Colonización: Descubrimiento de Mendoza: Primero tribus primitivas y luego los exploradores españoles recorren el desierto cuyano, enfrentando geografía, mitos y resistencia indígena en busca de un nuevo enclave colonial.

Lo que hoy llamamos Mendoza fue habitado por culturas originarias que iniciaron un proceso de zonificación hace más de 9.000 años antes de Cristo. Tribus cazadoras y recolectoras ocuparon estratégicamente zonas como Agrelo (Luján de Cuyo) y Barrancas (Maipú), dando forma al paisaje mucho antes de que existiera la idea de provincia.

En el siglo XV, con la expansión del Imperio Inca, Cuyo se intregra al Collasuyo, el cuadrante sur del Tahuantinsuyo, coexistiendo junto a los Huarpes, que habitaban al norte del río Diamante, y teniendo por vecinos a los Puelches y Pehuenches al sur del curso hídrico.

Francisco Pizarro y Diego de Almagro, Fundación de Mendoza Para el año 1524 Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque, se unen para llevar a cabo una expedición en busca de las tierras del Birú, en el imperio Inca en Perú. Tras 10 años de guerra contra los incaicos, el 23/3/1534, finaliza la conquista militar con la victoria española y la fundación de la ciudad de Cuzco. El 18/1/1535, Pizarro funda la Ciudad de los Reyes (Lima) y se establece en ella; a partir de aquí, comienzan los enfrentamientos por cuestiones de jurisdicción entre Almagro (Cuzco) y Pizarro (Lima); finalizando el conflicto en la batalla de Las Salinas en 1538 con la muerte de Almagro. Pizarro toma el poder y se dedica a consolidar la colonia; entre tanto, Pedro Gutierrez de Valdivia mano derecha de Pizarro, le solicita permiso para organizar una expedición y dirigirse a las tierras ubicadas al sur del Perú en Chile y que había descubierto Almagro en 1536.

Ningún prestamista quiso adelantarle dinero y los 15.000 $ (pesos oro) que pudo reunir para comprar armas y pertrechos se consumieron rápidamente. La empresa peligraba, pero apareció recién llegado de España, Francisco Martínez de Vergara; comerciante que traía para vender en el Perú: esclavos, armas, caballos, vestuario y pólvora. Valdivia le ofrece un porcentaje de las ganancias por las conquistas que realizaran, Vergara acepta y financia la expedición. Valdivia comienza a buscar hombres, pero, se encuentra con el problema que ninguno quiere participar debido a que la región había sido desacreditada por los que habían ido con Almagro algunos años antes y que dieron como resultado, la pérdida de 5.000 hombres (españoles, yanaconas y negros).

En medio de los preparativos, aparece Pedro Sancho de la Hoz, un antiguo secretario de Pizarro, con una provisión real del 8/2/1539, nombrándolo gobernador de las tierras que descubriera en los mares del Sur, siempre que ellas no estuvieran comprendidas en las que se les habían adjudicado a Pizarro, Almagro, Pedro de Mendoza y Francisco de Camargo. Para evitar inconventientes, Pizarro le sugiere a Valdivia y Vergara, que se asocien y lleven a cabo la expedición en conjunto con el recién llegado Sancho de la Hoz. Valdivia nombra como su teniente y capitán a Alonso de Monroy y como maestre de campo a Pedro Gomez de Don Benito, luego, envía a un emisario a la Plata y Porca (Charcas - Bolivia), otro emisario a la Ciudad de los Reyes y Huamanga (talvez se encontraba en la ciudad Pedro del Castillo, ya que un año antes estaba en el lugar al momento de su fundación), y por último, Valdivia en persona va a la ciudad de Arequipa, para reclutar soldados para la conquista.

Al cabo de 8 meses de preparativos, con 10 hombres y 1.000 aborígenes, Valdivia parte desde Cuzco en enero de 1540. Los expedicionarios inician la marcha por el camino del valle de Arequipa, Moquegua, Tacna; más adelante, se le unen otros hombres y llegando al oasis de Tarapacá, la expedición se incrementa a un total de 70 españoles. En este lugar, se encuentran con los primeros inconvenientes y tras algunos enfrentamientos, muere el maestre de campo Álvar Gómez; además, Vergara debe ser trasladado a Arequipa gravemente herido.

