Colonización: Segunda Fundación de Mendoza: Juan Jufré reactiva el proyecto urbano con lógica militar y simbólica, consolidando la estructura colonial definitiva en pleno valle del Huentota.
Los Jufré, oriundos de Medina de Ríoseco (Valladolid, España), una ciudad que se caracteriza por ser después del Vaticano, la que más conmemoraciones y festejos pascuales realiza en todo el mundo, sumado a las fuertes tradiciones y religiosidad de los riosecanos; es que Jufré, elige ese nombre para perpetuar dicha festividad en el nuevo mundo y en la víspera del domingo de Pascua de Resurrección; el sábado 28/3/1562, Jufré toma un árbol gordo por Rollo, para que en él se ejecute la leal justicia y por el cual, todos los presentes juran y se obligan a sostener y defender la ciudad; más, el poder otorgado por Dios, el rey Don Felipe y el gobernador Villagra, la rebautiza con el nombre de Ciudad de la Resurrección Provincia de los Guarpes y luego, reemplaza a los miembros del anterior Cabildo por los nuevos integrantes:
Alcades: Diego Jufré y García Hernandez.
Regidores: Juan de Villalobos, Antonio Chacón, Martín de Santander, Hernando Arias de Sayavedra, Diego Lucero.
Procurador y Mayordomo: Alonso de Videla.
A su vez, Jufré decreta que a partir de ese momento todos los documentos públicos emanados del gobierno, llevarán el nuevo nombre de la ciudad, borrando de las actas el nombre de Mendoza. Por último, define los límites de la ciudad y hasta donde tendrá jurisdicción; al norte: las Lagunas de Guanacache, al sur: el río Diamante, al oeste: la Gran Cordillera Nevada y al este: el Cerro que esta junto a la tierra del cacique Cuyocanta y así, se da por concluida la ceremonia, siendo rubricado el acto por el escribano público de Cabildo, Contreras.
Villagra destituye a su contador y mano derecha Arnao Cegarra Ponce de León y no le paga los sueldos atrasados que le debía; entonces, el contador Arnao envía un documento al Consejo de Indias, en el cual, hace una muy fuerte acusación por una gran cantidad de ilícitos cometidos por el Gobernador en su nueva gestión de gobierno. El documento en cuestión está dividido en 4 partes; primero, 63 acusaciones por ilícitos varios; segundo, los repartimientos que había entregado García Hurtado en Osorno, Santiago de Chile, Tucapel, Concepción, Villarica, Infantes, La Imperial, Valdivia, Confines y Cuyo, fueron quitados y dados a sus hombres; tercero, 49 asesinatos; y cuarto, un desfalco a las arcas de Su Majestad de 74.000 $. Con respecto a Cuyo, el contador Arnao dice:
- Querer mudar a Osorno, y quitar los nombres a Cañete y a los Infantes y a Mendoza del Río, y llamarlas Tucapel, los Confines y la Resurrección, en la cual Juan Jufré mudó la plaza, obra de 3 cuadras porque pareciese era ciudad nueva.
- En Cuyo se mandó no se diese testimonio de cosa alguna de las que pasaban.
- Les quitó los repartimientos dados por Castillo en 1561 en favor de Jufré:
Francisco de Urbina a Diego Jufré.
Juan de Maturana a Juan de Villalobos.
Alonso Campofrío de Caravajal a Pedro de Meza y Rodrigo Jufré.
Lope de la Peña a Cristóbal de Buiza y Hernando de Robles.
Juan de Villegas a Pedro de Zárate.
Mateo Dias a Juan Gómez de Yebénes.
Antonio Cambranes a Hernando de Robles y Alonso de Videla.
Pedro de Villegas a Federico de Peñaloza.
Antonio Chacón a Federico de Peñaloza.
Pedro Moyano Cornejo a Diego de Velazco.
Pedro Márquez a Garcí Hernandez.
Alonso de Torres a Alonso de Videla.
Diego Lucero a Hernando Arias de Sayavedra.
Gaspar Ruiz de Rojas a Francisco Rubio.
Martín de Elvira a Gaspar Ruiz de Rojas.
