Mendoza está ubicada sobre el piedemonte de la Precordillera Andina, una zona con relieve abrupto, escasa vegetación y estructura geológica compleja. Las lluvias intensas generan escorrentías súbitas que descienden con fuerza, provocando aluviones: crecidas violentas que arrastran sedimentos, piedras y agua hacia zonas urbanas.

Mendoza convive con la amenaza aluvional desde antes de su fundación en el año 1561. Cada tormenta es ensayo de resiliencia: el agua baja con memoria, y el piedemonte responde con cauces, muros y desvíos. Pero cuando el urbanismo avanza sin escuchar al relieve, la naturaleza responde con fuerza. El aluvión no avisa: es escena súbita, y exige arquitectura preventiva, no solo reactiva.

Sucesos Históricos

A fines de 1629 las autoridades del Cabildo de Mendoza, tratan que para remedio que la ciudad no se anegue, ni el Convento de Santo Domingo (calle Beltrán y Salta, Ciudad de Mendoza), ni el del Colegio de la Compañia de Jesús (calle Beltrán e Ituzaingo, Ciudad de Mendoza), no corra el detrimento que por vista de ojos se ve que corre con tanto riesgo por la venida de las aguaduchas (aluviones o aguaceros), que se haga un Taxamar, acudiendo todos los vecinos a dar un yanacona (servidumbre aborígen); como fuere la vecindad y como se tiene tratado en diversas ocasiones en este Cabildo y no se ha hecho su ejecución por las ocupaciones del tiempo, y ahora lo es de que vengan las aguas y asi es necesario se libre mandamiento para lo dicho y que para que la gente acuda a el trabajo con cuidado, acuda cada persona de este Cabildo dos días acompañado con uno de fuera y que el yanacona que viniere que venga con asadón y una espuerta (canasta para escombros) para sacar la tierra, bajo pensa de 2 $ de multa. La sesión es presidida por el corregidor Pedro Morales de Alderete, secundado por el alcalde Jusepe de Villegas y el regidor Pedro de Videla. (2,99)

En la sesión del Cabildo de Mendoza del 8/10/1650, se juntaron a sesionar las autoridades Pedro Gómez Pardo, Juan Ruis de Villegas, Alonso de Videla y Josepe de Villegas; dijeron que no había tema que tratar y que la sesión del sábado pasado (1/10) había sido suspendida por que llovió todo el dicho día y no fue posible salir de las casas para venir a hacer Cabildo; el acto es rubricado por el escribano Juan Ramirez (2,381).

En la sesión del Cabildo de Mendoza del 8/4/1652, el corregidor Luis de Molina y Vasconcelos; los alcaldes, Joseph Pardo y Pedro Reinoso; y los regidores, Pedro Morales, Cristóbal Ruis de Campos, Antonio de Mena, Juan Ruis Estela; ordenaron al alcalde Juan de Puebla para que vaya a la toma y desvie el agua para sustento de la Ciudad; y que el corregidor Molina y todas las autoridades del Cabildo, vayan a controlar por dónde entra el agua en tiempo de las avenidas (aluviones) para poner remedio en ello y que no se inunde la Ciudad (3,14).

El 15/4/1662, las autoridades del Cabildo de Mendoza se reúnen en sesión para reubicar el Ayuntamiento y la Cárcel que habían sido destruidos por un aluvión que tuvo lugar el martes 11/4 a la medianoche; además, arrazó con la mayor parte de las casas de la ciudad (quedaron 7 casas en pie). Es por ello que, deciden ocupar una casa que está a una cuadra de la Plaza Mayor, que es de propiedad de Juan de Puebla Reinoso. Los Capitulares, deciden trasladarse momentáneamente al lugar hasta tanto se ubique un nuevo predio para construir el nuevo Ayuntamiento y Cárcel (3,220). En la sesión del Cabildo del 22/4, se decide expropiar el solar de Chacón (calle Ituzaingo, entre Beltrán Norte y Alberdi Sur, Ciudad de Mendoza) que tiene frente a la Plaza Mayor para hacer el nuevo edificio, debido a que el predio hace más de 40 años que está desierto (3,220-221).

