Belgrano en Jujuy, a la espera de San Martín

Fío en Usted la construcción de botes y balzas en el Río del Juramento convendrá no descuidarse en tener esta prevención pronta sea que el enemigo baje o que nuestras tropas suban hasta aquí. Oficio de Belgrano a Chiclana, Jujuy 2/1. (10,T1,N2,314)

Mi amigo y compañero; le contemplo a Usted en los trabajos de la marcha, viendo la miseria de nuestros países, y las dificultades que presentan con sus distancias, despoblación, y por consiguiente falta de recursos para operar con la celeridad que se necesita. Nada tenemos de movimiento de los enemigos, y me presumo que cada día que pase serán más circunspectos en bajar. Yo me hallo con una porción de gente nueva a quien se está instruyendo lo mejor posible; pero todos cual Adan. Deseo mucho hablar con Usted de silla a silla; para que tomemos las medidas más acertadas, y formando nuestros planes los sigamos, sean cuales fueren los obstáculos que se nos presenten; pues sin tratar con Usted a nada me decido. Venga Usted feliz a mis brazos son los votos que dirijo al cielo. Carta de Belgrano a San Martín, Jujuy 2/1. (1,T2,73)

Me avisa el Comandante de Vanguardia con fecha de ayer que según noticias dormía el enemigo en Cangrejillos, o Cangrejos, y que su fuerza consistía en mil quinientos hombres, y como esto coincide con los avisos que tenía antelados de que el enemigo saldría el 3,T7, o 4 de este, importa que VS se venga con toda la caballería, sin perjuicio del escuadrón que ya de antemano he prevenido, y juzgo en camino, a fin de que me proteja en la retirada que verificará en el momento que las noticias se califiquen de un modo que no deje que dudar. Oficio de Belgrano a San Martín, Jujuy 6/1. (1,T2,76)

Muy señor mío y mi estimado amigo: Como ya lo hago a usted descansando de las molestias del viaje, me he resuelto escribirle para rogarle, encarecidamente, que tenga a bien recibirse del mando de ese Ejército que, indispensablemente, le ha de confiar este Gobierno. Fuera política, y vamos al grano: Excelente será el desgraciado Belgrano, será igualmente acreedor a la gratitud eterna de sus compatriotas; pero sobre todo entra en nuestros intereses, y lo exige el bien del país, que por ahora cargue usted con esa cruz. No hay una comunicación de esos Pueblos que no se empeñe por semejante medida, y hasta el mismo Belgrano la adopta. Carta de Posadas a San Martín, Buenos Aires 6/1. (3,T7,340-341)

Terrada asume como Gobernador Intendente de Cuyo

Con fecha 16 del pasado tuve el honor de avisar a VS que el Supremo Poder Ejecutivo se había dignado en agraciarme en el empleo de Gobernador Intendente de la Provincia de Cuyo nuevamente formada, ahora vuelvo a tener la honra de avisar a VS mi llegada a este destino, asegurándole que pasado mañana tendré la satisfacción de tomar sus órdenes. Oficio de Terrada al Cabildo de Mendoza, Posta del Corral 12/1. (X,C749,D44)

San Martín y su Expedición llegan a Tucumán

Excelentísimo Señor: Ayer a las cinco de la mañana, he llegado a esta ciudad, habiéndolo y realizado las tres Divisiones que salieron de la Capital antes que yo. La cuarta entró a las cinco de la tarde, habiendo sufrido cada una de ellas una deserción bastante grande y por desgracia de los mejores Granaderos. A mi arribo, había ya marchado hasta Cobos, el primer Escuadrón por orden del Señor General, verificándolo hoy mismo el segundo conmigo en virtud del oficio del 6, que acompaño en copia. A mi corporación daré con seguridad, relativamente al Ejército noticias del mayor interés. La Avenida del Río Santiago, ha detenido el convoy de carretas, que forman la Primera División de Artillería, esperando cerca de la orilla, bajé, para verificar el paso. Se han dado órdenes correspondientes al Teniente Gobernador de Santiago, y a los comisionados para no perder un momento en este interesante negocio. Dios guarde a VE muchos años. Oficio de San Martín al Gobierno Nacional, Tucumán 12/1. (3,T7,342-343)

San Martín enfermo no se encuentra con Belgrano

Hoy recién he podido hablar en Cobos y despachar el Comandante de Escuadrón Río; porque cuando llegó ayer me encontró apurado con la terciana (fiebre con escalofríos que se repite cada 3 días) que me ha asaltado al tercer día de mi salida de Jujuy. Dicho Comandante me significó que le hacían falta de cuarenta a cuarenta y cinco lanzas, y como veinte carabinas, las cuales hará VS que se le remitan. La segunda al mando del Comandante Rojas, podrá regresar luego que se incorpore al Ejército y VS si puede venir a a encontrarme en el caso de que su enfermedad se lo permita, lo agradeceré; pero de no, también regrese sólo curarse, y a escoger la tropa que guste para su cuerpo, y según mi dictamen, que sea de los reclutas de Jujuy; porque son más sumisos, valientes, y no pasarán de sus casas si llegásemos a tener contrastes en el interior. Seguiré mi marcha mañana si la terciana me diere tiempo; pues deseo que organicemos lo que podamos a la mayor brevedad; es una desgracia que bajen quinientos a seiscientos hombres del enemigo, y que no los agarremos a todos. Oficio de Belgrano a San Martín, Ciénaga (Jujuy) 16/1. (1,T2,80)

Voy a pasar por el río, y respecto a hallarse Usted con la tropa tan inmediato, sírvase esperarme con ella. Carta de Belgrano a San Martín, Río Juramento (Salta) 17/1. (1,T2,83)

San Martín es nombrado Jefe del Ejército Auxiliar del Perú

El Supremo Poder Ejecutivo con fecha 18 de enero de 1814 expidió el título de General en Jefe del Ejército Auxiliar del Perú al Coronel de Granaderos de a caballo D. José de San Martín sin designar sueldo. Buenos Aires 18/1. (11,T1,253)

Por cuanto es de necesidad nombrar quien sirva el empleo de General en Jefe del Ejército Auxiliar del Perú, y en atención a los relevantes méritos y servicios distinguidos que ha contraído el Coronel de Granaderos a Caballo, José de San Martín, ha venido en nombrarlo por General en Jefe del referido Ejército. Nombramiento del Gobierno Nacional firmado por Larrea, Posadas, Rodriguez Peña y Allende a San Martín, Buenos Aires 18/1. (1,T2,84) y (3,T7,279)

En consecuencia de la dimisión del mando de ese Ejército, que VE indica en oficio de 17 de diciembre último, ha venido el Gobierno en acceder a su solicitud debiendo permanecer a la cabeza de su Regimiento bajo de las órdenes del Coronel de Granaderos a Caballo, Don José de San Martín, a quien con esta fecha se ha conferido el mando en Jefe mandando se le expida el correspondiente despacho de General y ordenando a VE, como se le previene, que luego que se presente el enunciado Coronel le entregue el mando, y le haga reconocer por tal General en Jefe, para que entre en el pleno goce de sus facultades y ejercicio de sus respectivas funciones. Lo tendrá VE entendido para su cumplimiento. Minuta del Gobierno Nacional a Belgrano, Buenos Aires 18/1. (3,T7,358-359)

Belgrano retrocede hasta Tucumán

Habiendo salido el 9 del corriente el ejército de mi mando en retirada para el Tucumán a consecuencia de las noticias que recibí de los movimientos del enemigo, dispuse que el coronel Manuel Dorrego se quedase en Jujuy con una partida de cazadores a caballo... Su objeto debía ser cubrir la retaguardia del ejército, conservar el territorio de Jujuy y Salta y hacer en lo posible todo mal al enemigo si éste llegase bajar. Oficio de Belgrano al Supremo Poder Ejecutivo, Estancia de las Juntas 21/1. (12,T15,13280)

Belgrano es jefe de San Martín

Visto que se pondrá a VS en marcha para la ciudad del Tucumán, y luego que llegue a aquel punto se dará a reconocer por segundo Jefe del Ejército de mi mando, por que en esta virtud le hayan y tengan, por tal segundo jefe obedeciendo y respetando sus órdenes todos los individuos dependiente de él, y haciéndolas obedecer y respetar de quienes corresponda. Consiguientemente procederá VS a tomar todas las medidas y disposiciones que crea oportunas para la mejor instrucción y disciplina de la tropa y reclutas que hay en aquella ciudad, y para el arreglo y adelantamiento de todo cuanto concierna y pertenezca al Ejército, pues espero de la actividad, celo, y conocimientos de VS el más feliz éxito en todas sus disposiciones. Oficio de Belgrano a San Martín, Juntas (Salta) 21/1. (1,T2,90)

Disponga VS que se busque inmediatamente al cazador Ramón Ruiz que bajó con pasaporte mío, dado en Cobos, para que se le curase en esa, y ordene que se le arreste, y se le ponga con prisiones incomunicado por ser espía del enemigo, hasta tanto que yo llegue. Esta diligencia se hará con toda actividad y prudencia para que no llegue a noticia del reo, y se escape; pues importa hacer ejemplares con esta canalla que prevalida del buen acogimiento que se les hace cometen tan execrable delito. Oficio de Belgrano a San Martín, Rosario (de la Frontera, Salta) 22/1. (1,T2,91)

Se acompaña a VS en blanco el despacho de Mayor General del Ejército de su mando, para que con presencia de todos sus oficiales y graduando la idoneidad del que deba desempeñar este importante encargo. Oficio del Gobierno Nacional firmado por Posadas, Peña, Larrea y Allende a San Martin, Buenos Aires 24/1. (1,T2,92)

Espero el parte de Dorrego (Manuel) referente al combate del 21. Le encarece el envío de viejos soldados de infantería para que den ejemplo a su tropa y le comunica su resolución de conservar como Mayor General interino al Coronel Balcarce. Pide no se libren pasaportes sin su conocimiento. Carta de Belgrano a San Martín, Trancas (Tucumán) 24/1. (1,T2,97)

El coronel Francisco Pico se encargará del Regimiento 6; en cuya consecuencia dará VS la orden para que se le reconozca por Comandante interino del expresado. Se dio a reconocer en la orden del Ejército en 25 del mismo, hay un rúbrica letra de San Martín. Oficio de Belgrano a San Martín, Trancas 24/1. (1,T2,100)

Mi amigo; incluyo el adjunto parte para que Usted lo vea mientras voy; Dorrego me apura para las municiones, y yo deseo que vengan volando y sigan hasta donde se halla; pues por la escasez se ve en la necesidad de alejarse de esa canalla que sólo por nuestra desgracia puede permanecer en Salta. Carta de Belgrano a San Martín, Alurralde (Tucumán) 25/1. (1,T2,104)

He recibido dos mil cartuchos mal acondicionados y pido diez mil más de fusil y cuatro mil de rifle en buen estado. Oficio de Belgrano a San Martín, Ticucho (Tucumán) 25/1. (1,T2,105)

Rodriguez Peña es Presidente del Consejo

A consecuencia de haberse aprobado por la Asamblea General el Reglamento para la conecentración del Supremo Poder Ejecutivo, ha nombrado por mayoría de sufragio para Presidente del Consejo al ciudadano Nicolás Rodriguez Peña. Buenos Aires 26/1 (11,T1,255)

Belgrano y San Martín se encuentran en...

Mi amigo; ya otro correo con oficio de Dorrego para entretenerse; rabio por mi estado de impotencia para batir la ridícula fuerza que ha venido a Salta. Usted crea que no ha de bajar más muy pronto, y que es falso lo de los batallones de Ramírez que dice el fusilado; pues estas voces las esparce Castro para sostener a los que ha traído. Diga Usted a nuestros Rojas que conviene hacer un diario de las operaciones del Ejército; escribientes no han de faltar, y con noticias podremos alimentar a los emigrados, y aún encender el fuego del patriotismo para que tome actividad. Dorrego nos dará materiales; y de cuando en cuando algún augurio no vendrá mal. Las municiones me ocupan la cabeza, la agua que cae me hace temblar por ellas, si no ha tenido celo el Comandante de Artillería, y el oficial conductor no es vigilante y activo; he detenido a uno de los que han venido por ellas para, si llegan, darles la dirección. Carta de Belgrano a San Martín, Ticucho 26/1. (1,T2,109)

Mi amigo querido; paso a Usted los partes que acabo de recibir de Dorrego, dando a Usted las gracias por la remesa de los cartuchos de fusil que tanta falta hacen; al mismo tiempo que me es sensible que no haya munición para rifles, y vea el abandono el Comandante de Artillería en no prevenir esta falta. Dios me dé paciencia para sufrir tanta especie de incomodidades como las que me abruman. El pensamiento de la turquesa para 22 balas en libra es bueno; pero no conseguiremos que sean ajustadas al cañon del rifle; más siempre valdrán algo más que las dos, y al fin la tendremos. Ya he mandado venir a Paillardelle para que se haga cargo de la Comandancia de Artillería; pues veo que de otro modo nada se ha de adelantar, y a lo mejor nos hemos de encontrar con que todos nos falta. Llegaré, y verá Usted las mismas almas muertas; todo esto proviene de males morales que se trata de hacer cundir por los mismos que deberían empeñarse en desterrarlos. Está bien el bando para los artesanos; más es preciso también pensar en sastrería para vestir la tropa, si le hemos de dar algún tono. La limpia del monte es a propósito, y si Usted se ha valido del Coronel Araoz se hará en un santiamen. Cuidado no tenga Usted contradicciones y etiquetas con las obras de la fábrica, porque hoy nos volvemos chismes y enredos; ojalá que nos quitaran atender a trabajos, y nos lo dieran todo hecho. Las solicitudes de plata lloverán, y es preciso hacerse el tramposo para libertarse de ellas; el furor del patriotismo se ha convertido mucho ha en platinismo. Sigo con alivio, y pronto dará a Usted un fuerte abrazo. Carta de Belgrano a San Martín, Ticucho 26/1. (1,T2,105-106)

