El gobernador Francisco Xavier de Morales envía una carta que es leída en la sesión del Cabildo de Mendoza del 5/6/1772, la misma tiene fecha 8 pero no está firmada por descuido de quien la escribió, y para el mayor adelantamiento del Fuerte de San Carlos ordena: 1º) que solo aquellos pobladores puedan conducir la sal para aquella nueva Villa y para esa ciudad, de las Salinas que se hallan al sur del Diamante a 20 leguas (90 km), sin perjuicio de la que quisieren comerciar los fronterizos pampas (aborígenes) en tiempo de paz; y 2º) que se trasladen a la nueva Villa todos los materiales y adornos de la Iglesia construída a 8 leguas al norte de San Carlos, por ser aquí necesaria y de ningun aprovechamiento en la ubicación en que se halla. (X,EC,SG,C15,D11,27)

El comandante Josef Francisco Amigorena publica un bando el 9/11/1781, y dice que por aviso del comandante del Fuerte de San Carlos los indios pehuenches de Roco y Piempan, habían tomado de partir para las Salinas del Diamante a cargar de esta especie, y que si algun vecino los quiere acompaña puede llegarse hasta el Fuerte. (X,EC,C53,D10)

Juan Morel le escribe a Amigorena el 8/1/1794, y le dice que hará prevenir a los caciques Pinchitur y Caniguan, hagan las corridas de campo por las Salinas hasta el Atuel, y de mandar las partidas por el Paso de Romero hasta la junta de los ríos. (X,EC,C69,D73)

Juan Morel le contesta una carta de 13/10/1802 a Faustino Ansay el día 14, y le dice que cuánto tiempo hace que fue a poblar la villa de San Carlos y los años que allí se ha mantenido y cuáles los empleos, y quienes dieron licencia de los que han ido a las Salinas del Diamante, que se hallan en tierras de los indios infieles; le dice que desde el año de 1788 se encuentra en la villa, y ha ejercido los cargos de: Juez Poblador, Estanquero, y en muchas ocaciones Comandante de la Guarnición. (X,EC,C71,D71)

Miguel Teles Meneses, Ignacio Escalante, Isidro Maza y José León Torres le informan al Comandante de Armas el 5/9/1804, y en cumplimiento de la orden relativa al oficio de 8 de agosto le ha pasado el Gobernador Intendente a efectos que se informe el paraje más oportuno para avanzar nuestro Fuerte de San Carlos, que sirva de oposición al enemigo indio y que de ellas resulten las mayores ventajas para nuestros hacendados y seguridad de su población; en su consecuencia decimos que según los conocimiento prácticos que tenemos de esta campaña, somos unánimes de sentir se construya esta Fortaleza sobre la ribera norte del río Atue, con la mayor inmediación que permitan aquellos suelos a la confluencia del dicho Diamante, con consideración a disfrutar de la tierra que se hallan entre estos dos ríos propias para plantíos y pan llevar (trigo); en que no dudamos en reproduzcan y sasonen por lo benigno de aquel temperamento, cualquier semilla que se entierren con el beneficio del riego, que es muy fácil de los dichos ríos; encontrándose además en aquellos campos la abundancia de pastos, madera de algarrobo, retamos, erguidos chañares y otros de no peor calidad para toda clase de oficios; construída pues esta fortaleza en el paraje designado, tenemos avanzada nuestra frontera de donde hoy se halla, algo mas quizás de 50 leguas, que generalmente regulan de dicho fuerte de San Carlos a aquel destino, quedando las famosas Salinas del Diamante a distancia de 6 leguas, poco más o menos del fuerte propuesto, y a retaguardia de nuestro cañon; y para que sea más útil este campo que se avanza, y por consiguiente, queden nuestras estancias y poblaciones interiores libres o casi libres de toda invasión de enemigos; se hace preciso indispensable se corten los dos pasos que comunmente llaman de arriba en el Diamante, obra a la verdad muy sencilla, y por lo mismo, de muy poco costo, con cuyo arbitrio podemos contar con que las barrancas de este río son una muralla inespugnable para los indios; libres de este cuidado reducidos o precisados a vivir estos enemigos en lo interior de la cordillera o a retirarse más a la costa del mar (Pacífico, Chile), pueden sin rescelo extenderse nuestras estancias de Mendoza y Corocorto (La Paz) hasta dicho Atuel (río), a confluencia de los dos ríos de que nos resultan muchas ventajas, siendo una de no poco momento el dejar el camino de la Cruz de Piedra, expedito para el tránsito de Chile. (X,EC,C56,D20)

Bibliografía

1) Actas Capitulares de Mendoza, Tomos (T) 1 al 4.
2) Instituto Nacional Sanmartiniano. Documentos para la Historia del Libertador General San Martín, Tomos (T) 1 al 20.
3) Juan Luis Espejo. La Provincia de Cuyo del Reino de Chile, Tomos (T) 1 y 2.
4) Medina, José Toribio. Colección de documentos inéditos para la historia de Chile, Tomos (T) 1 al 30.
5) Canals Frau, Salvador (1942). Acotaciones etnológicas a un pleito sobre indios mendocinos del siglo XVI.
6) Palacios, Ernesto (2018). Mendoza, La ciudad perdida.
7) Instituto Ohigginiano. Archivo de Don Bernardo de Ohiggins, Tomos (T) 1 al 37.
8) Registro Nacional de la República Argentina.
9) Espejo, Gerónimo. El Paso de los Andes.
10) Biblioteca Indec.gob.ar; Censos Nacionales.
11) Diario Los Andes, Fecha, Página.
12) Diario La Palabra, Fecha, Página.
13) Consejo Nacional de Educación, Libro de Actas Original, Número, Fecha, Página.
X) Archivo de la Provincia de Mendoza: Época Colonial e Independiente (EC,EI), Carpetas y Documentos (C,D), Protocolos (P).
Y) Archivo de la Nación Argentina.
Z) Archivo Nacional de Chile.