Por las cosechas (vid y trigo) se habían dejado de hacer las sesiones del Cabildo de Mendoza el 7/1/1670 (3,498), y con fecha 5/4, las mismas se reanudan y se trata la urgente necesidad de construir la Casa de Cabildo y Cárcel, en la parte y lugar que estaban cuando las inundó el aguaducho. El Acta es firmada por el corregidor Pedro de Morales Negrete; los alcaldes, Francisco Chirino de Posadas y Diego de Treviño; y el alcalde provincial de la santa hermandad Andrés Sanchez Chaparro Chumasero. (3,507)

El procurador general Bartolomé de Villegas y Figueroa el 2/5/1678, presenta una petición al Cabildo de Mendoza, en la que dice que es conveniente acudir al reparo de la ciudad, que está cada día más acabada y arruinada por las inundaciones ordinarias que la tienen maltratada, por el poco cuidado en las acequias, mayormente en los Templos e Iglesias, en particular nuestra Matríz (Alberdi entre Ituzaingo y Videla Castillo - Ciudad de Mendoza), con riesgo manifiesto de caerse. Es por ello, que solicita se atienda lo antes posible el problema para darle solución (4,74). El 13/8, el alcalde Nicolás de Arce y Lucero, en la sesión del ayuntamiento, informa que es conveniente que se prosigan y acaben las obras de la Casa de Cabildo y Cárcel, porque las aguas de las lluvias, están deteriorando las paredes del cimiento que al momento están construídas, y que luego de la cosecha de trigo se lleve a cabo el fin de la obra en cuestión (4,78). El 27/8, el Cabildo ordena que se limpien las acequias, porque pronto llega el verano y crecen las aguas (4,79).

A raíz de una petición presentada por el procurador general Diego de Videla el 2/4/1680, para evitar que los Oficiales Reales de Santiago de Chile cobren la Unión de Armas (impuesto), que grababa cada botija de vino enviada al Tucumán y al Río de la Plata con 1 real. En el escrito, el procurador Videla hace referencia a que la ciudad está muy pobre por las plagas de langostas, y que hoy se está viendo en los edificios de las Casas de Cabildo (Cabildo y Cárcel), la Iglesia Matriz, casas, viviendas y calles, han sido arruinadas con el agua que hace 20 días inundó esta ciudad (4,112).

El capitán Juan Vidal Olguín que había asumido en el cargo de Protector General de Indios de Cuyo, se presenta ante el Cabildo de Mendoza el 3/9/1688, en referencia a un auto notificado por el alcade José Rodriguez de la Fuente; en la que se me manda, con graves penas, que cierre un albañal que sirve de desagüe a mi casa en las contingencias de inundaciones, por aguaceros y por venir la acequia llena, reparo que se hizo hace más de 100 años para guarecer las tapias y demás edificaciones de la cuadra en que vivo; porque de otra manera, es imposible darle salida, cómo Vuestra Señoría manda. La dicha casa la compré con todas sus salidas, derechos y servidumbres, y este derecho tiene desde que se fundó la dicha cuadra por ser sin perjuicio, ya que cae el agua por la última calle hasta donde se determinan los muros de la ciudad; y siendo así verdad, concurro ante el amparo de Vuestra Señoría, para que usando de piedad, se sirva de tolerarme el desagüe, porque de otra manera, estoy en peligro de perecer con mi mujer e hijos, por el contingente que tengo referido (aguacero), que puede suceder a deshoras de la noche, en que son muy continuas las tormentas en esta ciudad. Visto el pedido por el Cabildo el 4/9, le ordena al procurador general Gregorio Gómez Pardo Albornoz que a vista de ojos (que vaya y mire) determine si lo dicho por Olguín es cierto. El 18/9 el Cabildo se expide y le prohibe a Olguín que drene el agua de su casa a la calle pública, salvo en caso de extrema necesidad; a su vez, lo intima a construir un puente en la calle para que puedan transitar las carretas. (4,241)