Ohiggins al mando del ejército chileno

En este instante que acabo de llegar a esta plaza, recibo el suyo de VS del día de ayer con la orden del mismo día, en que me da a reconocer por general en jefe del ejército restaurador por disposición del Supremo Gobierno del Estado de Chile. Oficio de Ohiggins a José Miguel Carrera, Penco 2/2. (4,T2,45)

San Martín al mando del Ejército Auxiliar del Perú regresa a Tucumán

Los restos de éste que se recibió en Tucumán después de las desgraciadas derrotas de Ayohuma (14/11) y Vilcapugio (1/10), se componían de 577 hombres. Carta de San Martín a Miller. (Bruselas, 1827;1,T20,369-370)

Acompaño a VE en copia, las proclamas que he dirigido al ejército de mi mando y a los pueblos que están aún bajo la inmediata protección de VE. Oficio de San Martín al Supremo Poder Ejecutivo, Tucumán 30/1. (12,T15,13294)

El Señor Mayor General, hará saber en la Orden del Día, a los Comandantes de los Cuerpos, que por pretexto alguno, se instruya los nuevos reclutas en las medias vueltas a la izquierda, debiendo sólo verificarla a la derecha en dos tiempos y sin patada alguna, haciendo él a la derecha o a la izquierda en sólo uno y también sin golpe. Hijos valientes de la Patria: el Supremo Gobierno acaba de confiarme el mando en Jefe del Ejército. El se digna imponer sobre mis hombros el peso augusto pero delicado de su defensa. Soldados: confianza, subordinación y valor. Yo al admirar vuestros esfuerzos, quiero acompañaros en los trabajos para tener parte en las glorias. Yo voy a hacer cuanto esté a mis alcances para que os sean menos sensibles los males. Vencedores en Tupiza, Piedras, Tucumán y Salta, renovemos tan dulces, tan heroicos días. ¿ La Patria no está en peligro inminente de sucumbir ? Vamos, pues, soldados a salvarla. Proclama de San Martín a los Soldados, Tucumán 30/1. (3,T7,390)

Valientes tucumanos: Los lances de la guerra, han traído de nuevo a vuestro seno, los soldados de la Patria, con quienes os inmortalizasteis el año anterior. Tucumán es el teatro de los héroes. Yo os felicito ya, por los triunfos memorables, que nos esperan. El enemigo humillado en vuestro recinto, recuerda con horror el nombre tucumano. La sangre, la ruina, la desolación de vuestros Pueblos, ocupa una atención primordial. Haced conocer al mundo, que en vuestros hogares, está fijado el dique, que debe contener su irrupción: Constancia, unión, Tucumanos, y apareceremos invencibles. Yo vengo a trabajar entre vosotros. Fijad en mis deseos y en los esfuerzos que os prometo, las esperanzas que os da un compañero. Unido el Ejército de mi mando con vosotros. ¿ Tendrá la Patria a quién temer… ? Proclama de San Martín al Pueblo Tucumano 30/1. (3,T7,391. San Martín parte de Buenos Aires con el 1er y 2do Escuadrón de Granaderos a Caballo y el Batallón de Infantería nº7 al mando de Toribio de Luzuriaga: 2,104)

He recibido el oficio de VS de fecha 29 del pasado que le dirige a mi antecesor Belgrano, y quedo enterado de la entrega que le hicieron de diez cargas de municiones los alfereses Madariaga y Sandoval; como igualmente de la remisión que hizo Usted de cuatro de ellas a la vanguardia y que las seis restantes quedan en su poder. He dado providencias para que los puntos del pasaje que VS me indica se hallan desamparados, sean cubiertos como corresponda. Estoy informado de la buena comportación, y patriotismo de Usted y yo espero continuará con iguales sentimientos, desempeñando la comisión que mi antecesor le ha dado, procurando también promover los intereses de nuestra santa causa, pasándome los avisos que crea pueden interesar, y adoptando cuantas medidas sean oportunas, tanto para la seguridad general como para adquirir todas las noticias posibles del enemigo, remitiéndome cinco cargas de municiones de las seis predichas, y llevándose una consigo por si se ofrece auxiliar a la vanguardia. Carta de San Martín al Gobierno de Buenos Aires, Tucumán 3/2. (1,T2,111)

La Asamblea nombra a Posadas, Director Supremo

La Asamblea General Constituyente ordena, que la Suprema Potestad Ejecutiva se concentre en una sola persona, bajo las calidades que establecerá la ley. Valentín Gomez, Presidente; Hipólito Vieytes, Secretario. Buenos Aires 22/1. (11,T1,254)

La Soberana Asamblea en virtud de representación y propuesta, que hace el Supremo Poder Ejecutivo en 21 del citado enero (1814) sobre convenir al mejor servicio de la Patria (según las razones que expuso) el que el Gobierno de tres, debía de reconcentrarse en sólo una persona; determinó, después de discutir sobre el particular, y quedar conformados con dicha propuesta, el nombrar el sujeto, que debía de ocupar esta alta magistratura; y resultó entrar en votación, sobre el candidato que había de gobernar, y de ello, se resolvió la pluralidad de votos, en favor de unos de los Señores del Gobierno ejecutivo, recallendo la elección en el Señor don Gervasio Posadas. Las distinciones de este nuevo gobernante son 6; la número 3 dice: "llevará una banda bicolor, blanca al centro, y azul a los costados, terminada en una borla de oro, como distintivo de su elevada representación". Diario de Juan Manuel Beruti, Buenos Aires 22 y 31/1. (10,T12,N33,180-182)

La Soberana Asamblea con fecha 22 del ppdo. Enero ha resuelto lo siguiente: Convencia la Asamblea General Constituyente de la necesidad de concentrar el Supremo Poder Ejecutivo en una sola persona, ha recaído después de prolijas discusiones tenidas sobre la materia, por unanimidad de votos en el actual individuo del Gobierno, Gervasio Antonio Posadas y dispuesto que acompañado de los dos Diputados Valle y Pío de Elía, se apersonará a la brevedad posible en la Sala de Sesiones a prestar el debido juramento. Buenos Aires 1/2. (11,T1,256)

El Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata con fecha 1º del que rige me dice lo siguiente. La Soberana Asamblea General Constituyente en sesión en este día ha expresado el Decreto siguiente: Convencida la Asamblea General Constituyente de la necesidad de concentrar el Supremo Poder Ejecutivo en una sola persona, ha recaído, después de prolijas disenciones tenidas sobre la materia, por unanimidad de votos, en el actual individuo del gobierno Gervasio Antonio Posadas, y dispuesto que acompañado de los dos Diputados Valle y Francisco de Elío se persone a la brevedad posible en esta misma mañana en la Sala de las Sesiones a prestar el debido Juramento. Lo tendrá así entendido el Supremo Poder Ejecutivo para la debida observancia y cumplimiento. Firman: Valentín Gomez (Presidente) e Hipólito Vieytes (Secretario). Y habiendo tomado posesión del mando el día de ayer, en conformidad a la voluntad del Cuerpo Soberano, lo comunico a VS para su inteligencia, y que lo notorio en el sistrito de su mando. En su consecuencia lo traslado a VE para su inteligencia y gobierno. Oficio de Terrada al Cabildo, Mendoza 8/2. (X,C749,D45)

Posadas le ordena a Belgrano marchar a Córdoba

Luego que VS reciba la presente hará entender al brigadier Manuel Belgrano que sin pérdida de instantes se ponga en camino para la ciudad de Córdoba, dejando el mando accidental de su Regimiento en el oficial más antiguo, a quien corresponda por ordenanza, y cuando haya llegado a su destino, dé cuenta a esta Supremacía para impartirle las órdenes convenientes al mejor servicio del Estado. Lo tendrá VS entendido para su puntual cumplimiento. Oficio de Posadas a San Martín, Buenos Aires 5/2. (1,T2,114)

San Martín insta a Posadas a no separar a Belgrano del mando

Excelentísimo Señor: Anoche he recibido la Superior Orden de VE de 5 del corriente, para que haga entender inmediatamente al Brigadier Don Manuel Belgrano que, sin pérdida de instantes, se ponga en camino para la ciudad de Córdoba, dejando el mando accidental de su Regimiento en el oficial más antiguo, a quien corresponde por ordenanza, y que cuando haya llegado a su destino, dé cuenta a esa Supremacía para impartirle las órdenes convenientes al mejor servicio del Estado. Sin embargo del respeto con que miro todas las órdenes superiores y de mi habitual disposición a prestarles el más exacto cumplimiento, debo hacer presente a VE que ésta, por ahora, no puede tener efecto por hallarse dicho Brigadier enfermo al parecer de terciana y, que poniéndose en camino las lluvias y más que todo las calores, seguramente le agravarían la enfermedad y pondrían en grave riesgo su vida. Fuera de que es necesaria aún su permanencia en ésta para hacerme una formal entrega del Archivo de la Secretaría, que no la ha verificado hasta el día por haberse enfermado de igual accidente los oficiales de ella, con quienes ha de formar el inventario, a fin de que lo realice cuanto antes le paso con esta fecha el correspondiente oficio.

Con motivo pues de esta demora indispensable, he creído de mi deber informar a VE, que de ninguna manera es convenientela separación de dicho Brigadier de este Ejército, en primer lugar, porque no encuentro un oficial de bastante suficiencia y actividad que le subrogue accidentalmente en el mando de su Regimiento, que debe organizarse bajo un pie respetable y con la celeridad posible antes que adelante sus movimientos, el enemigo que se halla ya reforzado en Salta; ni quien me ayude a desempeñar las diferentes atenciones que me rodean con el orden que deseo, e instruir la oficialidad, que además de ser ignorante y presuntuosa, se niega a todo lo que es aprender, y es necesario estar constantemente sobre ella, para que se instruyan al menos de alguno que es indispensable absolutamente que sepan.

Después de esto, yo me hallo en unos países cuyas gentes, costumbres y relaciones me son absolutamente desconocidas, y cuya situación topográfica la ignoro; y siendo estos conocimientos de absoluta necesidad para hacer la guerra, sólo este individuo puede suplir su falta, instruyéndome y dándome las noticias necesarias de que carezco, como lo ha hecho hasta aquí, para arreglar mis disposiciones; pues de todos los demás oficiales de graduación que hay en el Ejército, no encuentro otro de quien hacer confianza, ya porque carecen de aquel juicio y detención que son necesarios en tales casos, y ya porque no han tenido los motivos que él para tomar unos conocimientos tan extensos e individuales como los que posee.

Últimamente, VE, esté firmemente persuadido que su buena opinión entre los principales vecinos emigrados del interior y habitantes de este pueblo es grande; que a pesar de los contrastes que han sufrido nuestras armas a sus órdenes, lo consideran como un hombre útil y necesario en el Ejército, porque saben su contracción y empeño, y conocen sus talentos y su conducta irreprensible, están convencidos prácticamente que el mejor General nada vale sino tiene conocimiento del país en donde ha de hacer la guerra, y considerando la falta que debe hacerme, su separación del Ejército les causará un disgusto y desaliento muy notable que será de funestas consecuencias, aun para los progresos de nuestras armas. No son estos unos temores vagos, sino temores de que ya hay alguna experiencia, pues sólo el recelo de que a la separación del mando del Ejército, se seguiría la orden para que bajase a esa Capital, ha tenido y tiene en suspensión y como amortiguados los espíritus de los emigrados de más séquito e influjo en el interior y de muchos vecinos de esta ciudad, que desfallecerán del todo si llegan a verlo realizado. Así espero que VE, pesando todas estas consideraciones y otras que no podrán ocultarse a su Superior penetración, que por lo mismo omito exponerlas, se dignará en obsequio de la salvación del Estado conservar en este Ejército a dicho Brigadier, o resolver lo que fuese de su Supremo Agrado. Oficio de San Martín al Gobierno Nacional, Tucumán 13/2. (3,T7,398-400)

Las Heras y la Batalla de Cuchacucha en Chile

El coronel Brueras con su acostumbrada intrepidez, hizo frente por todas partes hasta que fue auxiliado por las demás tropas, en particular por el valeroso sargento mayor de auxiliadores de Buenos Aires don Juan Gregorio de Las Heras, quien con 100 hombres de su cuerpo y bien sostenido por el capitán Vargas del mismo, avanzó en el mayor orden sobre el enemigo y lo obligó con pérdidas considerables a replegarse a una altura inmediata [...] El siguiente rasgo de valor personal no debe sepultarse en olvido. Un cabo del cuerpo de auxiliadores de Buenos Aires, Manuel Araya, viendo a un oficial enemigo que con suma intrepdez animaba sus tropas, marchó sobre él, mátalo y vuelve montado en su caballo a su formación. Otro oficial fue muerto por la partida de granaderos mandada por el capitán graduado don Bernardo Cáceres. Oficio de Juan Mackenna al Supremo Gobierno del Estado Chileno, Membrillar 23/2. (4,T2,98 y 12,T14,12849: detalle)