Entre tanto, venía en camino al mando de otro grupo que se incorporaría a la expedición, Francisco de Aguirre. Valdivia envía un emisario al encuentro de él, con la orden que se encuentren en Atacama. Valdivia parte de Tarapacá con destino a Atacama, al llegar al pueblo de Los Capiruzones, se encuentra con Francisco de Villagra quien venía de Tarija y de haber estado bajo las órdenes de Pedro de Candia, sumándose al grueso de la expedición de Valdivia, junto con Juan Jufré, Juan Bohon, Jerónimo de Alderete, Pedro de Villagra, Juan Fernández de Alderete, Juan de Cuevas, Rodrigo de Quiroga, el capellán Rodrigo González de Marmolejo y otros.

Pedro de Valdivia y Francisco de Aguirre, fundacion de Mendoza A principios de junio, Valdivia se adelanta hasta San Pedro de Atacama donde se reuniría con Aguirre que lo esperaba con algunos hombres más. Entre tanto, Valdivia decide acampar en Atacama la Chica, donde aparece el socio desaparecido Sancho de la Hoz junto a Juan y Diego de Guzmán, Antonio de Ulloa y 21 soldados más, con la intención de asesinarlo. En la noche, creyendo entrar en la tienda de Valdivia se introducen en la de Bartolomé Díaz; éste, ignorante de lo que se tramaba, los conduce a la tienda de Valdivia. En la oscuridad no advierten que Valdivia no duerme allí, y al acercarse al lecho son sorprendidos por la voz de Inés de Suárez, la mujer de Valdivia, quien ocupa la cama del conquistador en su ausencia. El campamento se revoluciona con los gritos y pronto acude Luis de Toledo y algunos soldados a prestar ayuda a la dama y casi enseguida, llega Pedro Gómez de Don Benito, quien está a cargo en ausencia de Valdivia y el complot es desbaratado.

Después de 11 meses de penurias, Valdivia y sus hombres llegan en la tarde del 20/12/1540, a orillas del río que los aborígenes llaman Mapuchuco (Mapocho) y funda el 12/2/1541, la ciudad de Santiago de la Nueva Extremadura (Santiago de Chile, Chile) y crea el Cabildo de la ciudad el 7/3/1541, nombrando como Alcaldes: Francisco de Aguirre y Juan Jufré. Regidores: Juan Fernandez Alderete, Juan Bohon, Martín de Solier, Gaspar de Villarroel, Juan Gomez, Jerónimo de Alderete y Francisco de Villagra. Mayordomo: Antonio Zapata. Procurador: Antonio de Pastrana. Escribano: Juan Pinel. Alférez Mayor: Pedro de Miranda. Maestre de Campo: Pedro Gomez de Don Benito. Además, conforman la expedición:

Alonso de Chinchilla, Antonio Tomé Bajano, Antonio de las Peñas, Alonzo Monroi, Alonzo de Córdoba, Alonzo del Campo, Alonzo Salguedo, Antonio Idalgo, Antonio de Ulloa, Antonio Diaz, Alonzo Sanchez, Alvar Nuñez, Alonzo Perez, Antonio Rendon, Antonio Correa, Antonio de Olmedo, Bartolome Márquez, Bartolomé Flores, Bartolomé Muñoz, Bartolomé Rodrigo Gonzalez Marmolejo, Bernabé Rodriguez, Cristóbal de las Cuevas, Diego de Oro, Diego Nuñez, Diego de Zéspedes, Diego Perez Cligo, Diego Medina, Diego Jaimes, Diego García de Cáceres, Diego de Velazco, Esteban Perez, Francisco Riveros, Fernando Ortiz, Francisco Cabrera, Francisco Carretero, Francisco Galdames, Francisco de Riberos, Francisco Raudona, Francisco de Leon, Francisco Ponce de León, Francisco de Arteaga, Gerónimo Bergara, Gabriel de la Cruz, García Diaz, Gil Gomez Dávila, Gerónimo de Vera, Gaspar de las Casas, Gabriel de Salazar, Hernán Pérez, Hernan Vallejos, Juan Negrete, Juan Bolaños, Juan Ruiz, Juan Ortiz, Juan Galaz, Juan Gutierres, Juan Carreño, Juan Perez, Juan Crespo, Juan Cabrera, Juan de Zorbano, Juan de Vera, Juan Godines, Juan Chaves, Juan Pacheco, Juan Funes, Juan Iguera, Juan Samora, Juan Lovos, Juan Alvarez, Jiraldo Gil, Lopez de Landa, Luis de la Peña, Lope de Ayala, Luis de Toledo, Martin de Castro, Marcos Veas, Martin Ibarola, Martin Velasquez, Mateo Dias, Pedro Pantoja, Pedro Gomez, Pascual Ginoves, Pedro Gonzalez, Pedro Dominguez, Pedro de Leon, Pedro Gamboa, Pedro Gomez, Pedro de Villagra, Pedro Sisternas, Ruiz Garcia, Rodrigo de Quiroga, Rodrigo de Araya, Rodrigo Gomez Chugo, Salvador Montoya, Santiago Perez, Santiago de Azocar.