El teniente Juan Gil de Ortuño, vecino morador, dice que junto a las tierras de su pertenencia está una calle intratable y sin ninguna correspondencia (no es usada), que interviene entre Diego Moyano y mi morada (calles Ayacucho y Videla Castillo), por donde tengo determinada una acequia y, es actualmente, y ha sido, desagüe de la ciudad; la cual tengo al presente dispuesta y corriente a mi costa y mención, así por reparar mi pertenencia como por excusar el camino, de que se me sigue grave daño y, también ser muy útil a toda la ciudad; pues descabezan en ella todas las aguas que concurren al pueblo de inundaciones, así de temporales como de sus propios cursos y hallarse incomunicable para el trajín, pues se ve por mi parte y pertenencia no haber camino por la de Moyano, por lo consiguiente y la calle abajo de la viña del capitán Gines de Salis (Salinas) y más la de los Reverendos Padres Jesuítas, con viña y almendral, a que queda intratable como siempre ser conocido desde los tiempos antiguos, y parece que por hallarme más inmediato y obligarme a tenerla, desde mi pertenencia toda ella tenerla dispuesta, se ha de servir Vuestra Señoría concedermela por merced. Así por lo que represento y me hallo obligado en mi pedimento por los méritos de mis padres y los de mi mujer, que soy casado con hija de fundadores, sirva de hacerme merced de las tierras de la dicha calle (4,248). El Cabildo recibe la petición el 30/10/1688 y envia al alguacil mayor Francisco Nuñez de Villoldo que vea el sitio que pide y la acequia si es de perjuicio a la dicha ciudad y a sus calles y dé razón a este Cabildo de proveer justicia (4,244). El 2/11, Villoldo se apersona en el lugar y dice que vio la acequia y desagüadero que ha hecho el teniente Ortuño, y no perjudica a la ciudad, antes, es de utilidad que las aguas que van por la capilla de San Juan, desagüen por la dicha acequia y que de ser calle de espinas para que no la pisoteen los bueyes y mulas, y se enjuguen los pantanos y chilcalles (arbusto) que hay en dicho paraje (4,248). El 18/12, el Cabildo de Mendoza autoriza a Ortuño para abrir una acequia que está extramuros de esta ciudad (el casco urbano de la ciudad estaba amurallada por los aluviones) y se le concedió con cargo que la tenga limpia y corriente a su casa. Firman la autorización; los alcaldes, Juan de Molina Vasconcelos y José Rodriguez de la Fuente; y el regidor perpetuo Gregorio de Arce Lucero (4,249).

El ayudante Miguel Chacón se presenta ante las autoridades del Cabildo de Mendoza con una petición y dice que por el gran daño que se me sigue en las paredes de mi viña y asimismo en la viña de mis hermanos con las avenidas (por donde se drena el agua de los aluviones cuando llueve), por concurrir toda el agua al desagüe antiguo que es la calle derecha de la plaza (Pedro del Castillo, Ciudad de Mendoza) y por estar dicho desagüe sin limpiar y haberse fortificado (amurallado) Diego Cabrera y Juan de Nieva (Ituazaingo esquina Ayacucho), por cuya causa recibirán mucho daño los circunvecinos, como se está viendo el daño que han hecho las avenidas antecedentes (aluviones anteriores); y viendo el grande perjuicio que se me puede seguir según tengo alegado, se ha de servir Vuestra Señoría de hacerme merced de la calle que está conjunta a mi olivar de la parte de arriba, que comienza de mi esquina para el norte que, según parece, está en los muros de la ciudad, la cual calle tendré limpia y ahondada para que salga el agua que concurriere en dicha parte, pues ha llegado a mi noticia que el Cabildo hizo merced a Juan Gil de Ortuño de la otra calle más arriba (Ituzaingo y Ayacucho), que es el desagüe antiguo, con cargo que tenga limpia la acequia para el desagüe, por tanto pido a Vuestra Señoría concederme la calle y más daré de contado 10 $ en Reales en pago. Presentada y vista por este Cabildo el 12/11/1689 se le da solamente para que tenga la dicha calle abierta, cavando de ella la tierra y aprovecharla en su reguardo; y sea la dicha cava de suerte que puedan trajinar carretas libremente, andándo la de suerte que corran las aguas sin impedimento, dándole ancho lo necesario para uno y otro. (4,282)