El 30/4/1562, el licenciado Juan de Herrera, nombrado por Villagra en reemplazo del contador Arnao, en los cargos de teniente general y juez de residencia de la gobernación de Chile; le envía una rendición de cuentas a los miembros del Consejo de Indias, en la que indica que no ha recibido salario este último tiempo y además, informa de un supuesto fraude del exgobernador García Hurtado en donde ha sacado fondos de la caja de Su Majestad por más de 130.000 $. Junto con la rendición de cuentas, envía dos cartas escritas por García Hurtado a su secretario, indicando en ellas que convenciera a Herrera para que cometiera cohecho.
En la Resurrección, el escribano Tomás Nuñez por orden de Jufré, hace merced a Diego de Velasco de la encomienda del cacique Anato y su tierra de Amaycate que está ubicado en el valle de Huantata; y, el cacique Sumac y sus tierras de Tuoboto y Tunián; y, el cacique Coyocanta y su tierra de Olvo; y, el cacique Relanta con todos sus indios y sujetos, el 1/5/1562. Para el 5/6/1562, se hace la distribución de tierras para estancia y ganado, contiguo al casco urbano, siendo rubricado el acto por el escribano público de Cabildo, Juan de Coria Bohorques. Una vez organizado y redistribuidos los solares en la ciudad, Jufré organiza una expedición conformada por:
Antonio Cardoso, Anze de Fabre, Bartolomé Flores, Baltasar Pinto Leite, Cristóbal de Buiza, Cristóbal Sánchez de Yesti, Diego Márquez, Diego Ronquillo, Diego Lucero, Francisco Gómez Durán, Francisco Hernández, Francisco de la Peña, García Hernandez, Gaspar de Lemos, Gaspar Ruiz de Rojas, Gonzalo Ruiz de Arce, Hernando Diaz Puebla, Hernando Arias de Sayavedra, Hernando Ruiz de Arce, Hernando de la Cueva, Juan de Ahumada, Juan de Avila, Juan de la Gama, Juan de Contreras, Juan Eugenio de Mallea, Juan de Villegas, Juan Gómez Isleño, Juan Martín Gil, Juan Gómez de Yébenes, Lorenzo Payo, Luis Tenorio o Ternero, Martín de Elvira, Martín de Santander, Martín Hernández de los Ríos, Nicolás López de Aguirre, Pedro o Gonzalo Márquez, Rodrigo Jufré de Loayza, Sebastián de Villanueva, Tomás Nuñez.
Parten con rumbo nordeste, dejando a Diego Jufré como teniente interino de la Resurrección y, el día 13/6/1562, fundan la ciudad de San Juan de la Frontera (San Juan) que estaba en poder de los indios del norte y de los del Valle de Calchaquí, para luego conquistarlos y así abrir el comercio con el Perú y la Ciudad de La Plata (Potosí).
El 30/6/1562, comparece Diego de Velasco ante el escribano Nuñez y Diego Jufré, para solicitar se le confirme la posesión de la encomienda de fecha 1/5, son testigos del acto: Hernando de Robles, Gaspar Ruiz y Cristóbal Sánchez de Yesti.
Al poco tiempo de establecido en la nueva ciudad de San Juan, Jufré recibe la orden de trasladarse con destino a Chile, para asumir en el cargo de teniente gobernador de la ciudad de Santiago de Chile, acompañado por su mano derecha Martín de los Ríos.
De paso por la Resurrección, Jufré encomienda a Diego de Velasco los caciques Choronta y su tierra en Sanigues; y, el cacique Salán y su tierra en Omaintasia cerca del pueblo de Zambra, siendo rubricado el acto por el escribano Martín de los Ríos. Luego, parte con destino a Chile y a su llegada a Uspallata, el 7/9/1562, hace merced de las encomiendas de los caciques: Xamio y sus tierras Tojoyometa en las lagunas de Hanacache; y reconfirma la encomienda del cacique: Choronta por una confusión con la pronunciación del nombre, en favor de Diego de Velazco. El 11/9/1562 estando en Uspallata, Jufré emite una provisión por la cual, le hace merced al alcalde Juan de Villegas vecino de la ciudad de la Resurrección, que pobló en este año el Valle de Uco, de unas tierras cercanas para sembrar, señalándole 40 varas de cabezeda que corren de norte a sur y 320 de largo (este-oeste), de 30 pies la vara y 12 puntos por pie, conforme al repartimiento de los demás vecinos y que lindan con las tierras de Pedro de Villegas. Por el mismo título le otorga un solar en la traza de la dicha ciudad que linda con el solar de Pedro de Villegas.