Al mismo tiempo que se produce la caída del Imperio Inca, una guerra civil se desata entre los conquistadores; para concluirla, el rey Carlos I de España firma en Barcelona por Real Cédula del 20/11/1542, las llamadas Leyes Nuevas de Indias y a partir de ellas, dispone la creación del Virreinato del Perú en reemplazo de las antiguas gobernaciones de Nueva Castilla y Nueva León; al mismo tiempo, la sede de la Real Audiencia de Panamá es trasladada a la nueva capital del virreinato en la ciudad de Lima y el 1/3/1543, asume el cargo de virrey Blasco Núñez Vela y Villalba. Con las Leyes Nuevas de Indias, es abolida la institución de la encomienda y es prohibida la esclavitud de los aborígenes; ante esto, se produce una sublevación conocida como la "Rebelión de los Encomenderos", liderada por Gonzalo Pizarro, quien entra triunfante en Lima el 28/10/1544 y mata al Virrey. Pizarro se hace del control del virreinato y le envía una carta a Valdivia para que se sume a la sublevación y coopere con sus hombres para la formación de un nuevo ejército. El 20/10/1545, el Rey suprime el capítulo 30 de las Leyes Nuevas, donde se prohibe la encomienda hereditaria y para el 16/2/1546, es nombrado Presidente de la Real Audiencia de Lima, el licenciado Pedro de la Gasca.

Enterado Valdivia de la llegada de Gasca, organiza una expedición y se traslada al puerto de Valparaiso (Chile) el 1/12/1547, acompañado entre otros por Jufré; deja a Villagra en Santiago de Chile al mando de la gobernación. Villagra, debe hacer frente a varias rebeliones y la más violenta perjeneada por Sancho de la Hoz; a quién, luego de tomarlo prisionero le aplica la pena capital el 8/12/1547. El 12/12/1547, estando en el barco y presto a zarpar, llega el alférez Agamenón y le informa a Valdivia que Villagra había ejecutado a Sancho de la Hoz, siendo testigo de la noticia Jufré; al otro día, Valdivia y su ejército parte con destino a Andaguailas (Perú). Al llegar, Valdivia y Jufré se reúnen con Gasca, Jerónimo de Alderete y Antonio Beltrán, informándo que Sancho de la Hoz había sido ejecutado por Villagra, a lo que Gasca responde: "... en verdad que Francisco de Villagra merece que Su Majestad le haga muchas mercedes por tan buena cosa como ha hecho, y si ansí lo hubieran hecho en este reino, no anduviéramos agora en lo que andamos...".

Entre tanto, a raíz de la sublevación de los aborígenes del norte, en la población conocida como La Serena (Chile), Villagra se encamina hacia esa ciudad para castigar a los sublevados y poner en orden la región. A su vez, al otro lado de la cordillera, en Cuyo (Mendoza - Argentina), en la zona de Locloctuyta (Lagunas de Guanacache - Lavalle - Mendoza); el cacique Peltaguin muere y es sucedido en el cacicazgo por el cacique Tonuta. Uno de los integrantes de su tribu, Huchiquimi, parte con destino al valle de Huantata (Gran Mendoza) para desposarse con Inchuacce, que pertenece a la tribu del cacique Gues. A partir de la unión de la pareja, engendran un hijo al que ponen por nombre Ayguil y se quedan a vivir en la zona de Taitanquen (Belgrano y El Bermejo - Guaymallén - Mendoza). Además, el cacique Goazap le vende al cacique Pilectay y, a su esposa Estepe y su hijo Goaimalle, las tierras de Anancat (San José y Nueva Ciudad - Guaymallén) que son regadas por la Acequia de Goazap Mayu (+ o - calles Las Cañas y Allayme - Guaymallén), a cambio de una oveja de la tierra (guanaco).

Debido a su basta experiencia en guerra, Valdivia rápidamente se hace del control de las fuerzas leales al Rey y, comienza a ganarse varios enemigos dentro de su mismo ejército y que habían llegado junto a él desde Chile. Luego de varios enfrentamientos entre las fuerzas reales y las rebeldes, el 9/4/1548, en la batalla de Xaquixahuana (Perú) a 25 km de la ciudad de Cuzco, gracias a la información dada por el desertor Juan Nuñez del Prado; las fuerzas comandadas por Gonzalo Pizarro son vencidas.