En la sesión del Cabildo de Mendoza del 16/9/1690, se trató que se abran las hijuelas de la ciudad por ser tiempo en que crece el río y de la mucha agua se inunda la ciudad. Se le ordena al alguacil mayor Francisco Nuñez de Villoldo que notifique a todos los interesados. Firman el Acta; los alcaldes, Pedro de Trilles y Francisco de Puebla; los regidores, Gregorio de Arce Lucero y Francisco Nuñez de Villoldo; y el procurador, Miguel Bustos de Lara. (4,316)

El alcalde José de Villegas y Guevara manifiesta en la sesión del Cabildo de Mendoza del 25/6/1695, un auto tocante respecto de la suciedad de la acequia del Tajamar, la cual dicha obra tiene hoy a su cargo; y por cuanto es conveniente para el aseo de la ciudad y reparo para las inundaciones, como ha sido costumbre el estar corriente (con buena circulación), acordámos que el Alcalde lo ejecute hasta que se concluya con dicha obra de limpieza. (4,470)

El procurador Clemente Godoy se presenta ante el Cabildo de Mendoza en setiembre de 1722, y declara que atento a estar cerca el tiempo de las lluvias que todos los años se experimentan en esta ciudad a causa de las grandes avenidas, por lo que solicita hacer vista de ojos y hacer limpiar toda la acequia del Tajamar, con bastante anchor y ondura, de suerte que por más que las lluvias sean grandes no puedan pasar a la ciudad y arruinarla, cuyo reparo se deberá hacer desde el paso de la acequia del capitán Juan Luis de Guevara hasta fuera de la Cañada. El 28/11, se inunda la plaza y por no poder pasar la gente del barrio de abajo a oir misa, se determinó quitar el agua y que lo haga Juan Godoy del Castillo. (X,EC,SG,C13,D2,17 y 23)

Domingo de Molina y Jacinta de Coria Bohorques le venden a Santos Abrego (exesclavo, pardo libre) el 19/6/1723, media cuadra de tierra menos cuatro varas que está en la traza de la ciudad, que de sur a norte tiene dos cuadras y de este a oeste media cuadra menos, y que todo ello linda por el sur con un pedazo de tierra que el dicho Domingo de Molina le vendió a Esteban Carrillo, por el norte con la calle que sale de la Merced y tierras de Juan de Godoy, por el oeste con dos cuadras de tierra del capitán Nicolás Atencio, y por el este con la acequia de Tabalque; al precio de 30$ (X,EC,P38,48). El 16/6 ante el alcalde Juan de Molina Vasconcelos, se presenta Domingo de Molina y su esposa Jacinta de Coria Bohorques, por cuanto en tiempo pasado vendieron dos cuadras de tierras en las afueras de la ciudad al capitán Esteban Gonzales Carrillo por escritura pública conforme a derecho, la cual con la cruel avenida (aluvión) de este presente año, que hizo gravísimos daños, se perdió la dicha escritura; por lo que solicitan extender una nueva, y dicen que las tierras lindan por el sur con tierras de los Padres de San Agustín, por el norte con tierra de los vendedores y de Nicolás Atencio, por el este con la acequia de Tabalque, y por el oeste con tierras de Joseph de Molina; a un valor de 40$. (X,EC,P38,50)