San Martín sin fondos para el pago de sueldos

En oficio de 18 del corriente me transcribió el Gobernador Intendente de esta Provincia, la Suprema resolución de VE de 29 del próximo pasado enero, en que desaprobando la providencia que adoptó la comisión directiva del interior de hacer regresar a este destino el dinero sellado en plata y oro que conducía a esa Tesorería General el doctor don Manuel Velez, ordenó se dirijiese a esa capital aprovechando la más pronta y segura oportunidad.
Con la misma fecha me comunicó la comisión directiva que desaprobada por VE aquella medida, ordenaba en consecuencia que fuesen remitidos los caudales con la dirección que llevaban, y las pastas conducidas a Chile para reducirlas a numerario; y que habiendo entrado en la caja militar la plata sellada que se mandó regresar, dispusiese el cumplimiento de la Suprema resolución de VE.
Aseguro a VE que acostumbrado por una parte a prestar la más ciega obediencia a las órdenes superiores, y empeñado por otra en el dificil encargo (que esa superioridad se dignó confiar a mis débiles fuerzas) de reorganizar y sostener este ejército, fluctué mucho rato en el amargo conflicto de no poder conciliar el cumplimiento de una y otra. Por el adjunto estado verá la supremacía de VE, que todo el fondo existente en la Comisaría de este ejército, apenas llega a la cantidad de 36.657$ y 4 Reales, y que lo gastado en el presente mes en el pago de un sueldo a la oficialidad, de 2$ a los Sargentos, Cabos y Soldados, y lo demás en hospital, maestranza, galpones, armería y parque, ascienda a la de 35.335$; de manera que, por la comparación de los gastos indispensables con el caudal existente, resulta que economizando todo lo posible, apenas habrá dienro para un mes, esto es, sin que entre en el cálculo, el valor de la carne que consume el ejército y otros artículos que se toman de prestado.
Ya dije a VE en mis comunicaciones anteriores, que yo no había encontrado mas que unos tristes fragmentos de un ejército derrotado. Un hospital sin medicinas, sin cajas de instrumentos, sin útiles para el servicio, sin colchones, almohadas, sábanas ni cubiertas de ninguna clase, presenta el sensible espectáculo de unos hombres tirados en el suelo, que después de haberse sacrificado en una campaña desastrosa, añaden a la aflicción de sus males el desconsuelo de no poder ser atendidos del modo que reclama la humanidad y sus propios méritos. Unas tropas tan desnudas que se reciente la decencia al ver un defensor de la Patria con el traje de un pordiosero. Una oficialidad que en mucha parte no tiene como presentarse en público, por haber perdido sus equipajes en las últimas accioenes de guerra. Mil clamores de estos por sus sueldos devengados; de emigrados que han servido en el interior y carecen de arbitrios para subsistir; de viudas en fin, que han perdido sus maridos en la última campaña. Gastos urgentes en la maestranza, sin los que no es posible habilitar nuestro armamento para ponernos en estado de contener los progresos del enemigo. Sobre todo, la reorganización y subsistencia de este ejército, es decir, de cerca de 3.000 hombres, que reunidos en este punto sin otro objeto ni ocupación que la disciplina y servicio militar, es preciso proporcionarles desde la gorra hasta el zapato, mantenerlos, vestirlos, armarlos y municionarlos. Yo faltaría, señor Exmo, a mi deber, a mi honor, y a la misma confianza que VE se ha servido hacerme, si dejase de exponer a VE con la franqueza que me caracteriza, que esta provincia no presenta ya recursos para sostener este ejército; que el país se pierde y el ejército se disuelve, si VE no lo socorre.
Estos son, exmo señor, los urgentes motivos que me han obligado a obedecer y no cumplir la superior orden indicada, y representar a VE sobre la absoluta necesidad de aquel dinero para la conservación del ejército; creo que VE como Director Supremo y como conservador de este ejército, como Padre de unos pueblos que reclaman altamente su protección, y sobre todo, como Primer jefe del Estado, no llevará a mal una medida en que se interesa la seguridad y salvación de la Patria.
Más si contra toda esperanza no mereciese esta resolución la superior aprobación de VE, en el momento que VE me lo avise por un espreso, despacharé a esa capital el resto del dinero regresado, quedando en este caso, con el desconsuelo de no poder llenar el primero de mis encargos. Oficio de San Martín al Director Supremo, Tucumán 23/2. (2,107-111)

Cuando por las comunicaciones de 11 y 16 de febrero próximo pasado ordené al Gobernador Intendente de esa provincia la pronta remisión de los caudales venidos del Perú, tuve presente la necesidad que había de un breve socorro en muchos de los puntos del territorio de las provincias libres, después de las últimas desgracias de nuestras armas, y en especial en ese ejército que debía ser el antemural contra las ulteriores irrupcioens del enemigo. Buenos Aires 9/3. (2,111-112)

San Martín recibe la Bandera, Belgrano presagia el Cruce de los Andes

Un General desgraciado rara vez es oído; porque las operaciones militares se juzgan por los resultados; pero felizmente mis súplicas fueron atendidas, y he tenido la complacencia de que me haya sucedido en el mando el benemérito Señor Don José de San Martín, Coronel del Regimiento de Granaderos a Caballo cuya probidad, conocimiento y demás circunstancias son conocidas en Europa, no menos que entre nosotros. Creedlo, os lo digo yo, llena sus deberes de General en Jefe, y los llenará con otro acierto que los que hemos sido Generales, sin más que por habernos dado este título. Me glorio de estar a sus órdenes, y estoy cierto de que os habéis de gloriaros conmigo luego que lo veréis derrotando al Tirano, y despedazando las cadenas que os agobian. Oíd pues sus órdenes: cumplidlas, y ejecutadlas con la seguridad de que cantaréis la victoria y de que os veréis libres de la opresión, disfrutando los bienes de una Nación Independiente cual la formáis. Uníos, y conservad vuestra firmeza, y constancia a prueba, para que no seáis el ludibrio de vuestros enemigos, y no tengáis que estar manteniendo, con vuestro sudor y vuestra sangre, a los mismos que os subyugan, y quieren conservaros en la horrorosa esclavitud, en que os han tenido, desde que acabaron con tanta atrocidad a vuestros Padres, y se apoderaron de vuestro suelo. No os olvidéis de pedir al Todo Poderoso por el acierto de tan digno Jefe, poniendo por intercesora, a nuestra Generala María Santísima de Mercedes. He depositado en sus manos la Bandera del Ejército, que en medio de tantos peligros he conservado, y no dudéis que la tremolará sobre las más altas cumbres de Los Andes, sacándolos de entre las garras de la tiranía, y dando días de Gloria y de paz a la amada Patria. Oficio de Belgrano al Gobierno Nacional, Tucumán 25/2. (3,T7,407-409) (Plan para el Cruce de los Andes de Enrique Paillardelle)

Ohiggins y los Carrera en el sur de Chile

En este momento me acaban de pasar una representación firmada por los comandantes, oficialidad de los cuerpos y pueblo, exigiendo el arresto de VV.SS. para asegurar la tranquilidad y seguridad de esta ciudad. Con este objeto se han reunido en el parque de artillería. He contestado que VV.SS. mañana antes de las 10 me han asegurado su separación de esta ciudad. Oficio de Ohiggins a José Miguel y Luis Carrera, Concepción 1/3. (4,T2,80)

Belgrano es separado del Ejército Auxiliar del Perú y deja Tucumán

Contéstese al General Don José San Martín; que sin embargo de cuanto expone en su comunicación de 13 de febrero anterior, debe llevarse a efecto la Orden de esta Superioridad de 5 del mismo mes, por convenir así al servicio de la Patria, y al interés individual del Brigadier Don Manuel Belgrano, cuya conducta militar, en las acciones de Vilcapugio y Ayohuma, deberá resultar acreditada de las diligencias, que esta misma Superioridad encargó a la Comisión Directiva y, que por la disolución decretada de ésta, VE encarga con fecha del día al Auditor General de aquel Ejército, Doctor Don Antonio Alvarez Jonte. Oficio del Gobierno Nacional, Buenos Aires 1/3. (3,T7,400)

Mándole cumplir lo resuelto con respecto al brigadier Manuel Belgrano, le previene acerca de la demora en el cumplimiento de órdenes. Oficio de Posadas a San Martín, Buenos Aires 2/3. (1,T2,120)

Enterado el Supremo Director del oficio de Vuestra Señoría de 18 del pasado, en que da cuenta que por la separación del coronel Manuel Belgrano, ha nombrado por Comandante Interino del Regimiento Nº 1, al Coronel Graduado Don Carlos Forest, ha venido en aprobar esta disposición de su orden lo comunico a Vuestra Señoría para su inteligencia. Oficio del Gobierno Nacional a San Martín, Buenos Aires 1/4. (3,T7,454)

Por orden de Buenos Aires, Mendoza paraliza la obra pública

Enterado este Gobierno de la Suprema disposición de 24 de febrero pasado, que VS se sirve insertarle, que mandan cesen todas las obras públicas, que a expensas de los fondos de esta Ciudad se habían entablado, previene a VS quedan sin efecto sus anteriores resoluciones sobre la materia, y se lo avisa a VS para su inteligencia, y en contestación de su aviso de 12 del presente. Oficio de Terrada al Cabildo, Mendoza 14/3. (X,C749,D51)

Marcos Balcarce y el Combante de Quilo en Chile

La oficialidad y tropas se han comportado con el mayor valor, y hubo varias acciones de braveza personal, que oficialmente detallaré a VS cuando el tiempo lo permita, pero no debo postergar por un momento el informar a VS el distinguido valor que ha manifestado el digno jefe del Estado Mayor, el coronel Marcos Balcarce. Oficio de Juan Mackenna a Ohiggins, Campamento de Ranquil 21/3. (4,T2,113)

San Martín y los combates de Guachipas, San Bernardo y Bañados

El paisanaje está tan empeñado en hostilizar al enemigo e impedirle la extracción de ganados que me asegura el mismo Saravia (Apolinario) que la expedición que emprendió anteriormente el coronel Castro, al mando de 400 hombres avanzándose hasta Guachipas, no pudiendo sacar más ganado que el que iba protegido de todas sus fuerzas; porque los patriotas campesinos de entre los bosques perseguían , destruían y ahuyentaban cuantas partidas mandaban a recogerlo. Oficio de San Martín al Supremo Director del Estado, Tucumán 23/3. (12,T15,13300; detalle de las acciones: 13303)

En comunicación de 20 del corriente me avisa el teniente coronel Martín Miguel Guemes comandante de las avanzadas que cubren la línea del Pasaje, que en 18 del mismo sorprendió el comandante del fuerte de Pitos don José Gabino Sardina un destacamento enemigo que se hallaba en el de San Bernardo, haciendo prisionero al oficial comandante Mariano Santibañez, 1 cabo y 8 soldados. Por conducto del mismo Guemes dio parte el capitán comandante de patriotas Pedro José de Zabala de una guerrilla que tuvo el 9 del corriente en el Carril del Bañado con una partida enemiga de 10 hombres. Oficio de San Martín al Supremo Director, Tucumán 23/3. (12,T15,13301)

San Martín recibe instrucciones de Belgrano desde Santiago del Estero

Mi amigo: Hablo a usted como tal, y según mis deseos de sus aciertos. No sé quién ha venido por aquí con la noticia de las reglas reservadas con que deben gobernarse los Cuerpos, inculcando en la del duelo; me lo han preguntado varios vecinos, asombrados, y a todos he contestado que ignoro, y aun disuadiéndoles.
Son muy respetables las preocupaciones de los Pueblos, y mucho más aquellas que se apoyan, por poco que sea, en cosa que huela a religión. Creo muy bien que usted tendrá esto presente, y que arbitrará el medio de que no cunda esa disposición, y particularmente de que no llegue a noticia de los Pueblos del Interior.
La guerra, allí, no sólo la ha de hacer usted con las armas sino con la opinión, afianzándose siempre ésta en las virtudes naturales, cristianas, y religiosas; pues los enemigos nos la han hecho llamándonos herejes, y sólo por este medio han atraído las gentes bárbaras a las armas, manifestándoles que atacábamos la Religión.
Acaso se reirá alguno de este mi pensamiento; pero usted no deje llevarse de opiniones exóticas, ni de hombres que no conocen el país que pisan; además por ese medio conseguirá usted tener el Ejército bien subordinado; pues él, al fin se compone de hombres educados en la Religión Católica que profesamos, y sus máximas no pueden ser más a propósito para el orden.
Estoy cierto de que los Pueblos del Perú no tienen una sola virtud, y que la Religión la reducen a exterioridades todas las clases, hablo en lo general; pero son tan celosos de éstas que no cabe más, y aseguro a usted que se vería en muchos trabajos si notasen lo más mínimo en el Ejército de su mando que se opusiese a ella, y a las excomuniones de los Papas.
He dicho a usted lo bastante; quisiera hablar más; pero temo quitar a usted su precioso tiempo y mis males tampoco me dejan. Añadiré únicamente que conserve la bandera que le dejé; que la enarbole cuando todo el Ejército se forme; que no deje de implorar a Nuestra Señora de las Mercedes, nombrándola siempre Nuestra Generala, y no olvide los escapularios a la tropa; deje usted que se rían; los efectos le resarcirán a usted de la risa de los mentecatos que ven las cosas por encima.
Acuérdese usted que es un General Cristiano, Apostólico Romano; cele usted de que en nada, ni aún en las conversaciones más triviales se falte al respeto de cuanto diga a nuestra Santa Religión; tenga presente no sólo a los Generales del Pueblo de Israel, sino al de los gentiles, y al gran Julio César que jamás dejó de invocar a los dioses inmortales, y por sus victorias en Roma se decretaban rogativas. Se lo dice a usted su verdadero y fiel amigo. Carta de Belgrano a San Martín, Santiago del Estero 6/4. (3,T7,456-457)

Expresando sugerencias acerca de la organización y manutención del Ejército que deberá llevar a la victoria. Carta de Belgrano a San Martín, Santiago del Estero 21/4. (1,T2,131)

Ohiggins es Brigadier

Por cuanto son demasiado notorios los relevantes servicios, conocimientos y virtudes militares del general en jefe del ejército restaurado, don Bernardo Ohiggins, coronel del ejército de las tropas del Estado, he venido en conferirle el empleo de brigadier de ellas. Oficio de Francisco de la Lastra y Andrés Nicolás de Orjera, Santiago de Chile 18/4. (4,T2,137)