A fines de mayo de 1548, entra al puerto de Valparaíso una fragata que traía a bordo a Jufré, quien había sido enviado por Gasca para anoticiar a las autoridades del Cabildo de Santiago de Chile, que los rebeldes habían sido derrotados y había vuelto la tranquilidad al virreinato. Luego de la noticias traídas por Jufré, las autoridades en Chile, quedan a la espera de su gobernador y, a pesar que Valdivia tiene una destacada actuación contra las fuerzas rebeldes, se le inicia una causa judicial en su contra. Viendo que la situación de Valdivia es complicada, Gasca decide enviarlo de vuelta a Chile, confirmándolo en su cargo de gobernador; pero, no lo absuelve de los cargos por los cuales se le había iniciado una querella en su contra.

Organizado el nuevo virreinato y en recompensa por los servicios prestados, Gasca por real cédula del 19/6/1549, nombra a Nuñez del Prado para que organice una expedición y conquiste la región del Tucumán (Norte de Argentina); siendo rubricada el acta por el escribano Pedro de Avendaño y muy a pesar de Valdivia.

En mayo de 1549, Valdivia después de servir a Su Majestad en el Perú, llega a Valparaíso y de inmediato se traslada a Santiago de Chile para retomar nuevamente el cargo de gobernador. El 20/6/1549, Valdivia emite una provisión real y por la cual, faculta a Aguirre a fundar y poblar una ciudad en la zona de La Serena, siendo rubricado y pregonado el acto por el escribano Juan de Cárdenas; quién también, le informa a Villagra que debe prepararse para viajar a Perú.

El 9/7/1549 Valdivia manda en comisión a Villagra, para que reclute hombres, traiga caballos y se entreviste con Gasca para informarle de la situación en Chile. Para ello lo embarca en una fragata con destino al Perú; además, le ordena que a su regreso ingrese a la región del Tucumán y reclame el territorio por corresponderle a la gobernación de Chile.

Una vez llegado a la ciudad de los Reyes, Villagra tiene una entrevista con Gasca, quien, lo excime de culpa y cargo por la muerte de Sancho de la Hoz y, a su vez, le emite una provisión real en donde le encomienda los decubrimientos que haga en la región del Yungulo (Noroeste de Argentina), haciéndole entrega de pertrecho y dineros para que inicie su vuelta a Chile. El martes 20/8/1549, Villagra pregona la provisión correspondiente y comienza a reclutar hombres para su expedición.

Entre tanto, Aguirre llega a La Serena y retoma el control de la región que había sido despoblada por los enfrentamientos con los aborígenes de la zona y el 26/8/1549, funda la ciudad de San Bartolomé de La Serena, siendo testigos: Gonzalo de Peñaloza, Diego de Rojas, Cristóbal Martín, Esteban de Zabala y rubricado por el escribano Juan González.

El 15/9/1549 Valdivia sale al campo con algunos soldados y tiene un accidente, siendo despedido por su caballo, el cual, se le cae encima y le rompe todos los dedos del pie derecho, por lo que debe reposar en cama durante 3 meses. El 20/12/1549, Valdivia asume nuevamente la gobernación de Chile y dicta su testamento debido a que no se encontraba bien de salud a raíz de su accidente; y en el cual, al momento de su muerte es su voluntad que lo suceda en el cargo el capitán Jerónimo de Alderete y para el caso que Valdivia deje alguna deuda en vida será su responsabilidad pagarla con sus encomiendas y hacienda, Alderete no acepta tal condición y entonces se incluye en la lista sucesoria a Aguirre y en tercer lugar a Villagra. Entre tanto, Valdivia se traslada con un contingente al sur de Chile y el 5/10/1550, funda la ciudad de Concepción del Nuevo Extremo (Chile) frente a las costas del Pacífico, creando el Cabildo de la ciudad y repartiendo solares entre los 40 vecinos y soldados con los cuales había llegado a la región.

Cumpliendo con la real provisión dada por la Real Audiencia de Lima, Nuñez del Prado, organiza una expedición con la que ha de colonizar la región del Tucumán; para ello, comienza a reclutar hombres en la ciudad de Potosí (Bolivia), luego de algunos días, logra reunir una fuerza de 90 soldados y decide dar inicio a la expedición. Mientras tanto, deja a cargo del campamento a su maestre de campo Juan de Santa Cruz para que junte algunos hombres más y luego se los envíe para reforzar la expedición. Nuñez del Prado llega al valle de Chicoana (Bolivia) y allí levanta un campamento a la espera de los refuerzos que debe enviar Santa Cruz. A su vez, Villagra comienza a reclutar hombres en Lima con engaños, diciéndoles de las grandes riquezas que hay en Chile; luego de un tiempo, logra reunir una fuerza de 100 soldados y emprende su regreso en dirección sureste, para volver a Chile previo paso por la región del Tucumán.