En la sesión del Cabildo de Mendoza del 9/4/1725 y en voz del alcalde Juan de Videla, ordena que se reconozcan, reparen y limpien las calles inundadas de agua y lodo, que amenazan la ruina de las casas y paredes de los vecinos; es por ello que ordena se compongan ya que pronto se llevarán a cabo la procesiones de Semana Santa por las calles de la ciudad. (X,EC,C3,D42)

Los alcaldes Eusebio de Lima y Melo, Joseph Molina de Vasconcelos y Alonso de Videla se reúnen el 1/2/1726, respecto de ser la calle de la Cañada (calle Ituzaingo) la entrada y salida de los que trafican este reino y provincias, especialmente, ofrecerle que el Señor Sacramentado de cielo y tierra, salga para dar el consuelo a los enfermos, por ser la dicha calle lo más del año inundadas de agua servidas y corrientes, y éstas, estaban aposándose en ella de forma que por este motivo imposibilita el tráfico común, por tanto el Cabildo ordena a los circunvecinos a abrir un desagüe por donde fuere más convenientes. El 5/5, se le ordena los vecinos que pongan puentes de piedra cubriendo las hijuelas de las calles porque inundan la ciudad. (X,EC,SG,C13,D4,5 y 27)

El teniente de corregidor Joseph Correa recibe a Josepha Rodrigues el 30/7/1738, viuda del teniente Lázaro Ortega, y dice que por hallarse destituída de bienes y forma de poder alimentarse y juntamente mantener a sus hijos, por ser mujer sola y no tener otra forma de poder sustentarse con sus hijos; pide licencia para poder vender un sitio y un cuarto, y que asímismo, se le ofrece el inconveniente de no poderlo reparar por las inundaciones que continuamente combaten a esta dicha ciudad; por lo que se le concede licencia para la venta de la dicha tierra, que tiene una cuadra de sur a norte y media cuadra de este a oeste; que por la parte del sur linda con calle Real que sale del Convento de Nuestra Señora de las Mercedes (calle Urquiza, Ciudad de Mendoza) y sitio de los herederos de Juan Nuñez Villoldo; por el norte con sitio de los herederos del capitán Francisco Correa de Saa, cuyo lindero consta en la anterior escritura que le otorgaron en virtud de poder la susodicha vendedora y su marido difunto y el que conduce a esta venta, linda con sitio de Simón de Heredia y Juan Joseph Miranda calle Real de por medio, que es la que viene de Santa Bárbara (calle Corrientes, Ciudad de Mendoza) corriendo para el este, se supone la capilla antigua de la santa; y linda por el este con sitio del comprador; y por el este con sitio del alférez Cristóbal Rodrigues, su hermano, calle Real de por medio. (X,EC,P46,77)

El alcalde Santiago de Puebla el 9/9/1742, ordena que llegado el tiempo para que se limpien las dos acequias principales (La de Tabalque, calle Salta. La del Molino, Canal Zanjón Cacique Guaymallén) para resguardo de la ciudad por la mucha agua que suelen traer con ocación de las avenidas, se envíe un peón con sus herramientas para que las dejen en condiciones. (X,EC,C3,D64)

En la sesión del Cabildo de Mendoza del 1/2/1744 se hace referencia a la ruina que dejó en la ciudad el paso de una avenida (aluvión), por lo que se ordena a los vecinos colaborar para las reparaciones necesarias. Firman el acta, el alcalde Melchor Moyano y Gaspar Albornoz. Los citados son: Fernando Jurado, Diego Juares, Josep Loyola, Gabriela Videla, Fernando que tiene la viña de Tobar, Francisco Sosa, Simón Ruys, Silvestre Ferreira, Juan Joseph Alvarado, Agustín Pisarro, María Tobar, Jacinto Videla, Antonio Rodrigues, Manuel Romero, Pedro Lopes, Juan Quiñones y Doña Chirinos (X,EC,C3,D67). El mismo día, los Capitulares declaran que por la presente ruina que ha padecido esta ciudad con la inundación que provino de la avenida del día 30 del mes de enero, siendo el daño cuasimposible de remediar, especialmente en la acequia principal con que se mantienen los molinos (X,EC,SG,C13,D18,6).