San Martín y el Cruce de los Andes

No se felicite, mi querido paisano, con anticipación de lo que yo puedo hacer en esta, no haré nada, y nada me gusta aquí. No conozco los hombres y el país, y todo está tan anarquizado que yo sé mejor que nadie lo poco o la nada que puedo hacer. Ríase V de esperanzas alegres. La Patria no hará camino por este lado del Norte que no sea una guerra puramente defensiva, defensiva y nada mas; para eso bastan los valientes gauchos de Salta con dos escuadrones buenos de Veteranos. Pensar en otra cosa, es empeñarse en echar al pozo Ayron hombres y dinero. Asi es que yo no me moveré ni intentaré expedición alguna. Ya le he dicho a V, mi secreto. Un ejército pequeño y bien disciplinado en Mendoza para pasar allí a Chile y acabar con los godos, apoyando un gobierno de amigos sólidos para concluir también con la anarquía que reina; aliando las fuerzas pasaremos por mar a tomar a Lima; ese es el camino y no este, mi amigo. Convénzase V que hasta que no entremos sobre Lima, la guerra no se acabará. Deseo que nombren V V alguno más apto que yo para este puesto; empeñecé V para que venga pronto este reemplazante, y asegureles que no aceptaré la intendencia de Córdoba. Estoy bastante enfermo y quebrantado; más bien me retiraré a un rincón y me dedicaré a enseñar reclutas para que los aproveche el gobierno en cualquiera otra parte. Lo que yo quisiera que V V me diera cuando me restablezca, es el gobierno de Cuyo. Allí podrá organizarse una pequeña fuerza de caballería para reforzar a Balcarce, en Chile, cosa que juzgo de grande necesidad si hemos de hacer algo de provecho, y le confienso que me gustaría pasar allá mandando ese cuerpo. (2,129-130)

Vacunas gratis para los vecinos de Mendoza

Devuelvo a VS la representación hecha por el ciudadano Mariano Videla sobre la vacuna, que en oficio de 23 del corriente VS me adjuntó, la que vista por este Gobierno ha sido de su aprobación, y queda de proporcionar las medidas sin gravámen de los propios de la Ciudad de poderle señalar una cantidad que le recompense este importante servicio, cuyo reglamento se publicará por bando para inteligencia del vecindario. Oficio de Terrada al Cabildo, Mendoza 25/4. (X,C749,D53)

Guillermo Brown bloquea el Puerto de Montevideo

Quedo impuesto de su última comunicación del 8; y ya está prevenido el Ministro de Hacienda de tomar todas las medidas que estén a su alcance para hacer a ese Ejército alguna remesa de dinero. Por lo demás, debe Usted obrar según las circunstancias, y como que tiene la cosa presente; atancando al enemigo, o manteniéndose en la posición en que se halla según lo estimare por más conveniente. El plan con respecto a Montevideo es bien claro. La Escuadra está bloqueando el puerto. Moldes pasó a la colonia con todo su Regimiento, con 80 o 100 Granaderos de a Caballo, y con 4 piezas de Artillería y su respectiva dotación. Si somos felices, dentro de dos meses, han de marchar a reforzar a Usted 2.000 hombres. Si somos desgraciados, y levantamos el sitio de necesidad, del propio modo hemos de reforzar a Usted con 1.000 o 1.500 hombres. Carta de Posadas a San Martín, Buenos Aires 26/4. (1,T2,137-138)

San Martín enfermo solicita licencia para ir a Córdoba

Todos los facultativos del ejército se han reunido ayer para tratar el estado de mi salud, y todos unánimente han sido de parecer de mi pronta salida para la sierra de Córdoba, por lo que le ruego a VE se digne concederme licencia para recuperar mi atrasada salud. Oficio de San Martín al Poder Ejecutivo, Tucumán 27/4. (12,T15,13308)

He sabido, con el mayor sentimiento, la enfermedad de Usted. Dios quiera que no haya seguido adelante, y que esta le halle en entera salud. Hago memoria que Usted me dijo pasaba de los 36 años, y ésto me consuela; porque he oído a médicos, de mucha fama, que en esa edad ya no es temible echar sangre por la boca, a menos que no provenga de algún golpe. Sea lo que fuere, quisiere poder dar a Usted todo alivio; pues mi gratitud es, y será invariable. Carta de Belgrano a San Martín, Santiago del Estero 28/4. (1,T2,139)

Con indecible sentimiento he recibido anoche a las 10, la comunicación que Usted de 27 de abril anterior; en que me avisa el estado de su quebrantada salud, y me pide licencia para pasar a repararla en la Sierras de Córdoba por dictamen de los facultativos; y sin embargo de que con esta misma fecha ordeno al Gobernador Intendente de aquella Provincia que le tenga preparada una cómoda habitación, le manifiesto a Usted que la licencia que le concedo desde luego por este mi oficio, es y se entiende extensiva hasta esta capital, u otro cualesquiera punto que Usted elija para lograr tan importante objeto como el de la recuperación de su interesante salud. Luego que Usted se resuelva a usar de la licencia que le dirijo con esta fecha para separarse de ese ejército a solicitar la recuperación de su quebrantada salud en la sierra de Córdoba, o en esta capital; entregará el mando en interín y con toda la plenitud de facultades a su Mayor General, el coronel Francisco Fernandez de la Cruz, haciéndolo dar a reconocer en la forma de estilo. Oficio de Posadas a San Martín, Buenos Aires 6/5. (1,T2,141-142)

Francisco Fernández de la Cruz reemplaza a San Martín

Luego que VS se resuelva a usar de la licencia que le dirijo con esta fecha para separarse de ese ejército a solicitar la recuperación de su quebrantada salud en la sierra de Córdoba, o en esta Capital; entregará el mando en interin y con toda la plenitud de sus facultades a su mayor general don Francisco Fernandez de la Cruz. Oficio de Posadas a San Martín, Buenos Aires 6/5. (12,T15,13315. El 24/1 es nombrado Mayor General del Ejército Auxiliar del Perú: 11,T1,254)

José Rondeau reemplaza a de la Cruz

Otra circunstancia no menos grave había ocurrido en aquellos mismos días. Recibí pliegos por extraordinario en que se me noticiaba el fatal estado de salud en que se quedaba el general del ejército de Tucumán, don José de San Martín. Mandé reunir consejo extraordinario con asistencia de algunos jefes militares. Empezamos a hacer reflexiones, cuando llegó otro pliego de posta en posta ganando instantes en que se me hacía la más triste pintura de la salud de dicho general, que no daba esperanza de alivio por lo frecuente y copioso del vómito de sangre que lo atacaba; de modo que en el momento mismo que leíamos esta noticia, lo hacíamos en la eternidad. Con presencia de estos oficiales acordamos que, el comandante del Nº 2, don Carlos de Alvear, saliese a la ligera a encargarse del mando de aquel ejército; mas a poco que reflexionamos nos pusimos en el caso de que no estando como no estaba dicho ejército capáz de operar activamente contra el enemigo, ni pudiendo estarlo en mucho tiempo si no nos llegaba armamento y otros útiles, o si a toda costa no los adquiríamos de la plaza de Montevideo, parecía más acertado hacer el último esfuerzo saliendo la escuadra, pasando toda la fuerza disponible al sitio, encargándose Alvear del mando en jefe con amplias facultades para estrechar el sitio y operar definitivamente, pasando el coronel don José Rondeau a Tucumán a ocupar el lugar de San Martín y continuar en la organización y disciplina de aquel ejército. Memorias de Gervasio Antonio Posadas. (8,55-57)

Los mendocinos atrasados con los impuestos

Con fecha 13 del pasado dije a VS que para cumplir con órdenes superiores debía enterarse, a la posible brevedad, en cajas del Estado los 4.000 pesos de la contribución extraordinaria de los dos primeros meses (enero, febrero) pertencientes a esta Ciudad, y espero que habiendo pasado suficiente tiempo para la recolección de ellos se cumpla hoy mismo la citada orden, verificando sucesivamente la entrega de los dos siguientes marzo y abril. Oficio de Terrada al Cabildo, Mendoza 12/5. (X,C749,D54)

Alvear, French, Zapiola y Rondeau se embarcan rumbo a Montevideo

Consiguiente a lo que a Usted avisé por mi extraodrinario el día 8, le digo ahora, que ya Alvear se embarcó ayer a la una de la tarde con Zapiola, y toda la mejor tropa. Nuestra Escuadra ha apresado varios buques costaneros cargados de leña y trigo, con más un bergantín procedente de Málaga con cargamento de vino y otros artículos. Estas presas las ha tomado a la vista de todo el pueblo de Montevideo, y de su Escuadra puesta en franquia, que no ha salido a defenderlas, y de consiguiente nos dan idea de que están muy acobardados. Con que amigo mío, pongase Usted bueno cuanto antes para celebrar los triunfos que probablemente nos aguardan. Carta de Posadas a San Martín, Buenos Aires 10/5. (1,T2,144)

De intento no quise escribir en el correo del 18, porque aguardaba de un momento a otro el resultado de nuestra Escuadra para comunicárselo por extraordinario. Con efecto, anoche antes de la comedia llegó, y se leyó en ella el adjunto parte, que ha llenado a este gran pueblo de un júbilo indecible e inexplicable; de modo que me tuvieron sonrojado toda la noche con tantas alamaciones de placer, como si yo tuviera arte o parte en esto, si no la señora suerte que al cabo se cansó un día de echar azares. Sirva ésta para el amigo Jonte, Cruz, y demás amigos. Al Gobernador de la provincia y a Cruz como que está con el mando se les comunica de oficio por la Secretaría. Acá quedamos celebrando este golparrón a los marinos de Montevideo y Ustedes allá hagan cuánto quieran, y algo más si está Usted y sigue mejorado. Basquez llegó al sitio con los pliegos, y encontró a French con el mando a causa de estar Rondeau muy malo de dolor de costado, y de consiguiente no lo pudo hablar en el día de su llegada. Al siguiente mejoró a poder de un caustico, lo vio, les entregó los pliegos, y quedó todo allanado. Con esta noticia Alvear después que corrió a Otorgués y le quitó una linda y numerosa caballada salió para el sitio el 16, de modo que esperamos de un instante a otro noticias de su recibimiento, y de las fiestas que habrá habido en el Ejército con la derrota indecente de la Escuadra Montevideana; y esto después de haber perdido dos bergantines, uno de Málaga y otro de la Coruña, que ya están en estas balizas. Con que amigo ánimo y a ponerse bueno, que parece que estas fiestas mayas apuntan bien. Carta de Posadas a San Martín, Buenos Aires 20/5. (1,T2,145-146)

Posadas le ordena a Belgrano marchar a Buenos Aires

Siento mucho que los males continúen; quisiera poder contribuir a los alivios de Usted; pero en la parte que puedo, encargo a mis parientes que tengo en esa, que hagan cuánto les sea dable en su obsequio; por lo pronto el Dr. Pedro Uriarrete, Cura de este pueblo, saludará a Usted en mi nombre, y se le ofrecerá, no menos que Pedro Carol, a quien escribo ejecute lo mismo; Usted digales lo que quiera, seguro de que le servirán como a mi mismo. Con arreglo a orden del Gobierno marcho a Buenos Aires; saldré mañana de aquí; valgo nada, más cuanto yo fuese capaz de ser útil a Usted pondré en ejecución, si Usted quiere creer que soy su amigo y en consecuencia gustaré ocuparme. Carta de Belgrano a San Martín, Loreto (Santiago del Estero) 22/5. (1,T2,149)

Guemes y la victoria en Vilcapugio

Creo de mi deber elevar a la consideración de VS la gloriosa victoria conseguida en la mañana del 25 de mayo...El día 23 hallándonos acampados en el ejército en el lugar de las Lagunillas tuvimos un pasado del enemigo que nos aseguró que se hallaba situado cerca de Vilcapugio. Oficio copia de Guemes. (12,T15,13316; detalle de las acciones)

Cruz, Guemes y Arenales elogian a San Martín por organizar el Ejército del Perú

La completa organización y disciplina del ejército que puedo asegurar a VE se halla ya en un estado que no dudo podrá dar dentro de poco tiempo días felices a la Patria. Todo ello es debido a los conocimientos y empeños del general San Martín y a la actividad de los jefes de los regimientos. Oficio de Francisco Fernandez de la Cruz al Supremo Director del Estado, Tucumán 1/6. (12,T15,13319)

En el impetu del avance que hicieron a los enemgios, lograron matar dos, y quitar la carga de frenos, un fusil y una pistola. Y tiene VS que la acción emprendida por dichos bomberos (Vicente Maravilla, Cosme Romano e Ignacio Cardoso, fueron a bombear al enemigo y observar sus movimiento) es una de las arriesgadas y recomendadas por el señor San Martín y ordenanzas del ejército. Oficio de Guemes a Fernandez de la Cruz, Campamento principal en Concha 17/6. (12,T15,13329)

Que a su tránsito por el pueblo de Pescado, tuvo el gran consuelo y complacencia de recibir las comunicaciones oficiales que le despachó desde el Tucumán el señor general don José de San Martín en 26 de marzo de este año con el duplicado de las instrucciones y demás que se le dirigieron en 28 de febrero anterior. Que si hubiese tenido la suerte de que llegasen antes a sus manos las advertencias que se le hacían sobre la clase de guerra que debe adoptar le habrían servido imponderablemente y él tendría la satisfacción de haber obrado arreglado a ellas, como lo hará puntualmente en lo sucesivo. Declaración de Juan Antonio Alvarez de Arenales a José Rondeau, Piray 25/6. (12,T15,13363)

Montevideo es sitiada el 23 de Junio

Respire ese corazón; Montevideo es nuestro por capitulación. Carlos (Alvear) está dentro con sus tropas; la Escuadra del Estado se halla apoderada del puerto. French ha traído los pliegos. No hay tiempo para más; los pormenores irán por otro extraordinario. Póngase Usted bueno y ataque la maldita enfermedad para poder resistir a Pezuela (Virrey del Perú) si como Usted me dice se acerca al Tucumán. Carta de Posadas a San Martín, Buenos Aires 24/6. (1,T2,154)