Una vez llegado a Santiago de Chile, Jufré asume en su cargo y algunos hombres que habían sido de la expedición de Castillo, son despojados de sus encomiendas. Lope de la Peña, Juan de Villegas, Pedro Márquez y Juan de Maturana, solicitan permiso para viajar a Perú para ir a pedir justicia por las pérdidas de sus encomiendas. Jufré les niega el permiso y los obliga a trasladarse al sur y ponerse a las órdenes de Villagra y luchar contra los Mapuches. Haciendo caso omiso de la orden, solicitan asilo en el convento de San Francisco. Luego de algunos días de reclusión en el convento, emprenden su viaje al Perú y Jufré al darse cuenta los arresta. Después de un tiempo, Jufré sale de viaje y deja la ciudad; así, los cuatro fugitivos logran huir y se encaminan al Perú. Márquez se queda en La Serena a las órdenes de Aguirre.
El 8/10/1562 en la ciudad de Osorno, el vecino Miguel Martín, le envía una carta al Rey en donde reclama 250 indios que tenía en encomienda y que fueron dados por García Hurtado, siendo despojado de ellos por el gobernador Villagra. Además, Antonio Pacheco al ir a solicitar justicia por agravios al ayuntamiento, es herido de muerte por un soldado de Villagra.
Entre tanto, Castillo llega a Perú y el 24/12/1562, contrata al escribano Joan de Padilla, quien se presenta en el Cabildo de la Ciudad de Lima, ante el alcalde Francisco Velázquez de Talavera, informando que tiene una carta y provisión real original emitida por la Real Audiencia de Lima y dice:
"... que por cuanto él tiene necesidad de inviar la dicha provisión real fuera destos reinos á otras partes é se teme que en el camino ó en la mar ó en otra manera se podría perder ó rasgar ó maltratar por fuego ó por agua ó por otro caso fortuito, de que se le podría seguir é recrescer daño y pérdida, é para que conste é se cumpla y ejecute lo en ella contenido, tiene nescesidad de sacar un treslado, dos ó mas de la dicha provisión real é abtos; por tanto, pedía al dicho señor alcalde mande á mí el dicho escribano que dé la dicha provisión real original é auctos lo saque é dé treslados que me pidiese é menester hobiere, y en los cuales y en cada uno dellos interponía su autoridad é decreto judicial para que valgan é hagan fee como la dicha provisión real original; sobre que pidió justicia con imploración de oficio, é lo pidio de testimonio... ".
El acto es rubricado por el escribano público y de Cabildo Joán García de Nogal y son testigos Joán Deaos y Gonzalo de Castroverde. Vista la provisión por el alcalde Talavera, manda al escribano Nogal a que saque varias copias y las legalice a todas.
Las autoridades del Cabildo de Santiago de Chile: Francisco de Riberos, Antonio de Azoca, Juan y Pedro Gomez, Juan Godínez, Alonso de Escobar y Pedro de Miranda, envían una carta al Rey el 18/2/1563, dando cuenta del mal gobierno que está realizando el gobernador Villagra; y que, de 24 años a esta parte cuando era gobernador Valdivia y luego García Hurtado, que fueron leales vasallos y muy buenos gobernantes, porque fundaron, poblaron y sustentaron muchas ciudades; y, a partir del nombramiento de Villagra, este reino a caido en desgracia con su forma de gobernar y los naturales están revelados, despoblándose varias ciudades por miedo a ser atacados. Riberos y Escobedo, llevan la carta a España.