Reunido el Cabildo de Mendoza el 11/5/1754, se trata el tema que respecto a las continuas inundaciones que se experimentan en esta ciudad, mayormente en tiempo de verano, cuyo perjuicio proviene mayormente de las frecuentes avenidas que ocurren en la acequia Principal, mandaron que para el miercoles 15 se convoque a los principales vecinos de esta ciudad para que concurran al Ayuntamiento a las 9 de la mañana, para que en Cabildo Abierto se confiera y elija el medio para el remedio de tan notorio daño (X,EC,SG,C14,D8,13). El 15/5, los Capitulares disponen que sería oportuno para resistir dichas inundaciones, colocar en el Desagüe que se erigió en dicha acequia para evacuar las avenidas que por ella concurrieren se formase un cal y canto y en la propia acequia se pusiese una compuerta levantada cuanto fuere suficiente para que solo viniese el agua necesaria para el abasto de la ciudad y las chacras, dejando desembarazada la boca de dicho Desagüe; por lo que disponen que vayan a verificar el paraje antes dicho: el corregidor Eusebio de Lima y Melo, Juan de Corbalán, Angelo de Mayorga, Francisco García y Miguel Chacón (X,EC,SG,C14,D8,16).

El 3/6/1762 se reúnen en el Convento de Nuestra Madre y Señora de las Mercedes (calle Córdoba y Montecaseros, Ciudad de Mendoza) los sacerdotes Conventuales: fray Joseph García de la Huerta (Comendador), fray Joseph Aguaio, fray Joseph Bital de Mendoza, fray Ramón Ysasi, fray Bernardo Campusano, fray Fausto Morelo, fray Pedro Jara, fray Baltazar Corro y fray Joseph Oteiza; tomando la palabra fray Huerta propuso en comunidad como en las dos casas que fueron de Joseph de Loiola, hay censo perteneciente a dicho Convento, en la una que se halla inmediato a dicho Convento tiene 300$ a censo y se halla avaluada en 2.300$; y la otra dicha casa, que se halla a orillas del Zanjón (hoy Canal Zanjón Cacique Guaymallén), están impuestos 600$ a censo, la que está en peligro de perderse con las avenidas (aluviones); y que en atención a que Lucas de Neyra y Pacheco, tiene tratado la compra de la casa inmediata al Convento, y que el Padre Reverendo le había preguntado a Lucas que los 600$ de principal (censo), están cargados sobre la casa del Zanjón, se vendiesen y cargasen sobre la casa que está frente al Convento, para que los dos censos recayesen en dicha casa, a cuya propuesta aceptó el dicho Lucas; por lo que los Religiosos le quintan los 600$ de censo de principal que están impuestos sobre la casa que está a orillas del Zanjón y se lo cargan en la casa que está inmediata al Convento. (X,EC,P74,194)

En la sesión del Cabildo de Mendoza del 21/8/1762 con la asistencia del procurador Juan Martínez de Rozas, acordaron que respecto de estar próxima las aguas de las avenidas (crecientes y aluviones) que entran al Zanjón, se les notifique a todos los pobladores en sus orillas, desde detrás de la Iglesia Mayor (calle Ituzaingo y Urquiza, Ciudad de Mendoza) hasta el molino de los Padres de la Compañía de Jesús (calle Ayacucho y Costanera, Ciudad de Mendoza), refuercen la dicha orilla con dos estacadas, fajina y piedra, que resguarde sus terrenos y dentro del término del mes de setiembre próximo venidero. (X,EC,SG,C15,D2,26)