Los adjunto documentos acreditan la posesión quieta y pacífica en que nos hallamos de la Plaza de Montevideo. Carlos (Alvear) me dice en su carta, que hemos ganado un tesoro, pues por un cálculo prudencial ascienden a 6 millones, los pertrechos de guerra. Con estos noticiones, lo hago a Usted enteramente bueno y alegre; ya mandé salir de Santa Fe para ese Ejército a Igarzabal con todo el Cuerpo de Cazadores, y de Mendoza a Heras (Gregorio de Las Heras) con toda la tropa que repasó la Cordillera. Las fiestas (25 de Mayo) aquí concluyeron ayer con toda solemnidad, haciendo por último la función del Corpus. No hay tiempo para más. Carta de Posadas a San Martín, Buenos Aires 27/6. (1,T2,155)

Juan José Paso es Diputado en Chile

Las dos importantes comunicaciones del 24 y 27 de junio último que dirigió por dos extraordinarios el Supremo Gobierno de Buenos Aires, por cuya diputación resido cerca del Gobierno Supremo de este Estado, me presentan un motivo plausible o la ocasión que deseaba para tener el honor de saludar a VE y felicitarle en la memoria de los triunfos de la pasada campaña y digno empeño con que sostiene los derechos sagrados de la libertad del país. Los adjuntos, duplicado en copia del primero y otro idem con tres impresos del segundo, impondrán a VE del memorable suceso de la ocupación de Montevideo. Oficio de Paso a Ohiggins, Santiago 11/7. (4,T2,238)

San Martín se niega ir a Buenos Aires a tomar su licencia

Alvear ha engrosado el Ejército con más de 2.000 plazas, pues ha tomado compañias enteritas de granaderos sin faltar un solo hombre; y luego aquí conforme vayan llegando han de tomar partido otros muchos cuando se vean separados de la vista de sus jefes, y por no salir a las guardias de la frontera. Por consiguiente hemos de poner en ese Ejército el pie de fuera que Usted me indica, y talvez más. Peña se embarcó anteayer a la una, con el doctor Gazcón de asesor, Moreno de secretario y el edecán Floro, a relevar a Carlos, el cual se vendrá al momento, a no ser que Artigas no haya entrado en la transacción y tenga que batirlo. Mucho me encargó Peña a su despedida, que dijiese a Usted que no había recibido la carta que le anunciaba en la mía de ahora dos o tres correos. Aunque Usted me dice que sigue aliviado, todos los amigos me aseguran que está Usted malisimamente en ese desierto, que es un poco desarreglado, que su enfermedad es grave, y la cura larga y prolija. ¿ Por qué mil demonios, ya que no quiere Usted venirse a su casa (Buenos Aires), por qué digo no viaja a esa ciudad de Córdoba que está tan inmediata, adonde al menos tendrá el de la sociedad que suele ser el principal para la distracción ? El maldito Bonaparte la embarró al mejor tiempo; expiró su Imperio (Napoleón es depuesto el 3/4), cosa que los venideros no creerán en la historia; y nos ha dejado en los cuernos del toro. Yo soy de parecer, que nuestra situación política ha variado mucho y que de consiguiente deben también varias nuestras futuras medidas. Carta de Posadas a San Martín, Buenos Aires 18/7. (1,T2,164-168)

Ossorio ordena deponer las armas en Chile

Habiendo desaprobado en todas sus partes el excelentísimo señor Virrey de Lima el convenio celebrado en 3 de mayo último entre don Bernardo Ohiggins, Juan Mackenna y el brigadier Gavino Gainza, por no tener éste tales facultades, se contrario a la instrucción que se le dió, a la nación y el honor de sus armas, y habiendo en consecuencia tomado yo el mando de ellas en este reino, debo manifestar a VV.SS. que si en el término de 10 días contados desde la fecha no me contestan prontos a deponerlas inmediatamente, a renovar el juramento hecho a nuestro soberano el señor don Fernando VII, a jurar obedecer durante su cautividad la nueva Constitución española y el gobierno de las Cortes nacionales y admintan el que legítimamente se instale para el reino, daré principio a las hostilidades. Oficio de Ossorio 20/8. (4,T2,331)

San Martín en Córdoba

San Martín es recibido por el gobernador José Javier Díaz Albornoz. Se traslada a la casa de Eduardo Pérez Bulnes en la villa de Saldán y se instala en su finca.

El Ejército Auxiliar del Perú ordenado y organizado

Fui encargado del mando del Ejército del Alto Perú en noviembre de 1813. Los restos de éste que se recibió en Tucumán después de las desgraciadas derrotas de Ayohuma (14/11) y Vilcapugio (1/10), se componían de 577 hombres; en este estado formé un fuerte número de guerrillas al mando del teniente coronel Güemes para que con los bravos gauchos de Salta contuviese al enemigo y le hiciese una guerra de recursos y por este medio ganar tiempo para organizar el ejército, lo que pudo hacerse con tanta rapidez (por la eficaz cooperación de las provincias de Salta, Tucumán, Santiago y Catamarca) que en mayo de 1814 en línea 3.700 hombres de todas armas con un tren de 14 piezas. Por esta misma época mandé construir la Ciudadela del Tucumán con el doble objeto: 1º de oponer aunque son tropas nuevas una viva resistencia en caso de ser atacado, y 2º, el de evitar la deserción tan propensa en el soldado del país por la dificultad de acostumbrarlo a una disciplina severa estando por su educación acostumbrado a una vida sumamente independiente y casi errante. Permanecí en el Ejército del Alto Perú hasta fines de mayo del mismo año, que hallándome gravemente enfermo pasé con licencia del Gobierno a la Sierra de Córdoba a convalecer; desgraciadamente esta enfermedad impidió el seguir las comunicaciones secretas que el general jefe había entablado con el general del ejército enemigo Castro, que se hallaba en Salta mandando la vanguardia, después pasado por las armas por el general Pezuela por una sublevación que hizo en favor de los independientes. Restablecido algún tanto se me encargó del mando de las provincias de Cuyo, punto que se hacía muy interesante por cuanto se temía que la invasión del general Osorio tuviese resultados funestos para los patriotas. Carta de San Martín a Miller. (Bruselas, 1827;1,T20,369-370)

Permítame aquí hacer justicia a los importantes servicios prestados por el general San Martín en tan espantosa crisis, los que jamás han sido tenidos en cuenta como se merecen. Fue una suerte para Buenos Aires haber escogido a un oficial tan capacitado, de tanto juicio, prudencia y conocimientos militares, para remediar los desastres de Vilcapugio y Ayohuma. Necesitaba un Fabius y lo encontró en el general San Martín. Antes que él llegara a Tucumán, la ruina parecía inevitable, pero en cuanto hizo su aparición se restableció la confianza. Los reclutas vinieron a sus filas y pronto los convirtió en buenos soldados. Mientras se disponía a enfrentar al enemigo en un campo de batalla, llevó a cabo una exitosa guerrilla con los valientes e infatigables hombres de Salta y Tucumán, que tienen todo el derecho de compartir con Chile, en ésta como en otras ocaciones, la gloria de haber evitado que Buenos Aires cayera en manos de Pezuela y sus soldados. Carta de Ohiggins a Bernardino Rivadavia. (Lima 18/9/1826; 4,T31,140)

Gobernador Intendente de la Provincia de Cuyo

Don Gervasio Antonio de Posadas, Director Supremo de las Provincias Unidas del Rio de la Plata. Por cuanto a repetidas instancias del Coronel de Ejército don Juan Florencio Terrada, tuve a bien relevarlo de el Gobierno de la Provincia de Cuyo, nombrando en su lugar al benemérito Coronel de Ejército don Marcos Balcarce, Jefe de la División Auxiliar al Estado de Chile (es nombrado Brigadier en Chile el 19/5/1814: 4,T21,367-371), por conceptuarlo exonerado de aquella grave y delicada comisión a causa de haber cesado allí los motivos de la guerra con el Ejército de Lima, y despedidole el propio Gobierno de Chile; y comunicándome este ahora por extraordinario que acabo de recibir, no solo la necesidad que tiene de que le provea de algunas armas, sino también, que ha vuelto a llamar en su auxilio a la Capital de Santiago la supradicha división del mando del coronel Balcarce quien la había dejado en la Villa de los Andes para que repasase la cordillera luego que lo permitiese la estación; con cuya novedad se hace igualmente de nuevo indispensable la residencia del nominado coronel Balcarce en Chile a la cabeza de aquellas tropas; así por los conocimiento locales que ha adquirido de aquel país en las campañas que con tanto honor ha desempeñado, como por la mayor confianza que su presencia infundirá en los soldados, y por los demás fines y objetos de que con esta fecha he tenido a bien instruirle por separado. Por tanto, y debiendo recaer el mando de la dicha Provincia de Cuyo, que incesantemente llama mi atención y desvelos por la común felicidad de aquellos distinguidos vecinos, en un Jefe de probidad, prudencia, valor y pericia militar cuyas calidades con las demás que se requieren para su desempeño concurren en la persona de don José de San Martín, Coronel del Regimiento de Granaderos a Caballo y General en Jefe que acaba de ser en el Ejército Auxiliar del Perú; he venido en nombrarlo a su instancia y solicitud (de San Martín) por tal Gobernador - Intendente de la Provincia de Cuyo, con el doble objeto de continuar los distinguidos servicios que tiene hechos a la Patria, y el de lograr la reparación de su quebrantada salud en aquel delicioso temperamento (clima). En cuya conformidad ordeno al actual Gobernador de dicha Provincia y al Cabildo de la Ciudad de Mendoza su Capital, que luego que se presente con éste mi despacho el nominado don José de San Martín, le hagan inmediatamente entrega formal del mando; y le tengan, hayan y reconozcan, por al Gobernador Intendente con el sueldo, honores, distinciones y prerrogativas que han gozado y debido gozar sus predecesores, y que les han sido y debido ser guardadas bien y cumplidamente sin que se le falte en cosa alguna; comunicándose igualmente este nombramiento a los Cabildos de las ciudades de San Juan y San Luis, para que lo hagan entender a los partidos de sus respectivas jurisdicciones; y tomándose razón de él en la Contaduría Mayor, Tesorería General del Estado, y en la de Mendoza por la que se le ha de satisfacer el sueldo de tres mil pesos anuales. Que es fecho en esta fortaleza de Buenos Aires, firmado de mi mano, sellado con el de las Armas del Estado, y refrendado de don Nicolás de Herrera mi Secretario de Gobierno y del Despacho Universal, a diez días del mes de agosto de mil ochocientos y catorce. VE nombra Gobernador Intendente de la Provincia de Cuyo a Don José de San Martín, Coronel del Regimiento de Granaderos a Caballo. Tomóse razón el Tribunal de Cuentas, Buenos Aires a 10/8 por Antonio de Poziga. Tomóse razón en la Contaduría General de Ejército y Hacienda de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Buenos Aires a 10/8 por Roque González. (1,T2,169-174)

San Martín sin ningún conocimiento en esa ciudad (Mendoza), le pide al Gobernador Intendente de Córdoba le proporcionase algún sujeto a quien pudiese hacerle el encargo de buscarle un alojamiento, éste indicó a Domingo Corbalán, a cuyo Señor le escribió, suplicándole se tomase esta molestia. (1,T2,184-187)

Si acaso aún no se hubiera Usted puesto en marcha para su Gobierno, le acompaño bajo cubierta del amigo Ocampo (Francisco Ortiz) los adjuntos impresos, pues no hay otra cosa que mandarle en el día, ni noticia alguna de mayor fundamento. Páselo Usted bien, y no tenga ocioso a su verdadero amigo. Carta de Posadas a San Martín, Buenos Aires 26/8 (1,T2,177). La carta no es recibida por San Martín debido a que deja Córdoba el 27/8. (1,T2,195)

Gazeta Ministerial 119

Promociones del Departamento de Gobierno. Gobernador Intendente de la Provincia de Cuyo, el coronel de granaderos a caballos don José de San Martín, en virtud de haberlo solicitado él mismo. Buenos Aires 28/8. (2,125)

San Martín llega a Mendoza

Acusando el recibo de VS en que se digna comunicarnos su digna promoción al mando de esta Provincia; tenemos el honor de significarle, que los votos generales de este vecindario sancionan la resolución suprema, con el suspirado deseo, de que se aceleren los momentos de su feliz arribo a ésta. El Cabildo siguiendo la costumbre y en cumplimiento de sus deberes le ha preparado la casa en que debe alojarse (calle Corrientes 343,T7, Ciudad de Mendoza), la persona de VS y su comitiva; y cree que ésta prevención, siendo de la aprobación de VS con su aceptación haber recibido en ello una de las primeras gracias de su generosidad y política. Firmado por: José Antonio Gonsalez, Gregorio Villanueva, Clemente de Segura, Marselino Videla, Melchor Corvalán e Ignacio Bombal; Oficio del Cabildo a San Martín, Mendoza 3/9. (1,T2,178).