En la ciudad de Santiago de Chile el 14/4/1563, Jufré y Villagra intiman a los vecinos de Cuyo: Diego Ronquillo de Peñaloza, Cristóbal de Buiza, Alonso de Videla, Francisco de la Peña, Juan Martín Gil, Nicolás de Aguirre, Juan Fernandez Herrador, Hernando Arias, Diego de Velasco, Martín de Santander, Antonio Cardoso, García Hernández, Francisco Rubio y Diego Lucero, que regresen a sustentar sus vecindades, encomiendas y poblar sus casas en las dichas provincias, a riesgo de perder sus repartimietos en favor de otros vecinos de la ciudad. Con fecha 15/4/1563, es pregonada la real provisión por Francisco de Figueroa en la Plaza Mayor y, luego, el escribano Juan de la Peña, notifica a los nombrados siendo testigos Nicolás de Aguirre y Juan Martín Gil.
A los pocos meses y con graves problemas de salud, Villagra es derivado al médico Bazán, quien con algunos remedios lo trata de curar. El doctor, se queda en forma permanente con Villagra y le prohibe tomar agua; un día debe ausentarse y Villagra sediento, le pide a su criado que lo convide con agua y ante la negativa, su cuñado Mazo de Alderete, le acerca agua y Villagra toma en exceso, comienza a sentirse mal y exige regrese el médico para que lo atienda. Una vez llegado Bazán y al constatar que Villagra había tomado agua, le toma el pulso y viendo que su salud se complicaba cada vez más, hace venir al cura, para que le administre los sacramentos y se confiese. Villagra llama al escribano de la ciudad y le dicta su testamento en donde nombra como nuevo gobernador a Pedro de Villagra. El 22/6/1563, Villagra muere en la ciudad de Concepción.
En la Resurrección, el procurador Antonio Chacón, envía una carta a Chile, en donde informa que los vecinos padecen y tienen gran necesidad de tierras en donde poder sembrar la comida necesaria para su sustento y mantenimiento por causa de la esterilidad que tienen de ellas y estar los indios de sus encomiendas lejos del sitio y la fundación de la dicha ciudad y que junto a ella está un pedazo de tierra vacío que tiene 80 cuadras de largo y ancho (127 hectáreas ubicadas al suroeste del Area Fundacional: calles Salta, Beltrán, Tiburcio Benegas y Peltier + o -); el cual, repartiéndose entre dichos vecinos y personas que residen en la ciudad, sería de gran ayuda y beneficio para su sustentación y mantenimiento. En respuesta al pedido de Chacón el nuevo gobernador Villagra, le hace merced de las tierras solicitadas el 25/8/1563.
El 29/11/1564, el gobernador Pedro de Villagra y el escribano del Cabildo de Santiago de Chile, Diego Ruiz de Oliver, hacen merced a Diego de Velazco, de una encomienda de 500 indios y, también, de la encomienda del difunto Alonso de Torres: "... y ansimismo, juntamente con el dicho Allalme Algarrobero, en la provincia y tierra de Icanio, que servía al dicho Alonso de Torres, os encomiendo todos los caciques, indios y principales á ellos subjetos, que sirvieron al dicho Alonso de Torres, sacados dellos docientos indios de visitación que se han de sacar y dar a don Gonzalo Ronquillo de Peñaloza, los cuales se han de sacar ante todas cosas al dicho don Gonzalo, y los unos caciques y los otros con sus indios y subjetos, vos doy y encomiendo con cuatrocientos indios de visitación y no más, para que os sirvais de ellos ..." "... y mando a las justicias de Su Majestad que son o fueren en la ciudad de la Resurrección o de Mendoza, en cuyos términos los dichos indios, ó á los demás de esta gobernación, que luego questa encomienda les fuere mostrada, vos metan y amparen en la posesión de todos los dichos indios, caciques é principales y os amparen e defiendan en ella, so pena de dos mil pesos de oro para la cámara de Su Majestad..."
Bibliografía
1) Actas Capitulares de Mendoza: Tomos (T) 1 al 4.
2) Bibar, Gerónimo de (1558): Crónica y relación copiosa y verdadera historia de los Reynos de Chile.
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5) Barros Arana, Diego (1830-1907): Historia General de Chile, Tomo 2.
6) Larrain, Nicanor (1906): El Pais de Cuyo.
7) Errázuris, Crescente (1915): Historia de Chile.