Villagra llega a la ciudad de Huamanga en donde logra incorporar algunos hombres más a la expedición; después parte con destino al Cuzco. Al llegar se entrevista con el corregidor Juan de Saavedra y le muestra las provisiones emitidas por el licenciado Gasca, a su vez, envía a algunos de sus capitanes al suroeste a las ciudades de Arequipa y Collado, en donde incorporan más soldados. Llegados los capitanes, Villagra y la expedición siguen su marcha y llegan a Potosí y se encuentran con Santa Cruz, quien está abocado a la tarea de reclutar más hombres para Nuñez del Prado. Antes de seguir su camino, Villagra se reúne con el comerciante Juan Vélez de Lara quien le da en préstamo 30.000 $ en oro y ropa; también, recibe 8.000 $ en oro de Antón de Luna; y, Juan de Oviedo, Alonso de Moya y Antonio Nuñez, le hacen sendos préstamos de ropa y oro.

En la villa de Plata (Potosí), el corregidor Esquivel le ordena a Villagra que deje en libertad aquellos aborígenes que no quieren participar de la expedición. Es aquí donde Villagra se hace de los pertrechos y dineros necesarios que le faltaban para continuar con su largo viaje hacia Chile. Luego de unos días, emprende su marcha y llega al valle de Sococha (Bolivia); allí, Villagra le ordena a su maestre de campo, Gabriel de Villagra, que se dirija a Cotagaita (Bolivia) a la espera de Santa Cruz; allí, se encuentran con el alguacil Martín Monje, enviado por el licenciado Polo Ondegardo (Corregidor de Charcas) y le ordena a Villagra que le quite las cadenas a los aborígenes que lleva. Villagra no hace caso de la orden y se dirige al sur y llega a Humahuaca (Jujuy - Argentina); después pasan por Esteco, en donde, por el gran hambre que tienen deciden sacrificar algunos caballos y perros para alimentarse; desde allí, recorre 20 leguas hasta llegar a la provincia de Tuama.

Preocupado porque los refuerzos no llegan, Nuñez del Prado, envía a Miguel de Ardiles y Nicolás Carrizo, junto a 30 soldados a Potosí. Al mismo tiempo, Santa Cruz parte desde Potosí con algunos refuerzos más y luego de algunos días de marcha se encuentra con Ardiles y Carrizo en Cotagaita. A su vez, Nuñez del Prado y el resto de la expedición siguen en dirección sur, con el fin de llegar al Tucumán. El 24/6/1550, Gabriel de Villagra y 60 hombres, toman por sorpresa el campamento de Santa Cruz y tras un breve enfrentamiento se hacen del control de la situación, quitándole sus armas, pólvora, caballos y 28 hombres, dejando a Santa Cruz, Ardiles y Carrizo de a pie y librados a su suerte.

El 29/6/1550, luego de varios enfrentamientos con aborígenes de la región, Nuñez del Prado llega a destino y funda la ciudad del Barco (Santiago del Estero - Argentina, hoy Monteros al sur de Tucumán). Luego de nombrar el Cabildo de la ciudad y de realizar el repartimiento de tierras, Nuñez del Prado, envía al alcalde Martín de Rentería a explorar las zonas de Macherata, Collagasta, Mocata, Ligasta y Tomagasta (Tucumán - Argentina), siendo recibido cordialmente por los aborígenes de la región.

