pescuezo que no creí volver a cachumbear con Usted; sí mi buen amigo, 7 meses de padecimientos indecibles (cólera) me han acabado infinito, asi es que aunque cada día avanzo en mi mejoría, no me he encontrado aún capaz de emprender una larga navegación para acompañar a mi hija; por otra parte los Esculapios (Dios los libre de ellos) me han prescripto volver a tomar los baños termales de Aix que tan conocido bien me hicieron en setiembre pasado y que lo avanzado de la estación no me ha permitió continuar. En fin, mi amigo, yo deseo volver a mi país y ahora con más motivo que mi hija parte; pero entre los dos le aseguro que temo como a la muerte la chismografía de nuestro país. Si recobro un poco más de fuerzas mi objeto es el de pasar el presente invierno bien sea en el mediodía de la Francia o bien en Italia, para desde allí pasar la primavera entrante en Aix en Saboya, pues la humedad de París no me conviene absolutamente. Le recomiendo mucho, mucho y mucho a mi Mercedes. Ella sabe que Usted y Goyo son mis dos predilectos amigos; buen para de maulas. Lo miso digo con respecto a Balcarce cuyo joven estoy seguro le gustará. Carta de San Martín a Guido, París 6/12. (1,T20,136-139)

Miller en Santiago y La Fuente en Valparaíso

El general Miller (Guillermo) está aquí hace días. Nuestro amigo Antonio La Fuente ha llegado a Valparaíso, como 10 días, donde subsiste todavía, se dice vuelve a embarcarse otra vez para ir a traer a su madama; otros que no, que la espera, no sé la verdad de esto. Carta de Ramón de Aris a Ohiggins, Santiago de Chile 9/12. (4,T34,128)

Bibliografía

1) Instituto Nacional Sanmartiniano. Documentos para la Historia del Libertador General San Martín, Tomos (T) 1 al 20.
2) Espejo, Gerónimo. El Paso de los Andes.
3) Instituto Nacional Belgraniano. Documentos para la Historia del General Don Manuel Belgrano, Tomo (T) 1 al 7.
4) Instituto Ohigginiano. Archivo de Don Bernardo de Ohiggins, Tomos (T) 1 al 37.
5) Documentos para la Historia de la Bandera Argentina (2001), Guillermo Palomo y Valentín Espinosa.
6) Actas Capitulares de Mendoza, Tomo (T) 1 al 4.
7) El Redactor de la Asamblea 1813-1815.
8) Espinosa, José María. Memorias de Gervasio Antonio de Posadas.
9) Archivo Histórico de Tucumán.
10) Revista de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, Tomos (T) 1 al 25.
11) Registro Oficial y Nacional de la República Argentina.
12) Senado de la Nación Argentina, Biblioteca de Mayo, Tomos (T) 1 al 19.
13) Diario Los Andes.
X) Archivo General de la Provincia de Mendoza: Época Colonial e Independiente (EC,EI), Carpetas y Documentos (C,D), Protocolos (P).
Y) Archivo General de la Nación Argentina: Documentos Escritos.
Z) Archivo Nacional de Chile.