Antonia de Guebara, vecina de Mendoza y viuda de Joseph de Aguilar, se presenta ante el escribano Francisco de Videla el 14/3/1768, y dice que por la muerte de su marido quedó a su cuidado un sitio de 14,5 varas de frente y el fondo correspondiente a un solar, el cual pertenece a Francisca Solana Aguilar, hija legítima del difunto Joseph, y como tutora y curadora de la menor, ha determinado vender dicho sitio en atención a hallarse expuesto a los riesgos evidentes de las avenidas y al peligro que amenaza a la vecindad el Zanjón; y para otorgar la venta sin vicio de nulidad se presentó ante Jacinto de Anzorena, Alcalde Interino de 1º Voto, el que dio visto bueno para la venta a Calixto Ribero Braga del dicho sitio; que linda por el este con sitio del comprador, por el oeste con sitio de Lucas Neira, por el sur con sitio de Petrona Jofré, y por el norte calle en medio con sitio de los herederos de Ana Ponce. (X,EC,P87,32)

El alcalde Juan Martínez de Rozas el 12/10/1768, ante el pedido de fray Ambrosio Nuñez de la Sagrada Orden de los Ermitaños de San Agustín y de algunos vecinos, que se vieron afectados por el derrumbe y el socavamiento que ha sufrido la acequia de Allaime (calle Tiburcio Benegas, Ciudad de Mendoza), que se ha formado en el desembocadero de las avenidas que descienden de las Sierras por la calle que corre entre las posesiones de Juan de Corvalán y de Clemente que cortan dicha acequia, debido al aluvión que unos días antes se había producido (X,EC,C4,D32). Francisco de Coria y Juan Antonio Sarmiento son los encargados de nombrar a los vecinos que están obligados a llevar a cabo las reparaciones; el 18/10, se intima nuevamente a los vecinos que deberán presentarse ante Miguel Juarez, nombrado por encargado de los trabajos a realizar (X,EC,C4,D33).

Los alcaldes Juan Martínez de Rozas e Hilario de Almandoz el 27/11/1768, dijeron que por las avenidas (aluviones) que han originado las copiosas lluvias que han ocurrido estos días y se están experimentando considerables estragos, generalmente a todo el vecindario; mandamos poner reparo y se cite a los vecinos que se benefician de la acequia Grande (Canal Tajamar o Zanjón Cacique Guaymallén) que envíe un peón y herramientas para el reparo de ella. (X,EC,C4,D34)

Reunido el Cabildo de Mendoza el 10/11/1781, trataron que por las constantes avenidas que llegan a esta ciudad se hacen zanjónes y quedarán las fincas y posesiones en seco y sin agua alguna para su regadío. (X,EC,SG,C16,D7,43)

Por acuerdo del 17/11/1787, las autoridades del Cabildo se reúnen el 23/1/1788 a fin de tratar la ejecución de las obras y de abrir nuevo Desagüe que reciba las crecientes del río y las que ocasionan los derrumbes de las acequias e igualmente la de desviar las avenidas de la sierra de las direcciones que al presente tienen en perjuicio y ruina de esta ciudad y aumento del gran Zanjón que por medio de ella ha formado la violenta invasión de dichas aguas. (X,EC,SG,C17,D3,9)

Antonio y Mercedes Coria le venden a Bartolo Guebara el 10/9/1795, 7 cuadras de tierra en los extramuros de la ciudad a la parte del sur, y distante de la acequia que da agua a esta ciudad a la parte del este como media cuadra las que le ceden y le dan demás de las 7 cuadras comprendidas en dicha venta, por los daños que suelen hacer en verano dicha acequia, lo más de los años con las avenidas y crecientes del río (Mendoza); las que lindan por el este con la acequia de la ciudad y alfalfares de Pablo Palma, por el norte con terrenos de Isidro Coria, por el oeste con tierras pertenecientes al Convento de la Merced, y por el sur con calle Real de por medio y tierras de Nicolás Puebla. (X,EC,P130,250-82)