8) Verdaguer, José Aníbal (1935): Historia de Mendoza.
9) Canals Frau, Salvador (1942): Acotaciones etnológicas a un pleito sobre indios mendocinos del siglo XVI.
10) Espejo, Juan Luis (1954): La Provincia de Cuyo del Reino de Chile I y II.
11) Santos Martínez, Pedro (1995): Mapas, planos, croquis y dibujos sobre Cuyo durante el período hispánico (1561 - 1810).
12) Palacios, Ernesto (2018): Mendoza, la ciudad perdida.
X) Archivo General de la Provincia de Mendoza: Carpetas y Documentos (C,D), Protocolos (P).
Y) Archivo de la Nación Argentina.
Z) Archivo Nacional de Chile.
Acta de Fundación de la Resurrección, 28/3/1562
En el nombre de Dios. En este asiento de balle de Cuyo, provinçia de los Guarpes, ques de esta otra parte de la gran cordillera Nevada, en veynte e ocho días del mes de Março, año del Señor de mil e quinientos e sesenta e dos años, ante mi Joan de Contreras, escrivano público y del Cabildo desta dicha provincia, el Muy Magnífico señor capitán Joan Jufré, Teniente General en estas dichas provincias de Cuyo, Caria, Famatina, Tucumán e Nolonqasta, desde las vertientes de la gran Cordillera Nevada hasta el mar del Norte por el muy yllustre señor mariscal don Francisco de Villagrá, governador e Capitán general en los reinos de Chile e destas provinçias por su magestad, etc. dixo que él viene a estas dichas provincias con poderes muy bastantes de los quales ha hecho demostración a la justiciae regimiento de este dicho asiento e sitio que Pedro del Castillo tenía señalado en este dicho valle, el qual está apartado deste asiento e suerte, e por quanto el dicho asiento no estaba e parte competente e para el bien e aumento e conservación de los vezinos e moradores que en ella an destar e residir conbenía por estar metido en una hoya e no dalle los bientos que son necesarios e convenibles para la sanidad de los que en ella biben e an de bibir e perpetuarse en ella, e andando a buscar otro mejor sitio que sea y tenga las calidades arriba dichas halló estar otro mejor asiento y más ayroso que el quel dicho Pedro del Castillo abía nombrado dos tiros de arcabuz poco más o menos en este dicho valle y el dicho señor general por birtud de los poderes que de su magestad el rey don Felipe nuestro señor e del dicho señor goberandor en su real nombre alçava e alçó con sus manos un árbol gordo por rollo e picota e árbol de justiçia para que en él se execute la real justiçia para agora e sienpre jamás e dando a entender a todos los cavalleros soldados pobladores que presentes estaban lo arriba dicho e juraron de sustentar e defender todo lo dicho y el dicho señor general siendo este dicho día que el dicho rollo e picota alçó bíspera de Pasqua de Resurrecçión, dixo que en nombre de Dios y del rey de Castilla don Phelipe nuestro señor y del dicho señor gobernador le daba e dió por nombre la çibdad de la Resurrección, probinçia de los Guarcos el qual dicho nombre mandaba y mandó que en todos los abtos y escrituras públicas y testamentos y en todos aquellos que se acostumbran y suelen poner con día, mes y año, se ponga e nombre como dicho tiene e no de otra manera so pena de la pena en que caen e yncurren los que poneen en escrituras públicas nombres de çibdad que no está poblada en nombre de su magestad e subgetó a su dominio real a la qual dicha çibdad de la Resurrección daba e dió por término de norte sur por la bande del norte hasta el balle que se dize de Guanacache e por aquella comarca del dicho balle hazía abaxo e por la banda del sur hasta el valle de Diamante e por la vanda el Este hasta el cerro questá junto a la tierra de Cuyocanta e por la banda del hueste hasta la cordillera Nevada, los quales dichos términos les señalaba e señaló con mero e misto inperio como dicho tiene para agora e sienpre jamás, la cual dicha çibdad arriba declarada dixo que la asentaba e asentó, fundada e fundó en nombre de la magestad real del rey don Felipe nuestro señor e del dicho señor gobernador don Francisco Villagrá.