7 de Setiembre

En la mañana... Puedo asegurar a VS con la franqueza que me es característica, que en todo el curso de mi vida he tenido sentimiento igual como el que recibí al leer su expresivo y atento oficio de tres del corriente ¿ y será creíble que la primer prueba de afecto con que VS me distingue me vea en la dura pero precisa necesidad de no admitirla ? ¡ y de quién ! De un cuerpo respetable por quien no dudaría un sólo momento sacrificar mi existencia; si Señor, mi palabra comprometida es la que me hace no aceptar el generoso ofrecimiento de la casa que VS me había preparado. Sin ningún conocimiento en esa ciudad, e ignorando la fineza que VS había de usar conmigo, supliqué al Señor Gobernador Intendente de Córdoba me proporcionase algún sujeto a quien pudiese hacerle el encargo de buscarme un alojamiento, éste me indicó a Domingo Corbalán, a cuyo Señor le escribió, verificándolo yo igualmente en fecha de 27 del pasado, suplicándole se tomase esta molestia. A VS no se le ocultará mi comprometimiento con aquel Señor Gobernador Intendente; y por otra parte yo estoy muy seguro el que VS reprobaría una inconsecuencia de tal tamaño en un jefe que tiene el mayor honor de mandar esta provincia. Yo no puedo demostrar de otro modo, mis respetos hacia VS, y la sinceridad de mi modo de pensar sobre este particular, si no poniendo por garante al tiempo; el hará ver la distinción y afecto que tanto a ese virtuoso y patriótico cuerpo, como a los individuos que lo componen les profesaré. Anoche llegué a esta Posta, y no obstante lo que he sufrido en la marcha, llegaré a esa al ponerse el sol para tener el placer de contarme en esa respetable y virtuosa corporación. Carta de San Martín al Cabildo de Mendoza, Posta del Retamo (Ciudad de Junín, Mendoza). (1,T2,184-188)

Al medio día... Cuando este Cabildo recibió con placer la noticia de la provisión de VS al mando de nuestra Provincia, se propuso desde luego hacer alguna demostración que lo acreditase en proporción al corto tiempo que mediaba, tal ha sido la de recibir y hospedar a VS con habitación preparada; en este concepto le sería sumamente sensible salir desairado en el primer paso de su gratitud. Firman: José Antonio Gonsalez, Gregorio Villanueva, Clemente de Segura y el síndico procurador José Simeón Moyano. Carta del Cabildo a San Martín, Mendoza. (1,T2,189)

En la tarde... Si VS cree -no obstante mi oficio de esta mañana- se hace un desaire a su representación, estoy pronto a pasar a la habitación que me tiene preparada por el tiempo preciso a dejar a VS en el lugar que le corresponde. VS me hace sacrificar lo más sagrado (queda mal con Corbalán y el gobernador de Córdoba), pero todo lo doy por bien empleado, por el beneficio de estos habitantes. Carta de San Martín al Cabildo, Posta del Retamo. (1,T2,190)

8 de Setiembre

El Supremo Director del Estado ha nombrado al coronel José de San Martín para ocupar el mando de esta Provincia, que por renuncia mía quedaba vacante y debiendo a las 12 de este día prestar el juramento de estilo ante mi en la Sala Capitular del Ayuntamiento, se lo aviso a VS para que reunido en ellos se lleve con este acto la enunciada Suprema Disposición precediendo las formalidades acostumbradas. Balcarce al Cabildo de Mendoza. (X,C23,T7,D1,Nota 504)

Exmo Señor; tengo el honor en participar a VE de haber recibido yo del mando de esta Provincia que VE se había dignado confirmarme; mi dedicación al desempeño de tan importante cargo, será la prueba más relevante de mi agradecimiento y me congratulo que bajo la dirección de VE llenaré los deberes a que estoy destinado. San Martín al Director Supremo. (X,C23,T7,D1,Nota 505)

Las autoridades de Mendoza cumplen con lo mandado por el Superior Director y queda registrado el nombramiento de San Martín en la Contaduría de Hacienda y en la Caja del Estado, siendo firmado por Marcos Balcarce y el secretario Manuel José Amite Sarobe (1,T2,175).

Juana Montenegro heroína en la batalla de Belén

A consecuencia del parte dado por el gobernador intendente interino de Entre Ríos, don Blas José Pico en 29 de setiembre último sobre el triundo de las armas de la patria ganado en el mismo día en el paso de Belén, acordó el Supremo Director del Estado con esta fecha lo que sigue... Y en consideración al mérito que especialmente ha contraido Juana Montenegro batiéndose con el enemigo con un esfuerzo superior a su sexo al lado del soldado dragón su esposo, vengo desde luego en mandar que dicha Juana Montenegro pase revista en el expresado regimiento desde el día del ataque, y se le abone por toda su vida el haber de soldado, dándosele especialmente las gracias por su heróico valor. Firmado por Javier Viana (Gobernador Intendente de Córdoba) y publicado en la Gazeta Ministerial el 16/10, Buenos Aires. (12,T14,12837)

El Desastre de Rancagua en Chile

Le informo que terminaron los desacuerdos domésticos entre el Gobierno de Chile y Bernardo de Ohiggins; pero crece el conflicto a punto muy alto. El general Mariano Osorio ha relevado a Gainza e hizo la intimación de guerra y se viene sobre esta Capital con 2.000 bayonetas, y la artillería y caballería correspondientes por dos vías, la una el camino real en el que ha avanzado de Curicó para acá, y la otra por el camino de la costa por tierra. Esto está en gran riesgo; y esa división también lo corre ahí; conviene reservar esto y no alarmar el país; esto es de la mayor necesidad, pero al mismo tiempo es necesario proveerse para no hallarse en un peligro inevitable. Carta del diputado Juan José Paso al teniente coronel Juan Gregorio de Las Heras (Santa Rosa de Lima, Chile), Santiago de Chile 5/9. (1,T2,183)

Posesionado del mando de esta Provincia que el Supremo Director del Estado ha tenido a bien confiarme, tengo la satisfacción de comunicarlo a Usted para su inteligencia, al mismo tiempo que de ofrecerle a Usted mi servicios. Carta de San Martín a Paso, Mendoza 13/9. (1,T2,191)

Ya es tiempo de reunir el grande ejército. V debe ocupar el lugar de generalísimo; es preciso salvar a Chile a costa de nuestra sangre; yo a su lado serviré ya de ayudante de campo, ya dirigiendo cualquiera división, pequeña partida o manejando el fusil. Es necesario para la conservación del Estado no perdonar clase alguna de sacrificios; el influjo de V en el ejército, alguno pequeño mío, reunido, será alguna ayuda; si aguardamos al enemigo en el llano de Maipo, soy de dictámen es ventajoso a los piratas, así por el ejemplo manejo de armas en las nuevas tropas invasoras, como porque las nuestras las corromperán en el mismo Santiago y se desertarán a sus casas. Rancagua es el punto que debe decidir nuestra suerte. PD: Acabo de saber que Freire se ha retirado a Rancagua; el enemigo ha avanzado partidas a Pelequén. Oficio de Ohiggins a José Miguel Carrera, 14/9. (4,T2,368)

El enemigo viene marchando de Talca, aunque a paso lento, y por Valparaíso ha vuelto a aparecer el Potrillo y el navío Asia (1,T2,192). Al otro día, dice que el enemigo viene marchando, y amenaza por la costa y hacia el lado del Norte, única puerta que si toma, me fritieron (1,T2,202). Cartas de Paso a Balcarce, Santiago de Chile 15 y 16/9.

Le mando ropa, muebles y el archivo de la diputación, por si creciere el riesgo de mi existencia en ésta por la aproximación del ejército enemigo, o si asomaren recelos de desembarco hacia ese lado de la costa. Carta de Paso a Las Heras, Santiago de Chile 18/9. (1,T2,204)

En este momento marcha el ejército hacia Rancagua. Este punto ciertamente es inexpugnable si se custodia como corresponde. Mándeme VE 1.000 hombres de infantería, 300 de caballería de fusil, igual número de lanceros, la culebrina de a 8 y el obús, y yo soy responsable que el enemigo no le penetrará jamás; pero si la defensa de él se hace con sólo la fuerza que existe aquí en el día, mucho nos exponemos. Según los partes que adjunto del teniente coronel Bernardo Cuevas y del capitán Rafael Anguita, se dirige Ossorio con su artillería para aquel destino, y cuando él lo ejecuta, trae ánimos sin duda, de allanar cualquier obstáculo que se le presente. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Maipú 18/9. (4,T2,377)

Acompaño a VE el parte que me da el teniente coronel Bernardo de la Cueva, relativo a orientarme de la situación que ocupan las fuerzas enemigas avanzadas, y manifestándome sus designios para asaltarlas. Le he contestado no conviene por ahora hacer esta tentativa, y si sólo en el caso de ser segura la victoria. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Mostazal 19/9. (4,T2,380)

En este momento he tenido noticia cierta que una considerable guerrilla enemiga se halla ya en la orilla del Cachapoal, en la punta que llaman de Cortés. No hacen muchas horas a que remití a VE el parte que me da el teniente coronel Bernardo de las Cuevas de que otra división se hallaba en la casa de Valdivieso. Haberse avanzado esta última partida hasta el río sabiendo que hay fuerzas nuestra bastante en Rancagua, y que marcha todo el ejército para allá, me hace presumir ha salido de San Fernando todo el grueso del suyo para atacarnos. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Mostazal 19/4. (4,T2,380)

En el de VS confía la patria sus triunfos. Hoy marchan los vestuarios para los auxiliares. Mañana saldrá con 20 hombres, el comandante general de artillería. Antes de 4 días caminarán otros tantos, y yo estaré muy pronto con VS conduciendo cuanto puede dar Chile. Oficio de José Miguel Carrera a Ohiggins, Santiago de Chile 19/4. (4,T2,381)

La columna enemiga que se presentó al río como en disposición de pasar, se ha retirado. El capitán Freire con 100 dragones pasó al otro lado a hacer el reconocimiento, cuyo resultado espero por momentos me avise. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 20/9. (4,T2,383)

El enemigo está al frente de Cachapoal en una columna muy considerable. Se está tocando generala y me preparo a defender este punto a toda costa hasta perder el último soldado. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe, Rancagua 20/9. (4,T2,384)

Como a las 12 del día he llegado a ésta, de Rancagua, con el ejército de mi mando. Estoy acampado en la plaza y he tomado ya todas las precauciones necesarias para evitar toda sorpresa. He sabido que una división enemiga se halla en la villa de San Fernando, otra en la Angostura de Pelequén con dos, y dos guerrillas de bastante consideración en las casas de Manuel Valdivieso. La una de éstas, que avanzó hasta Cachapoal, lo hizo con el designio de cortar la retirada al capitán Freire, mientras la otra lo entretenía por el frente. Este buen oficial los burló completamente y llegó aquí sin novedad anoche temprano. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 20/9. (4,T2,386)

Hecho el reconocimiento por el capitán Freire de la fuerza enemiga que ayer se nos presentó al frente, resultó ser sólo una guerrilla, que se retiró precipitadamente luego que entendió la intrepidez con que el referido Freire y sus soldados avanzaron sobre ella. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 21/9. (4,T2,387)

Acompaño a VE el estado de los desertores que ha tenido el Batallón nº 3. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 21/9. (4,T2,390)

Continue sus marchas hasta llegar a este punto como le ha ordenado el señor general José Miguel Carrera. Oficio de Ohiggins a José María Portus, Rancagua 21/9. (4,T2,392)

El Estado me adeuda 8 meses de sueldos, mi familia se halla en esta capital destituída de toda clase de numerario para su manutención y decoro... deberé a VE se sirva mandar se entregue a mi señora madre doña Isabel Riquelme el importe que me adeuda. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 22/9. (4,T2,393)

Me alegro que haya Usted sido bien recibido de esas gentes, y que el temperamento le adapte a la salud; en breve tendrá allá su costilla (Remedios), con cuya amable compañía se acabará de poner bueno, y hará una vida tranquila y deliciosa. ¿Y de los amigos chilenos, que quiere Usted que hagamos? Trate Usted con el paisano Balcarce sobre los siguientes particulares, para no repetir cartas de un mismo tenor. Estando cómo estamos, empeñados en la campaña del Perú, no podemos divertir una considerable parte de nuestra fuerza como la de 1.500 hombres hacia el Estado de Chile. Con que por ahora lo que importa es dar a Chile esperanzas, prestarse Las Heras a auxiliarlos con esa corta división, darles los fusiles que tiene sobrantes si no consigue reclutas o si Usted no se los puede mandar, para que las armas siempre estén en hombres nuestros; y arreglar en esa ciudad y su provincia lo que se pueda; interín acá me peleo por mandar tercerolas, sables viejos, o demonios coronados para que se ponga la cosa en un pie de defensa. Sírvase Usted decir al paisano Balcarce que tenga esa por suya, que nuestros objetos por esta parte son muchos y de preferente atención, que nos hace muchísima cuenta batir con tiempo y aniquilar todas las fuerzas del Perú o del mando de Pezuela, y que nuestros bastos proyectos sobre Chile los hemos de realizar si la fortuna nos sopla, no para subyugar a esos mancarrones como inicuamente se lo presumen, sino para entrarlos en el sendero de la unidad de sentimientos y conformidad de ideas, a fin de establecer un gobierno sólido y estable contra todos los ultramarinos. Carta de Posadas a San Martín, Buenos Aires 24/9. (1,T2,210-212)

Han llegado en este momento dos hombres de San Fernando, quienes afirman contestes, que ayer salió Ossorio con el resto de su ejército de aquel punto; caminó toda la noche y esta mañana temprano se hallaba ya en las casas de Manuel Valdivieso. Aviso esta ocurrencia al señor Juan José (Carrera), que se halla acampando en los Graneros del conde Toro. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 25/9. (4,T2,405)

Después que a los primeros amagos del enemigo todo indicaba un próximo empeño, se han quedado las cosas en el estado que dice mi oficio; y aunque muchos se persuaden que el enemigo venía confiado, más que en su fuerza en la debilidad de la nuestra, que se prometía con la división de los partidos empeñados entonces en batirse, yo desconfío tanto de ella como me parece maliciosa la retirada de Pezuela que refiere el parte de nuestra Gaceta. La conducta de estos Señores para Buenos Aires es del mismo espíritu de aversión que la de los demás chilenos; todos, todos sin excepción, de una le son rivales con amargura. Carta de Paso a Posadas, Santiago de Chile 25/9. (1,T2,221-222)

He recibido el reglamento que VE adjunta a su oficio de ayer. Tiemblo al contemplar el fatal resultado que puede ocasionar esta medida, que aunque justa será bien recibida del soldado. Estamos al frente del enemigo; cualquiera cosa que suene a descuento de su prest le infundirá el mayor desagrado. Nada querría decir el que se suspendiera por un mes si fuese posible. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 26/9. (4,T2,406. El reglamento pasa al mes siguiente: idem,415)

Se ha sabido últimamente de positivo que el pirata Ossorio se halla ya en las casas de Francisco Valdivieso, con el grueso de su ejército. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 26/9. (4,T2,407)