El Cabildo de Mendoza ordena el 5/12/1795, que habiendo observado la ruina que amenaza a la ciudad con las avenidas que ocurren por algunas de sus principales calles en caso de lluvias en las serranías inmediatas, que por lo pronto exijan un oportuno remedio con la construcción de un escarpe en las desembocaduras de las calles que van al Zanjón que recoge las dichas aguas. (X,EC,SG,C17,D10,21)

En la sesión del Cabildo de Mendoza del 27/1/1798, acordaron que la copiosa avenida que bajó de la Sierra en el día de ayer, escavando parte del escarpe de la Merced y del de la calle trás de la Iglesia Matriz, y que sea reparado por Nicolás Corbalán, persona entendida en el tema. (X,EC,C17,D13,8)

Gerónimo Rodriguez se presenta ante el escribano Josef de Porto y Mariño el 1/9/1802, y declara que habiendo experimentado en su sitio y viña que posee en la traza de esta ciudad unas ruinas y desmoronamientos considerables por las aguas de las crecientes y avenidas del Zanjón, las cuales a pesar de los refuerzos y fajinas que puso el otorgante en las proximidades de las barrancas de su terreno no han dejado de aproximarse a ellas, desmoronando y derribando, al plan del Zanjón la mayor parte de su posesión; por lo que hizo donación a Manuel Silvestre Videla en el año de 1797, del resto del terreno que quedaba y por el que viene a emitir escritura de venta y posesión; los que lindan por el norte y el sur con el nominado Videla, por el este con el curso de las aguas del mismo Zanjón, y por el oeste con las barrancas y posesión del otorgante. El 2/9, Teresa e Isabel Coria le venden a Francisca Nuñez un sitio que fue de Tomasa Carranza, ubicada del otro lado del Zanjón sobre las barrancas (¿ Terminal de Omnibus ? , Guaymallén), y linda por el este calle Real por medio con Maria Ninfa Arraygada, por el norte con calle y sitio de Felipa Montoya, por el sur con sitio de Jose Jordan y por el oeste con la barrancas de dicho Zanjón. (X,EC,P145,109-110)

Narcisa Tribiño esposa de Miguel Delgado le vende a Josef Bargas el 20/9/1809, un terreno en el bajo del Zanjón (Canal Zanjón Cacique Guaymallén, Avenida Costanera entre calles Chacabuco y Maipú, Ciudad de Mendoza), el que linda por el naciente con viña de los herederos del finado Jacinto Molina, por el oeste con plantío de sauces que tiene la otorgantes para defensa de las aguas del Zajón, por el norte con derechos de Josef Lorenzo Videla, y por el sur con las barrancas del terreno de arriba que actualmente posee dejándo solo la otorgante en el referido terreno un callejón de 4 varas de ancho para entrada y salida de la posesión, que tiene sobre lo alto de la barranca. Por algún motivo desconocido la venta no se lleva a cabo y no se otorga. (X,EC,P160,160)

Antonio Virgala y su esposa Francisca Solana Riveros le venden a Pedro Criado el 27/11/1810, dos sitios que pertenecen a Francisca y que están al otro lado del Zanjón; el primer sitio, linda por el norte con calle, por el sur con los herederos de Sicilia Riveros, por el este con Juan Riveros, y por el oeste con el otro sitio; el segundo sitio, linda por el norte con calle, por el este con el primer sitio, por el sur con Antonia Roxas, y por el oeste con el Zanjón; en inteligencia que el dicho frente y fondo de este sitio anteriormente expresado, se halla en el plan de los demás terrenos que no los ha arruinado el Zanjón (Canal Zanjón Cacique Guaymallén); pues, además del referido plan, tiene el nominado sitio extensión en los planes del nominado Zanjón, cuyas aguas y avenidas (aluviones), los años anteriores ha desbarrancado y arruinado; y por tanto este derecho se comprende hasta el cauce que tenía la acequia antigua (calle Alberdi, Guaymallén) que formó dicho Zanjón. (X,EC,P162,141)

Bibliografía

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