Llegado Gabriel de Villagra a Jujuy, junto a las tropas que habían desertado de Santa Cruz, sumado a las que ya tenía Villagra logran reunir unos 180 hombres, que después de reorganizarse parten y llegan al asiento de Tomagasta a fines de octubre de 1550, tomándola por la fuerza y sometiendo a los aborígenes del lugar.Juan Nuñez del Prado y Francisco de Villagra, fundacion de Mendoza A principios de noviembre, Nuñez del Prado, le ordena a Rentería que vaya nuevamente a visitar a los caciques comarcanos para afianzar los lazos de amistad. El 10/11/1550, Rentería levanta un campamento en el pueblo de Tepiro y un cacique amigo le informa que en Tomogasta hay soldados españoles que han sitiado la ciudad. Este día, Rentería llega a Tomagasta al cuarto de alba y se encuentra con Villagra y 100 hombres a su mando, se produce un enfrentamiento y, Rentería derrotado decide regresar a la ciudad del Barco, informándole a Nuñez del Prado que Tomagasta ha sido invadida por intrusos españoles. Al llegar Rentería a la ciudad se encuentra con Rui Sánchez de Vargas y este le informa que Gabriel de Villagra había sometido a Santa Cruz en Cotagaita. De inmediato, Nuñez del Prado organiza una expedición y se encaminan a Tomagasta, al llegar al lugar se da cuenta que el invasor es Villagra; entonces, visto y considerando que su situación es complicada, decide volver a la ciudad del Barco y envía a fray Alonso Trueno, de la Orden de Santo Domingo y 3 regidores del Cabildo de la ciudad para que hablen con Villagra. Los 3 regidores no son recibidos por Villagra, pero si el fraile, quien tras una entrevista no logra disuadirlo de su actitud. Haciendo caso omiso de los consejos del cura, Villagra se encamina a la ciudad del Barco para sitiarla. Al llegar a ella, Villagra y los expedicionarios se alojan en la casa de Lorenzo Diez y Lorenzo del Arco; entonces, Nuñez del Prado se presenta ante Villagra y sin oponer resistencia le solicita una entrevista. En la reunión, Villagra obliga a Nuñez del Prado a dejar la ciudad y que la misma quede dentro de la jurisdicción del reino de Chile y al mando del gobernador Valdivia.

Apaciguado los ánimos y con la ciudad bajo su control, Villagra reorganiza su ejército y se apropia de 800 aborígenes que estaban bajo el mando del cacique Lindo. Esa noche previo a su partida, Villagra manda a quemar la casa del Cacique con toda su familia y criados dentro. A partir de ello, Villagra decide volver a Chile a fin de cumplir con las órdenes de Valdivia, entonces, parte desde la ciudad del Barco, teniendo las siguientes posibilidades para llegar a su destino:

A) Al oeste pasando por Tucumán, luego Catamarca y después La Rioja (Argentina).
B) Al suroeste pasando por el sur de Catamarca y sur de La Rioja.
C) Al sur pasando por Córdoba (Argentina)...

Varios hombres que habían sido reclutados por Santa Cruz y Nuñez del Prado se incorporan a la expedición de Villagra y queda conformada por:

Alonso de Reinoso (maestre de campo), Alonso Hidalgo, Antonio de Bilbao, Baltasar de León, Baltasar Méndez, Bartolomé de Arenas, Bernardino de Mella, Cristóbal Varela, Cristóbal Rodríguez, Cristóbal Ruiz de la Ribera, ¿Cristóbal y Francisco de Buiza?, Diego de Maldonado, Diego Ortiz de Gatica, Diego de Herrera, Diego de Arana, Diego Cano, Diego de Rojas, Diego de Frías, Francisco Hernández, Gabriel de Villagra (maestre de campo), Gaspar de Villagra, García de Alvarado, Gaspar Pérez, Gonzalo Hernandez, García de Corrales, Hernando de Alvarado, Hernán Pérez de Quesada, Hernán Rodríguez, Juan Sanchez de Alvarado, ¿Lope de la Peña?, Juan Martin Gil, Juan de Lazarte, Jerónimo de Ayala, Juan de Matienzo, Juan Fernández, Jerónimo Nuñez, Juan Jiménez, Lorenzo Bernal de Mercado, Luis Bonifacio (clérigo - vicario general), Miguel de Avendaño y Velasco, Martín Hernández, Nuño de Abrego, Pedro de Salinas, Pedro de Avendaño, Pedro Guajardo y su esposa Elena Gómez, Pedro de Aguayo, Pedro de Rueda, Pedro de Castro, Sancho García, Salvador Martín, Sebastián Gonzalez, Tristán Sanchez y otros...

Los expedicionarios parten de la ciudad del Barco en la provincia de los Juries y llegan hasta la provincia de los Comechingones (Córdoba - La Rioja y San Juan). Por consejo del aborígen que los guía, quien afirma conocer grandes riquezas en la zona, la expedición se divide en dos grupos:

El primero al mando de Francisco de Villagra y conformado por 100 hombres:

Alonso de Reinoso, Baltasar Méndez, Bartolomé de Arenas, Cristóbal Varela, Diego de Maldonado, Diego Cano, Diego de Frías, Diego de Herrera, el vicario Luis Bonifacio, Miguel de Velasco y Avendaño, Martín Hernández, Pedro de Avendaño, Sancho García y otros...

El segundo al mando de Gabriel de Villagra y conformado por:

Alonso Hidalgo, Antonio de Bilbao, Cristóbal Rodriguez, Diego de Arana, Francisco Hernández, Hernán Rodriguez, Juan Fernández, Pedro de Castro y otros...