Una columna enemiga, en que dicen vienen los borbones, se ha presentado al frente de Cachapoal, en el vado de esta Villa. Se está batiendo con nuestras avanzadas y en auxilio de éstas van saliendo 100 hombres de infantería, del batallón nº3... De esta ocurrencia se ha dado parte en este instante a Juan José (Carrera), quien está acampado a la izquierda, una legua de distancia de aquí, en la chacra de Diego Valenzuela. La tropa está excelente, y creo sin equivocarme que hoy dará un día de gloria a la patria, aun cuando los piratas acometieran con todo su ejército. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 27/9. (4,T2,411)

Después que se presentaron ayer a nuestra vista los barbones (conocidos tales por su vestuario), hicieron varias evoluciones y escaramuzas, y luego se retiraron. Oficio de Ohiggins a Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 28/9. (4,T2,413)

Espero a VE por momentos para darle un fuerte abrazo. Si conseguimos reunir toda la fuerza en este punto, no sólo nos hacemos impenetrables, sino podremos dar algunos malos ratos al pirata Ossorio, y a su gavilla de asesinos. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 28/9. (4,T2,416)

Creo indudable que la seguridad de nuestras glorias consiste en agarrarnos un mes para la organización del ejército que, aumentado en el número, disciplina y armamento, podrá entonces emprender decisivamente la expulsión de los piratas. Oficio de José Miguel Carrera a Ohiggins, Santiago de Chile 28/9. (4,T2,417)

Se está concluyendo éste cuando ha llegado otro espía, quien me asegura que anoche han aproximado los piratas toda su artillería hasta una arboleda situada a 6 o 7 cuadras de distancia del río Cachapoal tal hoy o mañana tendremos una acción sangrienta o acaso decisiva. Oficio de Ohiggins a Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 29/9. (4,T2,418)

La religión y la humanidad, me mueven a hablar por segunda y última vez, para que depongan esas traidoras armas, que aquellas dos virtudes, y el clamor de los pueblos miran como un signo de reprobación civil. Se acerca el momento en que los buques de guerra van a desplegar sin oposición las fuerzas marítimas que cooperan con mi Ejército, y esté inflamado como nunca, espera con impaciencia mis órdenes para vengar con sus armas la causa de su Rey. Carta de Ossorio al Gobierno de Chile, San Fernando (Chile) 29/9. (1,T2,223)

En este momento ha llegado un huaso del ejército enemigo con nombre de parlamentario. Trae el pliego que a VE ajunto, encargándome Ossorio lo remita a sus manos a la mayor brevedad. Oficio de Ohiggins al Presidente y General en Jefe de los Ejército del Estado chileno, Rancagua 30/9. (4,T2,419. Batalla de Rancagua: idem,418-427)

En Rancagua a 80 km al sur de Santiago de Chile, el brigadier Ohiggins se enfrenta contra el general realista Osorio, siendo derrotados el 2/10. Comienzan un éxodo masivo de chilenos a Mendoza, por miedo y temor a represalias.

Remedios deja Buenos Aires y viaja a Mendoza

A la señora doña Remedios Escalada de San Martín esposa del señor don José de San Martín, mandé un collarito o rosario de perlas con un medallón de diamantes brillantes, zarcillos pequeños de lo mismo, y pulseras con hilos de perla. Distribución de alhajas, Posadas. (1/6/1815; 12,T13,12112. Son las joyas incautadas por Belgrano en Jujuy, detalle de las personas que las recibieron)

Por fin ya partió su madama (Remedios), la cual no ha tenido la culpa en la demora, sino sus padres -según que ellos mismos me lo han dicho- pues no han querido que pase a un país nuevo sin todos los atavíos correspondientes a su edad, y nacimiento. Al fin son padres, y es forzoso que al menos en esta ocasión los disculpe Usted. Carta de Posadas a San Martín, Buenos Aires 1/10. (1,T2,238)

Mendoza y las noticias que llegan desde Chile

Habitantes de Mendoza: La primera y segunda división del Ejército Patriota de Chile ha sufrido un revés en Rancagua, pero el 2 de este ya se había vuelto a reunir en los llanos de Maypo. Sin embargo la prudencia dicta tomar las medidas más activas para que los Enemigos interiores se mantengan en el orden; por lo que respecta a los exteriores confiad en vuestro Jefe, el os responde de vuestra seguridad; y en el caso que lo dicho amenazare algún peligro yo os empeño mi palabra de anunciarlo con antelación, para que pongáis en seguridad vuestras familias, interín los bravos Patriotas emplean sus brazos para defenderlas. Por tanto, y para conseguir el fin que me he propuesto ordeno y mando lo siguiente: Ningún Español Europeo podrá salir por pretexto alguno de su casa desde el toque de oraciones, bajo la pena de doscientos pesos de multa el que tenga bienes, que serán dados al que lo aprendiere, y para cuyo fin se faculta a todo vecino; y el insolvente de doscientos azotes por las calles públicas; exceptuándose solamente a los que el Ilustre Cabildo tenga a bien darles papeleta de seguridad, y a los que este Gobierno se las conceda. Por repetidas ocaciones era prohibido por superiores bandos el poder estar juntos tres Europeos Españoles bajo graves penas. Se le da toda su fuerza a esta prohibición, haciéndola extensiva a los Americanos que olvidados de serlo, son opuestos a la sagrada causa que defendemos; y sus infractores sufrirán irremisiblemente la pena capital. Bando de San Martín al Pueblo, Mendoza 8/10. (X,C283,T7,D6)

Mendoza recibe a los emigrados chilenos

Debido a las circunstancias presentes, es uno de mis primeros cuidados el que no carezca esta Capital en lo sucesivo, de los mantenimientos necesarios para la subsistencia de sus habitantes, y demás individuos que deben acrecentar su población con la emigración consiguiente del estado de Chile. Oficio de San Martín al Cabildo, Mendoza 9/10. (1,T2,252. Son 3.000 personas: 1,T4,424. Listado de vecinos que alojan: 1,T3,93)

Es indispensable proteger por todos los medios a nuestros hermanos desgraciados que han abandonado sus hogares con los últimos sucesos de Chile. La pronta fuga no puede haberles dado lugar a extraer todo lo necesario a su comodidad, y de consiguiente debe tomar este Gobierno las medidas conducentes a proporcionárselas. Con este objeto ha dispuesto que repartiendo VS por tres días entre los vecinos de esta ciudad a los que sucesivamente vayan llegando con proporción al rango que hayan tenido. Oficio de San Martín al Cabildo, Mendoza 10/10. (1,T2,253)

La seguridad de esta Provincia me impele a separarme por unos días de esta Capital para adquirir conocimientos indispensables a su defensa; y entre la duda de si debía quedar el mando político de ella en VS o en el Asesor General. Igualmente lo está del mando militar el coronel mayor Marcos Gonzalez Balcarce que servirá a VS de inteligencia. Oficio de San Martín al Cabildo, Mendoza 11/10. (1,T2,254-255)

San Martín viaja a Uspallata

Para concurrir a proporcionarles los medios de su salvación, tomé todas las providencias conducentes, y remití al pie de la Cordillera cantidad considerable, de mulas y víveres (1.000 cargas;1,T7,522) para su socorro. Las gracias que han venido a tributarme lo general de ellos por este servicio es una prueba inequívoca de lo que apreciaron aquella medida. Pero el brigadier de aquel Estado, Juan José Carrera, parece que se empeño a despreciar las leyes y disposiciones que en fuerza del desorden que a mi arribo a Uspallata palpé, había dictado para evitar la introducción furtiva de caudales pertenecientes a aquel tesoro público, y contener los robos que públicamente se hacían en aquel punto por algunos de sus oficiales. Mi media fue destacar en Villavicencio al Vista de esta Aduana con un oficial y tropa correspondiente para hacer el registro de los equipajes. Después de haber mandado ya otro de esta clase a Uspallata con órdenes de hacer guardar el debido a los bandidos, más bien, que tropas que consecutivamente iban llegando, y auxiliar del mejor modo posible a nuestros hermanos. Es bien conocida la altivez de este individuo y aunque parece que ya me hallaba en el caso de sostener a todo transe mi disposición, quise usar de la política que el desconoce. Su resultado fue el contestarme con el indecoroso e insultativo y haber protestado dar al fuego sus equipajes antes que permitir su registro, y después de haber en el mismo acto de éste, hecho pedazos y pisoteado todos sus uniformes como me lo ha hecho presente el Ayundante Mayor de esta Plaza, dan a conocer el carácter bajo e indecente que le anima. Oficio de San Martín a Posadas, Mendoza 18/10. (1,T2,260-261-262)

Verá VE que conocido el desacato cometido a mi representación por su hermano el brigadier José Miguel trató de satisfacerme haciéndome ver que no había sido él desobediente a lo dispuesto por la autoridad constituída en este pueblo. La libertad con que toda clase de individuos se producen contra los Carrera, y sus secúaces, la fermentación que observo en estas gentes, su conducta perversa, y otros motivos no menos interesantes, me han obligado a tomar la medida de intimárles a éstos salgan por su propia seguridad y tranquilidad de este pueblo, hasta la Ciudad de San Luis a esperar órdenes de VE; y yo espero, que VE me imparta las conducentes para dar destino a las tropas emigradas que indudablemente luego que se abra la Cordillera será imposible contener su deserción. Ya he dicho antes a VE en mi oficio de 13 del presente datado en Uspallata la conducta que han observado los oficiales de Chile cuando traté de encargarles recogiesen los soldados dispersos, y si VE tiene a bien determinar que estos queden al servicio de esta plaza, es de suma necesidad orden se remita oficios de esa Capital pues de cerca de 200 que hay en esta, según los uniformes que he adquirido solo serán útiles seis u ocho. Oficio de San Martín a Posadas, Mendoza 18/10. (1,T2,260-261-262)

San Martín regresa a Mendoza

Para empezar la obra de fortificación que he dispuesto hacer en la cordillera son necesarios 40 peones de trabajo; la escases de fondos del Estado obligan a buscar arbitrios, que llenen este déficit; por lo que se servirá VS disponer que entre los hacendados de esta capital presenten individualmente uno de los de sus haciendas (peón), que solo servirán 15 días o menos. Se necesita igualmente una cantidad de maiz molido; 4 sacos de galleta o biscocho; 100 frazadas o ponchillos; y 24 palos de sauces de 3 varas de largo para techo de un galpón; éstos últimos serán satisfechos por las cajas del Estado; y lo mandará poner todo a disposición del Señor Administrador de Aduana (Juan Gregorio Lemos) para hacerlo marchar hoy mismo si es posible. Oficio de San Martín al Cabildo, Mendoza 16/10. (1,T2,258)

Por el adjunto oficio verá VE que el brigadier José Miguel Carrera a su arribo a esta capital de mi mando, quiso se le declarase el mando absoluto en las tropas emigradas. Ya he dicho a VE el odio general que por su mala comportación se ha arrastrado, y la determinación que la misma seguridad de él, y tranquilidad del pueblo me ha hecho tomar, intimándole salga hasta la de San Luis a esperar órdenes de VE espero que sea de la aprobación de VE esta medida, emanada solo de mi buen deseo. Después de mi llegada a Uspallata, me dijo este Señor que los caudales que conducía del Estado habían sido perseguidos y tomados por los enemigos, antes de poderlos pasar la cordillera; y por denuncia de Nicolás Masán, Oficial de 1º de la Tesorería de aquel estado, entregó el día antes de la emigración a los oficiales Manuel Araos y José Manuel Baldivieo, faccionarios de éste y sus hermanos: 105.000 pesos en oro, 3.000 en plata, 28 barras de este metal importe de 32.000 y tres tejos de oro valor de 9.000 según la voz pública, y varias deposiciones de los mismos emigrados, tengo entendido se han salvado éstos y espero que VE me ordene si procedo a indagar la verdad de este hecho, con lo demás que juzgue VE conducente. Oficio de San Martín a Posadas, Mendoza 18/10. (1,T2,270-271)

La necesidad de tomar un conocimiento exacto de los emigrados que han entrado a esta Capital me obliga a dictar un bando en que mando se presenten ante el sujeto que VS nombre, para que este les dé un seguro después de haber sentado sus nombres y dependencias. Oficio de San Martín al Cabildo, Mendoza 19/10. (1,T2,284)

Las Provincias Unidas del Río de la Plata y los emigrados chilenos

Deseoso este Gobierno de hacer conocer las intenciones del Excelentísimo Supremo Director de este Estado con respecto a la protección que presta a los desgraciados chilenos que han abandonado sus hogares por seguir la sagrada causa de la libertad y emigrado a estas Provincias, donde no existe, ni puede existir, más autoridad que la constituida por el mismo Supremo Director, declaro en su nombre lo siguiente: Todo Individuo emigrado de Chile se halla bajo la inmediata protección del Supremo Gobierno de estas Provincias. Todo Dependiente del Ejército emigrado de Chile que quiera continuar sus servicio en el de estas Provincias se presentará al Comandante General de Armas. Asimismo todo aquel que no quiera servir, queda expedito desde la publicación de este bando para establecerse libremente en el Territorio de estas Provincias y ejercer tranquilamente sus oficios; pero estos deberán presentarse al Muy Ilustre Cabildo para acoger el competente seguro. Los demás individuos emigrados pueden establecerse sin obstáculo en toda la comprensión de este Estado, y el Supremo Director les ofrece una completa garantía tanto en sus bienes como en sus personas. Bando de San Martín al pueblo chileno por orden de Posadas, Mendoza 30/10. (X,C293,T7,D11)

San Martín y la reorganización del Ejército de Mendoza

Las tropas chilenas que emigraron con Carrera en 1814 desde Chile, San Martín las despachó todas a Buenos Aires con el coronel Alcazar, diciendo de oficio al Gobierno: "no quiero emplear a esos soldados que sirven mejor a su caudillo que a la Patria" (2,477)