El primer grupo, inicia su marcha en dirección suroeste con el obejtivo de descubrir la provincia de Yungulo a espaldas de la cordillera y que había sido dada en merced a Villagra por Gasca. Al cabo de unos días, Villagra descubre el río Bermejo y viendo que no hay tales riquezas en la zona, decide asesinar al aborígen que los guía y le lanza su perro a otro aborígen que escapaba y lo mata.
El segundo grupo, se ubica en la retaguardia en la provincia de los Comechingones y lo sigue detrás a una distancia de 100 leguas. El día de San Juan (Evangelista, 27/12/1550) y a pedido de sus hombres, le solicitan esperar y marchar al otro día por ser fiesta de guardar; Gabriel de Villagra hace caso omiso al pedido y parte en la mañana temprano con un día claro y soleado, pero, después de recorrer una legua y media, se desata una tormenta de granizo, viento frío y niebla; después de la cual la expedición pierde varios caballos y mueren 200 aborígenes según dice Tristan Sanchez. Por otro lado, el primer grupo al mando de Villagra ya se encuentra en el Valle de Ayo (Cuyo - Mendoza).

En los primeros meses de 1551, ambos grupos se encuentran en Cuyo buscando un camino para cruzar a Chile. Enterado Huchiquimi de la llegada de los invasores, se enfrenta a los españoles en la zona de Taitanquen, perdiendo la vida en la contienda. Villagra somete a los aborígenes de la región; a su vez, Inchuacce, esposa de Huchiquimi y su hijo Ayguil, y como es costumbre entre los aborígenes de la región (levirato), se transforma en la esposa del cacique Achagua, hermano de Huchiquimi; trasladándose a las Lagunas de Guanacache junto a su nuevo esposo. Luego de sometidos, son los Huarpes los que le informan que hay más gentes (tribus) en el camino que va a la Mar del Norte (Patagonia - Argentina).

El 18/5/1551, Villagra escribe una carta para el gobernador Valdivia y manda a Diego de Maldonado, Baltasar Méndez, Bartolomé de Arenas y 5 hombres más a Chile, para anoticar al gobernador Valdivia de los sucesos acontecidos en la zona y a la espera de instrucciones, ya sea para seguir descubriendo nuevas provincias o en su defecto volver a Chile. Los 9 hombres llegan a la cordillera de Los Andes (Uspallata - Las Heras) y desde allí siguen por el Camino del Inca, y viendo que se encuentra sin nieve, deciden cruzarla y llegan hasta un pueblo llamado Aconcagua (Chile).

En espera de una respuesta de Valdivia, Villagra organiza una expedición y junta a 60 de sus hombres, entre los que iba Miguel de Avendaño. Emprenden viaje hacia el sur; pasando por los valles de Cabay (Luján de Cuyo), Uco (Tupungato y Tunuyán - Mendoza) hasta llegar al río Diamante (limite entre San Carlos y San Rafael - Mendoza), en donde se encuentran con una estatua, y algunos aborígenes del lugar dicen que fue hecha por los Incas. Entre tanto, el resto de los hombres se quedan apostados en Cuyo, al mando de Gabriel de Villagra. Al regreso de la travesía, Villagra comenta que en la misma ha perdido varios yanaconas y caballos.

Maldonado sigue viaje y arriba a Santiago de Chile, se entrevista con Jerónimo de Alderete; luego de la reunión envía a un mensajero a Concepción para que le entregue la carta de Villagra al gobernador Valdivia. Alderete y Maldonado se quedan en la ciudad a la espera de las órdenes del Gobernador.

Llegado el emisario a Concepción se reúne con Valdivia y le hace entrega de la carta de Villagra; una vez leida, envía nuevamente al mensajero a Santiago de Chile con la orden para que Alderete, Maldonado y sus hombres, vayan a Concepción. A su vez, Valdivia le ordena a Rodrigo de Quiroga que se surta con provisiones, las lleve a Aconcagua y se las envie a Villagra.

Alderete y Maldonado llegan a Concepción y, luego de reunirse con Valdivia, les hace entrega de algunas cartas para que se las envien a Villagra y le avisen que debe retornar a Chile. Maldonado llega a Aconcagua y organiza una expedición con 60 yanaconas para darles las cartas a Villagra. A su vez, Villagra parte desde Cuyo dividiendo la expedición en dos grupos, el primero está a su mando, ordenándole a Miguel de Avendaño que vaya adelante y que con sus caballos y esclavos despeje el Camino del Inca que está cubierto con nieve. En este momento, Maldonado despacha a los yanaconas y se internan en la cordillera. Luego de la partida de los yanaconas, llega a Aconcagua con las provisones Quiroga y se la entrega a Maldonado.