Apruebo que los Carrera y algunas otras personas de rango que no puedan ser útiles a Mendoza pasen inmediatamente a esta Capital; que siendo de la mayor importancia la pronta organización de nuevo cuerpo (Ejército de los Andes), se espera de su actividad y celo se empeñará en arreglarlo con la mayor brevedad con hijos del país aunque de aquí se le remitirán individuos de la Banda Oriental, que es gente valiente y fogueada. Que considerando que lejos de ser útil en aquella provincia los individuos de Chile que han pasado con armas, será conveniente los remita inmediatamente a esta Capital; de la que romperán la marcha para aquel destino el 29 del corriente, 240 hombres del Batallón Nº 8, que respecto a la buena disposición de los hijos de aquella Provincia es de necesidad que vaya disponiendo la gente de talla y robustés para formar dos Escuadrones de Caballería a cuyo frente deberá ponerse el benemérito teniente coronel Francisco Montes. Oficio de Posadas a San Martín, Buenos Aires 26/10. (1,T2,260-262)

Por cuanto en las presentes circunstancias sería indecoroso que cualquier individuo que fuere capaz de tomar las armas en obsequio de la Patria, no lo verificare. Por tanto ordeno y mando lo siguiente: Todo individuo que se halle en disposición el poder llevar las armas y no estuviere alistado en los Cuerpos Cívicos, lo verificará en el término de ocho días; y el que no lo verificare será imputado por traidor a la Patria. Esta señal y alarma que será prevenida con tres cañonazos, se reunirán en el Cuartel de la Cañada todos, los Cívicos y Caballería, los de Infantería; los Decuriones y Tenientes Decuriones, reunirán sus vecinos en las huertas y sus casas, concurriendo estos armados con las armas que tengan, y mandarán un sujeto de confianza por Cuartel, para que este reciba las órdenes que tanto el Señor Comandante General de las Armas, como yo impartamos. Inmediatamente de publicado éste, los Capitanes, Comandantes y Compañías de Cívicos, y Milicias de Caballería, formarán una lista exacta de los individuos y las suyas, lo que las pasarán a sus respectivos Jefes para que estos entreguen el estado general de las fuerzas al Comandante General de Armas, don Marcos Gonzalez Balcarce, a fin de arreglar el servicio y demás que sea necesario, sin perjuicio de entregar posteriormente los de los que se alisten en término en el 1er capítulo. Un día en la semana reunirán sus compañía los Capitanes, Comandantes, para instruírlos en el manejo de armas y demás evoluciones. Yo espero el Patriotismo de los honrados Cuerpos Cívicos, Milicias de Caballería y demás vecinos de esta Capital. Se prestarán gustosos a cualquier servicio que se les destine, esforzándose todos a la defensa de esta Provincia, caso que quieran ser invadidos por el tirano opresor de nuestra Sagrada Libertad. Bando de San Martín al Pueblo, Mendoza 27/10. (X,C283,T7,D10)

Me hallo según el estado que incluyo a VS con 174 dragoniantes, incluso sargentos, tambores, cabos, 6 capitanes, 5 tenientes, 6 alférez con los agregados, que se demuestra en el expresado estado; y espero reunir algunos más que se han dispersado. Oficio del comandante chileno Andrés de Alcázar a San Martín, Mendoza 18/10. (1,T2,275)

Conforme a las prevenciones verbales de VS de las tropas emigradas de Chile he hecho la distribución siguiente: los Dragones quedan reunidos a cargo del coronel Andrés del Alcázar, en un escuadrón; pero le sobran oficiales. Los artilleros forman una compañía al cuidado del teniente Ramón Picarte. Los Infantes de la Patria e Ingenieros los he incorporado al Batallón de Infantería de esta ciudad del cargo del teniente coronel Juan Gregorio de Las Heras. Los Auxiliares de la Patria, Infantería de Concepción, Nacionales y Granaderos, los he puesto a las órdenes del teniente coronel Enrique Larenas; con orden de formar dos o más Compañías de Infantería bajo la planta de nuestros batallones. Nota de Balcarce a San Martín, Mendoza 1/11. (1,T2,343)

Por el oficio de VS de 1 del corriente, queda impuesto el Director Supremo de haberse conseguido ocupar el cuartel de las tropas Chilenas, haciendo entrar en orden a los ex-gobernantes de aquel estado que las capitaneaban y que querían sostenes dentro de nuestro territorio su autoridad, independiente de la que reside en VS; y bien que VE haya sentido que no se hubiesen otros medios de restituir aquella gente a la conducta regular que debían haber observado desde que pisaron nuestras provincias, sino los de la fuerza que han causado la dispersión de las citadas tropas, ha sido de su aprobación el procedimiento de VS en el asunto, y la encarga por mi medio, cuide de enviar por destino al ejército del Perú, los individuos que haya podido reunirse procedentes de los referidos cuerpos chilenos, como tambien la entrega del adjunto oficio a su título, si es que las personas a quienes va dirijido no hubiesen caminado ya para esta capital. Oficio de Nicolás de Herrera a San Martín, Buenos Aires 9/11. (2,302)

Ohiggins viaja a Buenos Aires, Luis Carrera en Buenos Aires

En la ciudad de Mendoza en 3/11; ante mí el escribano y testigos, el presbítero Casimiro Albano, clérigo Dominico del Reino de Chile y residente en al presente en esta Capital (Mendoza); dijo que: en la ciudad de Talca dio a Luis de Carrera la cantidad de 700 $ y por haberse ausentado este deudor a la Corte de Buenos Aires, sin haber dado la debida satisfacción, le es indispensable cobrar el otorgante, por no serle fácil hacer por si este cobro, nombrar un apoderado, y respecto a estar próximo a seguir viaje para el mismo destino el predicho Bernardo Ohiggins, se da por el tenor de la presente y en la forma que más haga lugar en derecho, todo su poder amplio y tan bastante como legalmente se requiera y sea necesario para que más valga, para que representando la persona, derechos y acciones del otorgante, haga cuantas gestiones le parezca oportunas a fin de percibir y cobrar del nominado Luis Carrera los 700 $. Certifica el poder el escribano Cristóbal Barcala. (X,P170,142)

Posadas le ofrece la jefatura del Ejército a Ohiggins

Fueron esos mismo sentimientos los que me llevaron a rehusar la oferta que me hiciera el Director Supremo Posadas, en diciembre de 1814, de colocarme al frente de un ejército que entonces se proponía formar con mis seguidores chilenos (2.000 hombres) y reclutas de las Provincias del Río de la Plata. Me excusé de aceptar su amable proposición, manifestándole que tal comando sería más ventajoso para la causa si lo confería a mi benefactor, el general San Martín. En bien de su éxito debía sacrificarse todo propósito personal o lisonjero al amor propio [...]
Tan pronto como dejó de existir la amenaza de esa invasión (desde Cádiz, España), llamé incesantemente la atención del gobierno de Buenos Aires al peligro de una invasión por tierra, por un ataque conjunto del Alto Perú y de Chile. Hice hincapié o destaqué la necesidad que había de formar un ejército en Mendoza al mando del general San Martín (sugerencia que hice en 1814) como la medida más segura para impedir tal ataque. Manifesté mi ardiente deseo de actuar en tal situación como cualquier subordinado. Carta de Ohiggins a Bernardino Rivadavia. (Lima 18/9/1826;4,T31,145)

San Martín implementa un plan de lucha contra la rabia en Mendoza

Dentro del término de veinticuatro horas contadas desde la publicación de este bando, se matarán todos los perros que hubiere en la ciudad y sus arrabales, y de cuarenta y ocho (horas) lo que existan en la circunferencia de cinco leguas. Se excepcionan de ser muertos solamente lo que estuvieren amanzados dentro de las casas de sus propietarios, pero estos quedan obligados a ejecutarlo luego que conozcan se hallan privados de la rabia. Siempre que se halle algún perro suelto, o en la calle después del término prefijado, queda autorizado todo individuo, y particularmente los Decuriones a matarlo, justificado a quien perteneciera, se le autorizan doce pesos para el Decurión a beneficio de las obras públicas, a cuyo efecto se le entregarán al Alcalde de 1er voto, avisando igualmente a este Gobierno; y si por algún particular para si (12$), pero en este caso deberá exigirlos el Decurión respectivo y pasarlos a quien correspondan; pero si fuere insolvente el dueño del perro que se matase se destinará por dos meses al trabajo de las otras obras (Obra Pública). Bando de San Martín al Pueblo, Mendoza 12/11. (X,C293,T7,D21)

Infantería y caballería en Mendoza

Consultando el aumento de las fuerzas del Estado y ulteriores miras políticas contra el enemigo, vengo a mandar se formen en la provincia de Cuyo, un batallón de infantería de línea de nueva creación con la denominación de nº11...; al mismo tiempo y con igual objeto ordeno se levante un escuadrón de caballería de línea en dicha provincia en la forma en que se hallan organizados los de esta plaza. Decreto de Posadas, Buenos Aires 8/11. (12,T14,12411)

Con fecha 8 del corriente ha acordado SE por el Departamento de la Guerra, la creación de una Batallón de infantería (al mando de Las Heras) de línea en la Provincia de Cuyo, con la denominación del nº11, bajo el pie y número de fuerza de los que se hallan establecidos en los ejércitos, e igualmente un Escuadrón de caballería de línea en dicha provincia, en la forma en que se hallan organizados los de esta rama. Oficio de Juan Larrea a San Martín, Buenos Aires 28/11. (2,305. En Mendoza existían dos batallones: Cívicos Blancos: mercaderes y vecinos. Civicos Pardos: artesanos y menestrales. Dos cuerpos Cívicos de Caballería: norte y sur de los suburvios y campaña. También los Blandegues del Fuerte San Carlos: 20 a 30. Fuerzas que databan de la Revolución de Mayo. En diciembre llegaron desde Bs As: 2 compañías del Batallón Nº8 al mando del capitán Bonifacio García, y 50 artilleros al mando del sargento mayor Pedro Regalado de la Plaza, para cuidar la ciudad)

Carrera recuerda su encuentro con San Martín

José Miguel Carrera, natural de Chile y residente actualmente en esta capital, ante VE y del modo más respetuoso digo: que José Antonio de Irisarri, a pretexto de descubrir el autor de la muerte de Juan Mackenna (su esposa Josefa Vicuña solicita una pensión en 1817: 4,T21,371-383), acaecida no a mucho en ésta, se ha empeñado en mortificar a mi hermano Luis, arrestado y rigurosamente incomunicado en el cuartel de caballería del Retiro [...] Irisarri, no contento con habernos hecho sufrir cuantos males pudo sugerirle su infundado encono en la corta época que mando en Chile, vino a Mendoza por consideraciones que, sin merecerlas, le dispensamos, a pretender se nos pusiese el dogal al cuello en los momentos mismos en que arribámos a aquel lugar de asilo para los que no quisimos rendir a la cerviz cuchillada del tirano invasor. Allí influyó por cuantos medios le sugirio su negra venganza para que el señor gobernador San Martín nos vejase con cuantos género de desaires. Las sugestiones de él, ayudadas con las de algunos otros, alarmaron el ánimo de ese jefe contra nosotros, al término de habernos apresado con ignominia y explido de Mendoza escoltados como si fuésemos unos facinerosos. Extrato de la declaración de José Miguel Carrera (Juicio a Luis Carrera por el asesinato de Juan Mackenna), Buenos Aires 15/12. (4,T7,340. José Miguel Carrera llega a Buenos Aires el 24/11: 2,321)

Belgrano y Rivadavia parten a Inglaterra

El señor Secretario de Estado y de Gobierno me dice con fecha de ayer lo que sigue: Con fecha 7 del corriente dijo el Director Supremo a los Diputados que van a subir para la Península lo siguiente; Es en el día tan apurada la situación del Erario y tan urgentes las atenciones que me rodean, que a pesar de mis mejores deseos no me es posible proveer a VS con las cantidades que yo quisiera para el mejor desempeño de la comisión. Por ahora se les entregarán 20.000$ por mi Secretaría de Hacienda... Cuya suprema resolución transcribo a VS para que con arreglo a ella procedan a la entrega de los 20.000$ a... Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia. Juan Larrea, Buenos Aires 10/12. (11,T1,299)

Salieron de esta Capital dos Señores Diputados, que manda este Gobierno a la Corte de Londres, y de ésta a la de España, ignorándose su comisión, los cuales son el Brigadier don Manuel Belgrano y don Bernardino de Rivadavia. Diario de Juan Antonio Beruti, Buenos Aires 18/12. (10,T12,N33,194)

Bibliografía

1) Instituto Nacional Sanmartiniano. Documentos para la Historia del Libertador General San Martín, Tomos (T) 1 al 20.
2) Espejo, Gerónimo. El Paso de los Andes.
3) Instituto Nacional Belgraniano. Documentos para la Historia del General Don Manuel Belgrano, Tomo (T) 1 al 7.
4) Instituto Ohigginiano. Archivo de Don Bernardo de Ohiggins, Tomos (T) 1 al 37.
5) Documentos para la Historia de la Bandera Argentina (2001), Guillermo Palomo y Valentín Espinosa.
6) Actas Capitulares de Mendoza, Tomo (T) 1 al 4.
7) El Redactor de la Asamblea 1813-1815.
8) Espinosa, José María. Memorias de Gervasio Antonio de Posadas.
9) Archivo Histórico de Tucumán.
10) Revista de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, Tomos (T) 1 al 25.
11) Registro Oficial y Nacional de la República Argentina.
12) Senado de la Nación Argentina, Biblioteca de Mayo, Tomos (T) 1 al 19.
13) Diario Los Andes.
X) Archivo General de la Provincia de Mendoza: Época Colonial e Independiente (EC,EI), Carpetas y Documentos (C,D), Protocolos (P).
Y) Archivo General de la Nación Argentina: Documentos Escritos.
Z) Archivo Nacional de Chile.