Después de recorrer 9 leguas en la cordillera, los yanaconas de Maldonado se encuentran con Villagra y le hacen entrega de las cartas de Valdivia. Villagra lee las cartas y les dice a los yanaconas que regresen a Aconcagua y envía a un criado suyo que los acompañe, para que vuelvan con provisiones por el gran hambre que están pasando. Los yanaconas llegan a Aconcagua y se hacen de las provisiones, partiendo inmediatamente. Al encontrarse con Villagra, les ordena que sigan y abastezcan con comida al grupo rezagado, mandando a Sancho García para que los acompañe.

La expedición comandada por Villagra cruza la cordillera y luego de un viaje de 700 leguas (3.200 km) de recorrido y 2 años de pasar hambre, sed y grandes necesidades, llegan al valle del Aconcagua el 15/9/1551, siendo recibidos por Maldonado. Desde allí, Villagra despacha un emisario a la ciudad de Concepción y le envía algunas cartas a Valdivia. Leídas las cartas por el Gobernador, envía un emisario y le avisa a Villagra que se traslade a la ciudad de Concepción. A su arribo a la ciudad, Villagra se entrevista con Valdivia y le informa que en la zona descubierta de Cuyo se encuentran tierras fértiles y aborígenes dóciles; además, llega con 185 hombres: soldados, herreros, carpinteros, médicos, cirujanos; 500 cabalgaduras de yeguas, caballos, potros y mulas, muchas cabras y una gran cantidad de yanaconas y negros; siendo, Jerónimo Nuñez, uno de los que más habia invertido en la travesía con 8.000 $.

Valdivia queda debiendo por la expedición más de 60.000 $ y por los servicios prestados, le hace entrega a Villagra de una encomienda de 30.000 aborígenes que están ubicados entre los ríos Tolten y Cauten, siendo en gran beneficio para Villagra, ya que, pasa a cobrar una renta de 100.000 $. A su vez, según Alonso de Torres vecino de La Serena, a raíz que Villagra, trajo caballos y cabras en cantidad, bajaron los precios de estos animales en el mercado, ya que, hasta ese momento los valores ofrecidos eran muy altos.

Para el 25/9/1551, Valdivia le envía una carta al rey Carlos I y según texto original dice:

Dos días después que llegaron estos despachos de V.M., rescibí una carta, de los dieciocho de mayo deste presente año de quinientos cincuenta y uno, del capitán Francisco de Villagra, mi lugarteniente, que, como a V.M. escrebí, luego como di la vuelta de las provincias del Perú, cuando fui a servir contra la rebelión de Pizarro, le despaché con los dineros que pude a que me trajese la gente y caballos que pudiese, y en su compañía envié al capitán Diego Maldonado. Y él fue el que se atrevió con ocho gentiles hombres a atravesar la cordillera por me dar aviso desto, y quiso Dios que la halló sin nieve; escribióme cómo traía doscientos hombres, y entre ellos venían cuatrocientos caballos y yeguas, y quedaba en el paraje de la ciudad de Santiago de la otra parte de la nieve (Cuyo), e que no se determinaba de pasar hasta tener respuesta mía y ver lo que le enviaba a mandar y convenía que hiciese en servicio de V.M.

Bibliografía

1) Actas Capitulares de Mendoza: Tomos (T) 1 al 4.
2) Bibar, Gerónimo de (1558): Crónica y relación copiosa y verdadera historia de los Reynos de Chile.
3)Mariño de Lovera, Pedro (1865): Crónica del Reino de Chile, Tomo VI.
4) Medina, José Toribio (1888-1902): Colección de documentos inéditos para la historia de Chile, Tomos 1 al 30.
5) Barros Arana, Diego (1830-1907): Historia General de Chile, Tomo 2.
6) Larrain, Nicanor (1906): El Pais de Cuyo.
7) Errázuris, Crescente (1915): Historia de Chile.
8) Verdaguer, José Aníbal (1935): Historia de Mendoza.
9) Canals Frau, Salvador (1942): Acotaciones etnológicas a un pleito sobre indios mendocinos del siglo XVI.
10) Espejo, Juan Luis (1954): La Provincia de Cuyo del Reino de Chile I y II.
11) Santos Martínez, Pedro (1995): Mapas, planos, croquis y dibujos sobre Cuyo durante el período hispánico (1561 - 1810).
12) Palacios, Ernesto (2018): Mendoza, la ciudad perdida.
X) Archivo General de la Provincia de Mendoza: Carpetas y Documentos (C,D), Protocolos (P).
Y) Archivo de la Nación Argentina.
Z) Archivo Nacional de Chile.